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Continúa
el Festival de las Resistencias y las Rebeldías en el Lienzo Charro, a pesar de
la lluvia, durante el 24 de diciembre siguió llegando gente a sumarse a los
talleres y actividades y a compartir con los pueblos en lucha de México y del
mundo.
El 25 de diciembre, el clima mejoró y el ambiente también. Entre talleres,
música, baile y pintas se desarrolla el segundo día del festival cultural.
Lluvia, sol y resistencia en
el Festival de las Resistencias y Rebeldías en la Ciudad de México
Publicado
en Proyecto Ambulante
La etapa del festival de las
resistencias y rebeldías contra el capitalismo realizada en la Ciudad de
México, estuvo verdaderamente llena de matices. Hubo un programa amplio de
actividades culturales que debían iniciar el 24 de diciembre a las 9 de la
mañana. Sin embargo el clima tenía planeada una lluvia persistente que a decir
de muchos “era un ejemplo claro de que el
cielo lloraba por la ausencia de los 43” y es que casi nadie recordaba un
24 de diciembre lluvioso. A pesar de todo, se podía ver a las personas
comisionadas para esta etapa, así como participantes en el festival realizando
esfuerzos porque el evento se realizara “contra
lluvia y viento”. La lluvia no impidió que poco a poco el Lienzo Charro se
nutriera de asistentes. Los talleres iniciaron. La vendimia también, con paso
pausado se fue llenando de colores, letras, músicas y más. En el escenario “compañero David Ruiz” iniciaron con un
par de horas de retraso a causa de la lluvia las actividades artísticas.
Comenzaba a sentirse el calor de los asistentes, organizadores y participantes.
En la cancha destinada para el torneo de fútbol se enfrentaron los
diferentes equipos inscritos, incluida una cascarita entre los normalistas y
familiares y los asistentes al festival. La alegre rebeldía se hacía presente.
La cocina no paraba en atizar el fuego para calentar café y comida para
organizadores y asistentes.
Después de un largo rato de espera entre la lluvia y un frío que calaba
los huesos, pero contrastaba con los cálidos abrazos de reencontrarse en este
espacio de lucha y resistencia; el foro “compañero
Galeano” encendió audio y micrófonos, esto dio paso a las palabras
inaugurales a cargo del FPFVI-UNOPII, seguidas por el mensaje de delegados del
CNI, un saludo de los padres de la guardería ABC y cerrando con las emotivas
palabras de estudiantes y padres de los normalistas desaparecidos. Bajo el
intenso frío se dio por inaugurado el festival y quedó constancia que los
calendarios de arriba no determinan los tiempos de la resistencia. Mientras
funcionarios y “autoridades” se
fueron de vacaciones y suspendieron los trabajos de búsqueda de los 42
estudiantes que aún se encuentran desparecidos; para los que luchan y resisten
desde abajo, el calendario señala que es tiempo de abrazar y resistir, extender
la mano y el arte para decir a los que luchan que la resistencia es de todos,
que de todos es esta digna rabia.
43 veladoras a los pies del escenario hacían presente la solidaridad con
cada uno de los compañeros que nos faltan. También 43 asientos vacíos estaban
destinados para la presencia de los normalistas.
Los padres salieron del festival rumbo a los Pinos para ahí recordar al
gobierno federal que para ellos y ellas no hay vacaciones ni descanso. Bajo la
lluvia declararon que para ellos el calendario se detuvo el día que
desparecieron los suyos.
La lluvia entorpecía una y otra vez las actividades, sin embargo la
presencia de los que estaban ahí, daban cuenta de la actitud de resistir; y es
que nadie dijo que cambiar el mundo es un asunto cómodo ni fácil. Las
adversidades siempre estarán y es también una lección cómo y de qué manera se
enfrentan; ayer había tensión y sorpresa, pero nunca desánimo ni derrota, el
café circulaba, la música hacía su mejor esfuerzo por sonar. Y el primer día de
festival en la ciudad de México se dio por concluido con la esperanza de que al
día siguiente saliera el sol.
Como era deseo de todos, el sol salió el 25 de diciembre, emulando a
Silvio Rodríguez: el rabo de nube se
llevó lo feo y nos dejó el querube. Al escampar apareció nuestra esperanza.
Los talleres continuaron y ahora la música encontró menos obstáculos
para sonar e inundar el espacio. Hubo más color y más aromas de comidas.
Los niños pudieron por fin explotar la ludotecas y aprovechar los
talleres destinados para ellos. El torneo de fútbol finalizó en esta jornada
teniendo como ganador al equipo representante de Chalco, quienes recibieron
como premio un grabado y una flor y sobre todo, la experiencia del deporte más
allá del asqueroso negocio que el capitalismo ha hecho de él.
En la pequeña salita de cine se proyectaron diversos documentales que
narraban las diferentes luchas de los pueblos por la vida y el territorio.
Mc. Lockoter y Mexican Sound Sistem pusieron a bailar a los asistentes.
Un grupo de capoeira realizaba rodas bajo los rayos del sol que ahora
calentaban el ambiente. La cocina no detenía su labor.
Los murales ahora sí encontraron un clima propicio para plasmar colores,
rostros, consignas y símbolos.
Los tatuadores tuvieron trabajo durante ambas jornadas del festival
dando vida a los diseños rebeldes pensados por muchos de los asistentes al
evento.
Literalmente fuimos testigos de la capacidad colectiva de construir
donde otros destruyen para saciar su ambición. La temperatura volvió a
descender y una luna sonriente asomó por el cielo despejado. Dirían los
zapatistas, falta lo que falta…
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