14 noviembre, 2014
Con
información de: elfinanciero/Cedema
Publicado por guerrillacmx
ECATEPEC. Un grupo guerrillero bajo el nombre de “Milicias Populares ¡Basta
Ya!” se adjudicó la explosión ocurrida
el pasado martes en el supermercado Soriana, ubicado en la Avenida
Central, en la colonia Valle de Aragón, en el municipio mexiquense de Ecatepec.
En un comunicado, los autores del atentado señalaron que: “levantamos hoy
nuestra voz realizando una acción político-militar de carácter material y
alcance limitado, con explosivos, contra Soriana en Valle de Aragón, Ecatepec, una empresa que de
manera más evidente contribuyó al fraude electoral que impuso a la actual
administración mafiosa y por tanto tienen responsabilidad en los crímenes que
hoy comete el mal gobierno”.
Asimismo, exigieron al gobierno federal presentar con vida a los 43
normalistas de Ayotzinapa, y liberar a los detenidos durante las marchas que se
han realizado en apoyo a las familias de los estudiantes desaparecidos.
La explosión también dañó locales
comerciales y las instalaciones de un banco que se encuentran en
la zona limítrofe con el municipio de Netzahualcóyotl, pero no se reportaron
víctimas.
Aquí el comunicado íntegro:
Milicias Populares ¡Basta Ya! Reivindica ataque con explosivos a una tienda Soriana en
Ecatepec
A todo México:
El nuevo Pacto Contra la Impunidad que anunció el gobierno federal sería
para carcajearse si no encubriera el crimen, la tragedia, la barbarie. El único
fin de este reciclado Pacto por México entre cúpulas es mediatizar el
descontento social y neutralizar el repudio internacional para mantener a salvo
el saqueo de nuestros recursos naturales, la explotación de nuestra mano de
obra y el pago de la deuda externa a la banca internacional. Su única meta es
continuar esta guerra sucia cotidiana para evitar que el descontento popular se
transforme en organización.
El esfuerzo oficial para mediatizar a la naciente insurgencia popular,
antes de que se organice y fortalezca, incluye incrementar la militarización
especialmente en estados como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Chihuahua y otros
donde lo que menos les interesa es restablecer el Estado de Derecho porque si
así fuera ya hubieran desmantelado a los cárteles mafiosos que hoy son los que
mandan en todo el país y muy especialmente en las entidades con mayor presencia
del ejército y marina.
¿Les vamos a creer que van a combatir la corrupción y el crimen organizado?
¡Tendrían que suicidarse desde Peña Nieto, Osorio Chong, Murillo Karam, Manlio
Fabio Beltrones, los altos mandos del Ejército, Marina, PFP, gobernadores,
magistrados de la tremenda corte, jueces, senadores, diputados y las
dirigencias de todos los partidos políticos!
En el aspecto social con programas como la Cruzada Contra el Hambre,
Prospera y otras secuelas del Pronasol salinista invierten millones de pesos
sin atacar las causas de la miseria sino, al contrario, buscan acostumbrar a
las familias que reciben esas limosnas a sobrevivir en la misma pobreza y a
volverse dependientes del subsidio oficial a cambio de su voto.
La propuesta desde el poder de crear una comisión de la verdad es otro
elemento de la maniobra que pretende desviar la atención pública sobre la
responsabilidad del ejército y policía federal. Quieren ocultar que fue un
crimen de Estado primero porque participaron fuerzas federales y segundo porque
el estado, para sostenerse en el poder formó, desarrolló y sostiene al actual
crimen organizado. La única diferencia es que antes estaba más concentrado el
poder en tres a cuatro cárteles y actualmente hay muchas subdivisiones porque
las ganancias son enormes e imprescindibles para la economía que se basa en el
despojo y la rapiña contra el pueblo. El esfuerzo gubernamental se enfoca en volver
a cohesionar el mando. Es una delincuencia organizada institucionalizada
indispensable para mantener el modo de vida de una élite económica y política.
Una contrapropuesta podría ser formar una Comisión Ciudadana de la Verdad,
compuesta por representantes de los familiares, la normal rural, de los pueblos
y organizaciones independientes.
Es previsible que el Estado, en su necesidad de recomponerse para que todo
siga igual, intentará centralizar aún más el poder en el Ejecutivo, sostenido
por las fuerzas armadas (por eso es importante que no trascienda que hacen
ejecuciones extrajudiciales, torturan, secuestran, asesinan y se encubren).
