Coyotepec, la violenta codicia
por su agua
Publicado el 06/02/2015
Coyotepec, junto con Chalco y Tecamac, es uno de
los municipios que cuentan con un sistema comunitario de administración del
agua. Los mantos acuíferos también entran en esta forma de administración.
Ubicado en el nororiente del Estado de México, rodeado de la carretera
México-Querétaro, las vías férreas que surcan desde Buenavista hasta Huehuetoca
y una zona favorable para la construcción de fraccionamientos, Coyotepec es
también poseedor de una amplia cantidad de agua por lo que su control se vuelve
estratégico, sea para el desarrollo y beneficio de la comunidad
(aproximadamente 40,000 habitantes) o para que los negocios de particulares y
políticos ligados al Partido de la Revolución Institucional (PRI) se
fortalezcan. Esta es la disputa: el agua como derecho para beneficiar y
promover la vida o bien como mercancía capitalizable para quien pueda pagarla.
Ver más
en: http://subversiones.org/archivos/113366
Por Heriberto Paredes/
06 febrero, 2015 [1]
Fotografías de Giulia Iacolotti
Mapas de GeoComunes
*Fotografías cortesía de habitantes de Coyotepec. Las imágenes muestran
diversos momentos del abastecimiento de agua que se ha hecho pese a los cortes
de luz de la CFE y las amenazas del presidente municipal. Agradecemos estos y
otros materiales que nos han permitido conocer lo que ahí acontece.
Coyotepec, junto con Chalco y Tecamac, es uno de los
municipios que cuentan con un sistema comunitario de administración del agua.
Los mantos acuíferos también entran en esta forma de administración. Ubicado en
el nororiente del Estado de México, rodeado de la carretera México-Querétaro,
las vías férreas que surcan desde Buenavista hasta Huehuetoca y una zona
favorable para la construcción de fraccionamientos, Coyotepec es también
poseedor de una amplia cantidad de agua por lo que su control se vuelve
estratégico, sea para el desarrollo y beneficio de la comunidad
(aproximadamente 40,000 habitantes) o para que los negocios de particulares y
políticos ligados al Partido de la Revolución Institucional (PRI) se
fortalezcan. Esta es la disputa: el agua como derecho para beneficiar y
promover la vida o bien como mercancía capitalizable para quien pueda pagarla.
No se trata de una
problemática nueva o de la que recién se tengan datos, en realidad desde hace
ya casi una década esta zona ha sido objeto de varios proyectos de
infraestructura que han ido transformando el panorama. Coyotepec ahora resulta
un punto más en la cadena de municipios que tienen que debatirse internamente
por un conflicto creado desde afuera por intereses económicos y políticos
ligados al PRI y a sus mafias. Otros ejemplos son San Francisco Xochicuautla,
San Pedro Tlanixco y San Lorenzo Huitzizilapan, los cuales, de maneras
diferenciadas, luchan por la defensa de sus bosques de agua, mismos que captan
el agua de la lluvia a través de sus mantos freáticos y alimentan el sistema Cutzamala,
el cual dota de agua a la Ciudad de México.
Por lo
menos desde el 9 de junio de 2013 –fecha en la que ocurre un episodio represivo
contra una buena parte de la población de la cabecera municipal al oponerse a
una asamblea amañada– Coyotepec transita entre la población organizada que
lleva la administración del agua y los ataques e intentos fallidos del
presidente municipal, Alfredo Anguiano, para municipalizar el control del líquido vital.
El sistema de administración de aguas es tarea
de toda la comunidad
Con anterioridad a la llegada del priísta Alfredo Anguiano a la
presidencia municipal de Coyotepec, el sistema de administración de aguas se
encuentra separado de la estructura de gobierno aunque su control significaba
una plataforma para llegar al cargo de edil. Si se tenía el control de los tres
pozos principales, Chautongo 1 y 2, así como el Central, se podía esperar que
el siguiente escalón fuese el ayuntamiento. Jesús Díaz comenta que:
los compas que estaban en el sistema de aguas en ese momento, en el
2011, también del PRI, entonces ya se estaba haciendo ahí una, ya se estaban
acoplando para que lo pudieran hacer municipal, ya se estaba acomodando la
historia ahí. Entonces con muchos compañeros, ahora con Tomás [Meza, presidente
del sistema de administración de aguas], con gente del barrio, de aquí de
Chautongo y de otras colonias empezamos a salir a las calles y a organizar a la
gente, les empezamos a explicar cómo estaba el problema y cómo iba a caminar.
