A cuatro meses de la desaparición de los normalistas, “es momento de plantearnos transformar al país”: Omar García
Escrito por
Adazahira Chávez y Laura Mendoza
Jueves, 29 Enero 2015
La persistencia en la búsqueda, el rechazo a las
conclusiones del procurador de la República, Jesús Murillo Karam, que da por
muertos a los estudiantes, y los mensajes de cariño de los familiares a sus
hijos desaparecidos, se hicieron presentes de nueva cuenta por toda la Ciudad
de México, al cumplirse cuatro meses de la desaparición forzada de los 43
normalistas de Ayotzinapa.
Padres y madres de familia y
normalistas coincidieron en señalar que es necesario dar un paso más allá de
las marchas y plantearse la transformación del país, pues las instituciones
están llenas de podredumbre y corrupción, sostuvieron. Las denuncias de que la
Procuraduría intenta engañarlos, la insistencia en que cuentan con información
calificada que desmiente la versión de que fueron quemados en el basurero de
Cocula, la exigencia de investigar al ejército y el rechazo a los llamados a “superar” el dolor se mezclaron con los
mensajes: “Jorge, hijo, te amo”; “Quiero decirle a mi hijo, y él lo sabe, que
lo sigo buscando”; “Te extraño”.
El llanto asomó persistentemente a los ojos de familiares y espectadores.
“En modo alguno aceptamos las conclusiones de
la nefasta Procuraduría”, remarcó el abogado Vidulfo
Rosales, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, un día
después de que se dio a conocer que el equipo de peritos argentinos, que
colabora en la investigación y cuenta con la confianza de los familiares, tiene
dudas sobre la hipótesis del asesinato e incineración de los jóvenes en el
basurero de Cocula, después de haber sido desaparecidos por policías
municipales de Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Las columnas que confluyeron en el
Zócalo capitalino partieron de Indios Verdes, Taxqueña, Zaragoza y el Auditorio
Nacional. Por las calles avanzaron sindicalistas, jóvenes, campesinos, artistas
y amas de casa; entre las filas se pudo distinguir al Frente de Pueblos en
Defensa de la Tierra, de Atenco; a la Unión Nacional de Trabajadores y la Nueva
Central Sindical; a contingentes de estudiantes de Chapingo, del Politécnico y
de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras muchas organizaciones.
Banderas mexicanas teñidas de negro y uniformes militares chorreados de rojo se
movían entre la multitud, que realizaba los ya conocidos conteos del uno al 43
para gritar, al final, “Justicia”.
Los manifestantes comenzaron a
avanzar cerca de las 10 de la mañana, y más de ocho horas después comenzó el
mitin en el corazón de México. Las consignas “Fue el Estado”; “Hombro con
hombro, codo con codo, Ayotzi somos todos”; “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, se repitieron,
acompañando a los mensajes de los padres y madres de los desaparecidos.
El estudiante Omar García sostuvo
que no solamente hay un aviador entre los padres –en respuesta a las versiones
periodísticas que acusan al vocero de los familiares, Felipe de la Cruz-, sino
que los 43 lo son porque tuvieron que abandonar a sus hogares y sus cosechas. “No podemos permitir un crimen más cometido
por el Estado”, sostuvo el vocero de los familiares. “No es tan fácil olvidar a un hijo. Son un pedazo de nuestro corazón,
lo único que de verdad es nuestro, de los pobres”, lanzó el padre de
familia Mario César. “Gracias por seguir
con nosotros”, finalizó.
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