Para darle visos de legalidad se apoyarán en el poder judicial y en los medios
de comunicación tan mercenarios como los Guerreros Unidos, Zetas o cualquier
otra banda delincuencial. Buscan acotar al poder legislativo porque aún el más
pequeño soplo democrático les estorba para la tremenda rapiña que ya hacen pero
que piensan incrementar en la búsqueda irracional que coloca la ganancia por
encima de todo. Un indicio es la propuesta priísta, secundada ampliamente por
Televisa y TV Azteca, para limitar el número de diputados plurinominales, ya
que, sin negar que el Congreso es un nido de ratas, también es cierto que se
han levantado voces minoritarias contra las reformas “estructurales”. En los
hechos cada día van reduciendo los ya de por sí escasos espacios para la vida
democrática.
Peña Nieto, el represor de Atenco, y Osorio Chong, quien cerró la Normal
Rural de El Mexe, cuando fue gobernador de Hidalgo son las actuales cabezas
visibles del Estado mafioso que requiere el sistema neoliberal para mantener
una economía que, agotados los límites éticos, se sostiene en el crimen
organizado para enriquecer más a una élite y sostener a las parasitarias
fuerzas armadas, paramilitares y burocracia. En este momento, de control de
daños, cierran filas en el esfuerzo para prolongar el engaño y esconder lo que
realmente pasó en Iguala. Hay una maniobra oficial, que incluye un montaje mediático
estilo ‘Caja China’ para ocultar la participación de las fuerzas federales,
ejército y policía en la masacre, tortura y desaparición forzada de los
estudiantes de Ayotzinapa y en la que buscan convertir al verdadero autor
intelectual en el bueno de la película.
El héroe mediático es el gobierno federal, justiciero, vengador de
agravios, que castigará a los culpables y restablecerá el ‘Estado de derecho’ y
regresará todo a la “normalidad” como si no existieran además entre 60 y cien
mil desaparecidos en los últimos ocho años, como si no existiera esta guerra
secreta, silenciosa y bárbara del Estado mafioso contra el pueblo.
Utilizaron el terror para desalentar la inconformidad social ante la
embestida privatizadora que viene pero el tiro les salió por la culata porque
en lugar del miedo paralizante que esperaban encontraron la indignación no sólo
del pueblo mexicano sino de hermanos de varias partes del mundo.
¿Qué seguiría si no reaccionamos cuando disparan contra jóvenes desarmados,
matan ahí mismo a tres y hieren a varios, uno de ellos con muerte cerebral y
otro con el rostro destrozado, a uno más le quitan la piel de la cara, vacían
los ojos y luego asesinan a golpes y secuestran a 43 para luego decir, tan
tranquilos que es imposible identificar sus restos?
Hay testimonios de los sobrevivientes, testigos y familiares sobre lo que
sucedió entre el 26 y 27 de septiembre en Iguala: los que dispararon contra los
normalistas de Ayotzinapa fueron policías federales, policías de Iguala,
sicarios y militares encubiertos.
El Ejército participó en el cerco y hostigamiento contra los estudiantes
como se muestra en el hecho de que impidieron que uno de los heridos recibiera
atención médica en el hospital e incluso lo golpearon junto a sus acompañantes.
Las filtraciones informativas sobre la participación del ejército y la PFP
apenas trascendieron ante la avasallante embestida mediática, principalmente de
los noticieros televisivos que uniformemente nos presentan la versión oficial
de que los autores intelectuales de la masacre y secuestro son ‘la pareja
imperial’ y los autores materiales fueron sicarios de los Guerreros Unidos.
Obviamente callan que los antecedentes criminales de los Abarca y los
Pineda ya eran conocidos por el procurador Murillo Karam y por el secretario de
gobernación Osorio Chong, incluso había un informe del Cisen que reportaba sus
vínculos con la delincuencia organizada. No dicen que el gobierno federal les
dio impunidad mientras le fueran útiles para el control del movimiento popular
y el asesinato de luchadores sociales. El Estado mafioso mexicano ubica muy
bien que su enemigo es el pueblo inconforme mientras que el crimen organizado
es una parte fundamental, junto con otros poderes fácticos como las
televisoras, para mantenerse en el poder.
Las élites económica y política mantienen un Estado delincuente-organizado
que utiliza el terror para sostenerse en el poder y continuar enriqueciéndose
cada vez más a costa de sacrificar al resto de los mexicanos ya que con los
millones de dólares que ellos tienen en sus cuentas se podría garantizar el
derecho a la vivienda, salud y educación de millones de mexicanos marginados.
Dentro de la criminalización de la protesta social, el ‘combate al
narcotráfico’ sirve de máscara para el exterminio de las voces disidentes.