En un 2 de octubre de 2012, logramos convocar a gran parte de la comunidad en
la explanada municipal y el objetivo era que la comunidad en consenso público y
abierto autorizara poder destituir a los compas
que estaban en ese momento. Y es como logramos entrar […] entonces ya la misma comunidad dijo, a ver,
vamos a organizar un nuevo comité y es como llega Tomás como presidente del
sistema de aguas y los que luego lo reforzamos.
Con el cambio de gobierno municipal
y el control comunitario del sistema de aguas –ejercido a través de asambleas y
decisiones informadas, es decir, según lo que los habitantes llaman usos y
costumbres– viene el conflicto abierto. El 9 de junio de 2013, fecha que da
nombre a la organización que defiende el agua, el alcalde lleva a cabo una
asamblea en donde declara que los pozos de Coyotepec son ya municipales, entre los asistentes hay gente pagada que viene
principalmente de Tepotzotlán y algunos grupos de choque que tensan la
situación. Buena parte de la población se opone y decide bloquear la carretera
México-Querétaro en el km 50. No tarda mucho para que la policía municipal y la
estatal lleguen y desaten un escenario violento que culmina con varios heridos,
dos personas reportadas como fallecidas y muchos afectados por los gases
lacrimógenos disparados desde posiciones en tierra y desde helicópteros.
El sistema de aguas está regido
desde entonces por un personal administrativo que ha tratado de compilar –en
una base de datos electrónica– la información respectiva al cobro de cuotas por
el servicio, los adeudos y el padrón de beneficiados, alrededor de 80,000 si se
toman en cuenta los habitantes de otros municipios colindantes como Huehuetoca
y Tepotzotlán. La comunidad designó a Tomás Meza como presidente del sistema y
Jesús Díaz como tesorero, ambos han sido agredidos físicamente, han recibido
amenazas y el primero incluso fue privado de su libertad durante varias horas y
encerrado en una oficina de la presidencia municipal. El trabajo que han
desarrollado, además del aspecto informativo sobre el conflicto, es la
reestructuración de la administración del sistema, que antes, en manos de
ambiciosos personajes, era un desastre.
«Recuperamos varios discos
duros y la base de datos, capturamos cerca de 15,000 que quedaron varados y que
obviamente no nos permitían la cobranza, operar administrativamente era
imposible y luego teníamos dos pozos a tierra, de los tres que conocen, el
centro, el Chautongo 1 y el Chautongo 2, el del centro y el 1 estaban
deshabilitados, sólo funcionaba el Chautongo 2 y tuvimos que, sin un peso,
poderlos recuperar. Todo eso nos llevó como 8 meses. Después, ya recuperado
todo, viene el cambio de gobierno municipal, en el 2013, se viene un nuevo
presidente y ya un poquito nos coqueteaba en el sentido de que ‘vamos a
trabajar, nos vamos a llevar muy bien, no pasa nada yo vine a ayudar al
pueblo’. En reuniones extraoficiales nos empiezan a insinuar que lo mejor para
el pueblo es que ellos administren el sistema de agua. Les dijimos que no
veníamos a eso, que no habíamos quedado en eso, quedamos en que iban a apoyar
incondicionalmente y que todo el rezago moratorio dentro de los usuarios lo
íbamos a recuperar juntos. Ellos dijeron: no, primero pásenlo para acá y
después hablamos, pero además les vamos a dar sus puestos, tu vas a seguir
siendo el director y tu vas a seguir administrando las finanzas y van a ganar..