Encubre la persecución contra las comunidades que se organizan para defenderse
del saqueo de sus tierras, bosques y aguas, contra periodistas, líderes
agrarios, sindicales y defensores de derechos humanos. Esa es la normalidad que
el mal gobierno insiste en reestablecer.
El Estado delincuencial está en el poder gracias al financiamiento con dinero de la mafia a cambio de
permitir y facilitar las empresas criminales. Por ejemplo, la obra pública se
concesiona a empresas narco lavadoras, la extracción minera se deja en manos de
compañías mafiosas que se apoyan en los sicarios para despojar a los pueblos,
como sucede en Aquila, Michoacán y en la mina de oro de Carrizalillo, Guerrero
donde las empresas mineras pagan a los matones para impedir que los pueblos
reclamen ante el despojo de sus tierras y destrozo del ecosistema. Son una
nueva versión de las guardias blancas porfiristas o de las que, al servicio de
las trasnacionales, asolaron las regiones petroleras de Veracruz y Tamaulipas
antes de la expropiación cardenista. En Zacatecas y Coahuila la minería es un
rubro más de ingresos para el crimen organizado.
Toda la trama legal, las reformas energéticas, de obra pública, de
telecomunicaciones y las instituciones creadas para ejecutar y encubrir los
crímenes de lesa humanidad que cometen para consumar la apropiación de las
riquezas nacionales, en fin, todo el Estado está diseñado para permitir el
desarrollo de las empresas privadas nacionales y trasnacionales que se
enriquecen con negocios criminales.
Las prioridades del Estado mexicano se reflejan en el presupuesto. Para los
primeros cuatro meses de 2014 el gasto del Centro de Investigaciones y
Seguridad Nacional (Cisen) fue de 16 mil 532 millones de pesos, 16 veces más de
lo invertido durante todo el primer año de la administración peñanietista. En
cambio la UNAM, durante el año 2014 sólo recibirá ocho mil 352 millones de
pesos, a diferencia de los nueve mil 236 millones de pesos que recibió en 2013.
Es decir la policía política recibe el doble de recursos que la máxima casa de
estudios del país.
La embestida contra la normal rural de Ayotzinapa es una acción
contrainsurgente de guerra sucia para desalentar a la oposición combativa, la
que no se limita a consultas en el 2015, a la aplicación a las reformas dizque
estructurales, principalmente la energética y educativa.
Fue un crimen anunciado porque las formas represivas encubiertas en una
supuesta guerra contra el narcotráfico han ido escalando en impunidad. Los
crímenes de lesa humanidad, las ejecuciones extrajudiciales, las fosas
clandestinas y la brutalidad asoman dondequiera por más esfuerzos que hagan
para ocultar la verdadera cara y el nivel de descomposición del sistema: el
ejército, convertido en juez y verdugo ejecuta a opositores políticos como
medida preventiva y, con el terror, busca desanimar la ola de protestas y las
diferentes formas de organización popular que ya ven venir cuando arrecien los
desalojos para entregar las tierras a las empresas mineras y petroleras, de
acuerdo a la reforma energética.
El crimen de Iguala es el eco de la impunidad en Aguas Blancas, Acteal, El
Charco. Es el reflejo del encubrimiento en Pasta de Conchos, la guardería ABC y
los feminicidios en todo el país, muy especialmente en Estado de México, Chihuahua
y Morelos donde hay pruebas contundentes de que los ejecutores son comandos
paramilitares, sicópatas armados y protegidos desde y para el poder.
El crimen contra los normalistas de Ayotzinapa se previó con los asesinatos
y encarcelamientos de quienes se han atrevido a levantar la voz: periodistas,
autodefensas, policías comunitarios, luchadores contra la contaminación y
despojo de las tierras y aguas pertenecientes a los pueblos y no a las empresas
ladronas.
El secretario de la defensa nacional, el de gobernación, el procurador y
Enrique Peña Nieto siempre han sabido qué pasó con los 43 secuestrados y
ocultan la verdad para encubrir las ejecuciones extrajudiciales y las
desapariciones forzadas que comenten el Ejército y la Marina y así protegerse ellos
mismos para ocultar esta guerra silenciosa contra el pueblo mexicano y muy
especialmente contra los jóvenes críticos.
Ya hubo el caso de la indígena Ernestina Ascencio, en Zongolica, violada y
asesinada por militares cuyos familiares callaron sus reclamos a cambio de una
casa nueva. La versión oficial calderonista fue que murió de gastritis. La
reputación del ejército quedó sin tacha. Por eso ahora ofrecieron cien mil
pesos a los familiares de los normalistas desaparecidos. Los gobernantes
corruptos, acostumbrados a comerciar con todo creen que todos son de su
condición. Toparon con la dignidad de los padres y familiares.
En Guerrero Rogelio Ortega es el encargado de poner la alfombra roja para
que Peña Nieto, Rosario Robles, Osorio Chong, el Ejército y la Marina pasen a
convencer a las empresas trasnacionales y nacionales de que la patria sigue en
venta y sus ganancias a salvo.
El Horror Crece con el Silencio.
Hay cifras inmensas que no alcanzan para abarcar todo el horror que vivimos
los mexicanos: entre 60 y cien mil desapariciones forzadas en los últimos ocho
años. Por lo menos dos terceras partes fueron detenidos por algún tipo de
policía, el ejército o la marina; El resto, por sicarios ¿Dónde están? ¿En qué
lugar los esclavizan? ¿En qué fosa los aventaron? ¿Podemos creer la excusa
oficial de que esas víctimas eran delincuentes cuando las regiones más
militarizadas o tomadas por la policía federal son precisamente donde los
narcos se mueven con mayor impunidad tanto para el tráfico de drogas como para la
venta de protección, cobro de piso y secuestros? Además de que con la llegada
del Ejército, Marina o PFP aumentan las violaciones, los feminicidios, la
explotación sexual y la instalación de antros con dinero sucio.
Hay también muertes en vida como la de más de siete millones y medio de
jóvenes que hoy no estudian ni trabajan ya que cada vez es más difícil acceder
a la educación pública y encontrar empleo con salario digno. Algunas cifras: El
90 por ciento de los aspirantes a ingresar a la UNAM este año fueron
rechazados. De 35 normales rurales hoy quedan 16. La educación pública laica,
gratuita y obligatoria está siendo desmantelada para favorecer la privatización
educativa. Las escuelas oficiales se enfocan cada vez más a formar la mano de
obra calificada pero mal pagada que necesitan las trasnacionales y hasta esa
educación técnica y acrítica es inaccesible para millones de niños y jóvenes
que esta sociedad desecha y que sobreviven en la calle sometidos a explotación
sexual y laboral, emigran o se enrolan en la delincuencia.
Este sistema asesina hasta la tierra. La apertura a las mineras y
petroleras trasnacionales; las modificaciones al artículo 27 que obligan a los
campesinos a entregar ‘temporalmente’ sus tierras a las compañías que se las
devolverán sin capa vegetal, contaminadas con arsénico, cianuro y otras
sustancias venenosas que utiliza la minería a cielo abierto.
El derecho al agua es el derecho a la vida. En estos tiempos en que todo
tiene precio, los ricos se están apoderando de los manantiales, mantos
freáticos, ríos y arroyos. Ellos contaminan, ellos desertifican y al escasear
el agua potable, sube su precio, por tanto expulsan, encarcelan y asesinan a
los habitantes de las comunidades para apropiarse de las aguas. La embestida
contra el pueblo yaqui para robarle el agua es un ejemplo de lo que viene a
nivel nacional ¿Llegará el día en que vendan el aire embotellado?
El horror cotidiano ya no está únicamente en Guerrero con Ayotzinapa;
Estado de México con Tlatlaya; Michoacán con el desmantelamiento de las
autodefensas y protección al narco; Morelos con la represión contra Huexca y
Tetlama y la continuidad, en los hechos, del Plan Puebla-Panamá; Puebla donde
también asesinan manifestantes y privatizan las zonas arqueológicas; Sonora
donde se reprime a los yaquis para robarles el agua; Veracruz que mata o compra
periodistas; Tamaulipas, tumba de migrantes y donde los paramilitares asesinan
impunemente; Nuevo León, territorio de cocineros y donde el ejército y la
marina asesinan extrajudicialmente casi a diario; Tlaxcala, donde el secuestro
para explotación sexual es parte de la vida diaria; Chihuahua, Sinaloa,
Zacatecas, Durango, estados expulsores de poblaciones enteras que huyen;
Oaxaca, en la miseria.
Es el narco el encargado de aterrorizar a los pobladores para que abandonen
sus terrenos de los que inmediatamente se apropian las trasnacionales. Se
reducen cada vez más los apoyos a los pequeños agricultores para que emigren.