¿cuánto ganan? ¡Por favor, van a ganar más! Obviamente nunca aceptamos».
El agua como mercancía
Cada día es más claro que el agua, los mantos acuíferos y el control de
la distribución del líquido son una pieza central en el reacomodo económico
capitalista. El agua se ha convertido en unos de los elementos fundamentales
para la planificación de proyectos como aeropuertos, corredores turísticos,
conjuntos inmobiliarios, centros de turismo exclusivo; donde hay agua, el
gobierno mexicano a través de los distintos niveles administrativos, comienza
procesos de despojo y de conflicto. Lo respaldan empresas nacionales y
extranjeras con intereses en altos beneficios económicos.
Tal y como lo explica de manera muy sucinta el
dictamen de la Preaudiencia multitemática regional del Oriente del Estado de México
perteneciente al Eje Devastación ambiental y derechos de los pueblos,
«las políticas del agua de México
importan modelos de otros países, particularmente de Francia. En los dos casos
[Coyotepec y Chalco] se debe lamentar la
incapacidad de retomar y entender las tradiciones mexicanas. En los dos casos,
estamos en presencia de un proyecto de aculturación dirigida». Es
precisamente en este sentido que el sistema de administración de aguas que la
comunidad de Coyotepec retomó y reorganizó es fundamental, primero porque va en
contra de la lógica que mercantiliza el agua y en segundo lugar porque amplia y
asegura en su dimensión el derecho al acceso al líquido vital, mismo que es
violentado por las autoridades municipales.
En el
mismo orden de ideas, el dictamen continúa su explicación de la lógica
mercantilista que el Estado mexicano pone en práctica desde el más bajo nivel
de gobierno: «La inyección de capital
privado en este espacio se presenta a su vez como una exigencia lógica: sólo
las leyes anónimas del Mercado serían capaces de asignar eficientemente el agua
disponible tomando en cuenta las necesidades de todos los usuarios y
consumidores. Simultáneamente, esta nueva situación es presentada a los
inversionistas como una buena oportunidad de negocio en la que los tres niveles
de gobierno están dispuestos a asumir los “costos de saneamiento”. En México,
la transferencia de autoridad del gobierno hacia las compañías privadas obedece
al esquema siguiente: primero, se trasfiere de las municipalidades al Estado.
Acto seguido, el Estado transfiere esta autoridad a los organismos operadores
de cuenca, es decir, ya prácticamente, a las compañías compradoras».
Que Alfredo Anguiano, presidente municipal de
Coyotepec insista –utilizando todos los mecanismos a su alcance, incluyendo la
violencia– en la municipalización del
sistema de administración de aguas. El funcionario responde a todas luces a una
lógica que mercantiliza el agua sin mayores consideraciones, pasando por encima
del bienestar de la población a la que dice representar.
Sergio Velázquez, uno de los habitantes con mayor
participación en el Frente Popular 9 de junio en Defensa de los Recursos
Naturales afirma tajante, luego de más de dos años de lucha: «Nos oponemos a todos esos proyectos urbanos
en nuestro municipio ni queremos a todos esos que están en función del manejo
del agua potable».
La respuesta del ayuntamiento
Luego de la represión del 9 de junio de 2013, los habitantes de
Coyotepec decidieron conformar lo que hoy se conoce como Frente Popular
9 de junio en Defensa de los Recursos Naturales, del cual también son
parte quienes participan directamente en la administración del sistema de
aguas. Desde entonces este ha sido el rostro para enfrentar la embestida del
gobierno local que aún al día de hoy insiste en que la municipalización es la mejor opción para la organización y
distribución del agua en la región. Y ante ello, las autoridades han respondido
con violencia y con las agresiones directas contra integrantes del Frente.
El mismo día de formación del Frente, el entonces
nuevo alcalde decidió hacer uso de la fuerza pública y mandó –como un buen
primer acto de gobierno– a decenas de elementos de la policía municipal y
estatal para disolver mediante gases lacrimógenos y golpes una protesta
pacífica. Pero eso no fue todo.
Riesgo de privatización de pozos y despojo de
tierra en el municipio de Coyotepec
Los pozos para abastecimiento local están gestionados
y administrados comunitariamente. Desde hace más de 40 años la Comisión
Nacional del Agua (CONAGUA) extrae agua de 11 pozos y usa una mega planta de
bombeo para enviar agua a la Ciudad de México (en conjunto con agua proveniente
de Tizayuca). Sólo uno esos pozos es de acceso posible para la administración
de agua en caso de escasez y para abastecer a la población de Coyotepec; de los
otros 10 pozos, toda el agua se bombea para abastecer a la población del
Distrito Federal o las zonas industriales. En su información cartográfica
pública y oficial (REPDA) CONAGUA no ubica ninguno de los 11 pozos donde están
sacando agua. Además se puede ver que su ubicación de los pozos comunitarios es
imprecisa (pozos registrados en Coyotepec en la leyenda). La población del
lugar denunció ante la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos que está ocurriendo una violación al derecho humano al agua y afirmó
que será más grave si se municipaliza el agua y junto con esto se construyen
mega proyectos de urbanización.
El 10 de julio de 2013 un
grupo de civiles atacó el plantón –que luego de la represión de junio habían
montado los habitantes inconformes con la municipalización
del agua– y agredió con arma de fuego a Sergio Velázquez. El plantón fue retirado
para no exponer a las personas. El 15 de agosto de ese año Efraín Robles fue
agredido con arma blanca en la puerta de su casa; el 5 de septiembre de 2013
Vicente Moreno fue apuñalado al salir de su casa aunque no por ello perdió la
vida. Ya en 2015, entre el 25 de enero y el 3 de febrero los integrantes del
Frente y del sistema de aguas recibieron amenazas y en dos ocasiones, Jesús
Díaz fue agredido físicamente por sujetos que no se identificaron y que no
pertenecen a cuerpo policiaco alguno. De estos y más abusos lleva un
seguimiento el Centro de
Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, el cual ya otorgó un mecanismo
de protección para la mejor reacción posible en caso de nuevas agresiones,
aunque por el momento sólo 7 personas están bajo estas indicaciones.
Y por si esto no fuera poco el
11 de noviembre de 2013, el edil priísta Alfredo Anguiano, «mandó una carta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en donde le solicita suspender el servicio
eléctrico a los pozos y así fue; la ciudadanía decidió reconectarse por su
propia iniciativa para seguir teniendo el servicio de agua potable»
continúa Sergio Velázquez. Durante todo el año siguiente la situación se
mantuvo en tensa calma hasta que, finalmente, el 13 de noviembre de 2014 la CFE
suspendió el servicio a los pozos localizados en el barrio de Chautongo y,
finalmente, el 17 de diciembre del mismo año, se cortó el suministro eléctrico
al pozo Centro dejando a todo el municipio sin el servicio de agua potable. Lo
anterior significa una grave violación cometida por el Estado mexicano, a
través de su institución CFE, primero el derecho humano al acceso al
agua y en segunda instancia el Artículo 4 de la Constitución
mexicana, el cual consagra este mismo derecho para todo ciudadano que resida en
nuestro país.
Las formas que utiliza el
gobierno municipal de Coyotepec son las mismas que se usan en el resto del país
–detalles más, detalles menos– y que se basan en la división de las poblaciones
para imponer los proyectos económicos que determinarán el rumbo que el gobierno
federal destine al país. Se trata de formas clásicas del priísmo más
recalcitrante que amenazan con ser parte del quehacer político durante muchas
décadas más. Y por si esto ni fuera poco, al generar grupos armados también
favorecen a la creación de bandas delincuenciales que van diversificando cada
vez más sus actividades. En Coyotepec, por ejemplo, luego de algunas denuncias
hechas por habitantes de este municipio, se puede relacionar el robo de casas
habitación y el secuestro como delitos cometidos por los mismos grupos que
apoyan al presidente municipal y llevan a cabo el trabajo sucio.
Comentarios