El gobierno prefiere importar hasta maíz y frijol transgénicos. Se expropian
tierras para entregarlas a las empresas constructoras propiedad de los narcos
que financiaron la campaña de Peña Nieto. Los luchadores sociales se vuelven
presos políticos o aumentan las estadísticas de asesinatos impunes. Los
periodistas honestos sufren amenazas, despidos, persecuciones o de plano son
asesinados. Y esto es sólo una parte de la pesadilla que hoy vivimos.
El Ejército, la Marina, la PFP y migración torturan, secuestran, asesinan
sin juicio previo, cobran rescate, venden protección y violan en la impunidad.
Los sucesivos secretarios de la Defensa Nacional, incluyendo al actual, son
narcos. Uno de los ejemplos más evidentes han sido el secretario de la Defensa
con Ernesto Zedillo, general de división diplomado de Estado Mayor Enrique Cervantes
Aguirre, cuyo hermano el coronel Pedro Cervantes Aguirre fue investigado,
seguido satelitalmente por la CIA y detenido fugazmente por proteger a los
Arellano Félix. Fox lo ascendió después a general brigadier. Los militares de
inteligencia que descubrieron la información confidencial de los vínculos de la
familia de Zedillo y los Cervantes Aguirre con el narco fueron encarcelados en
el Campo Militar Número Uno, acusados de traición. Todo esto trascendió por las
pugnas entre Salinas, vinculado al cártel del Golfo y al de Juárez mientras
Zedillo estaba con los Amezcua de Colima y los Arellano Félix. Los magistrados
de la Suprema Corte se venden, condenan a inocentes y absuelven criminales y
muchos jueces son parte de la estructura de la delincuencia organizada.
¿Caso Cerrado?
Hoy pretenden cerrar el caso Ayotzinapa afirmando, sin pruebas, que no es
posible identificar los restos porque los sicarios los convirtieron en cenizas
que arrojaron al agua y por tanto no quedó ADN para verificar las identidades.
Esta afirmación busca no solamente el asesinato físico sino la muerte de la
esperanza.
¿Podemos creerles que castigarán a los verdaderos culpables y que
combatirán su propia corrupción?
¿Podemos creerles a los que han convertido a nuestro país en un infierno?
¿Podemos creerles que ya no seguirán los asesinatos y desapariciones
forzadas?
¿Quién les cree que van a luchar contra la corrupción a los que pagaron su
campaña con dinero triangulado desde el narco hasta las tarjetas Monex y
Soriana?
¿Podrán las campañas propagandísticas a través de los medios vendidos y la
limosna de Oportunidades-Prospera mantener en el engaño y el conformismo a una
parte de nuestro pueblo?
¿Quién le cree al Estado mafioso?
La Noche No Es Eterna
Soñamos con un país que priorice la industria nacional por encima de las
importaciones; que favorezca la agricultura, que retome la siembra comunal, que
financie a los pequeños productores, que favorezca el cultivo de alimentos
básicos para el consumo nacional.
Soñamos con la recuperación de nuestras tierras, aguas, selvas y bosques
para explotarlos de manera sustentable y no depredadora. No a la instalación de
mineras y petroleras trasnacionales. Que los recursos naturales y energéticos
del país sirvan para construir otro México.
Defendamos nuestras tierras y aguas. Defendamos nuestras culturas
originales. Hagamos valer nuestro derecho a una educación pública de calidad e
integral. Peleemos nuestros derechos laborales. Exijamos que los presupuestos
municipales y estatales se inviertan en escuelas, hospitales, creación de
empleos y servicios. Luchemos por una mayor participación en las decisiones
políticas de nuestro pueblo o municipio. Cambiemos esta realidad de terror por
una donde las mayorías podamos vivir en base al trabajo digno y honrado, el
sueño de José María Morelos por el que nuestros tatarabuelos pelearon.
Hagamos Posible el Amanecer.
Nos cansamos de la violencia estructural que en los últimos años ha
producido la pobreza de más del 50 % de la población, 20 mexicanos que están
entre los más ricos del mundo y más de 100 mil muertos en una supuesta guerra
contra el narcotráfico. Los que se benefician de esta violencia no nos
devolverán la patria ni reconocerán nuestros derechos voluntariamente, tenemos
que arrancárselo.
Ante un Estado que se sostiene en la represión, el crimen y el terror
cotidiano la respuesta con la violencia organizada de los de abajo no solo es
legítima sino necesaria. La violencia de los de abajo es un medio del cual
debemos valernos cuando sea necesario, no caer en la trampa de censurar por lo
que parece y dejar de lado lo que significa.
Hoy, desde los centros del poder satanizan la movilización y la
combatividad de los de abajo. Quieren negarnos el derecho a defendernos, a
responder, condenando nuestras acciones, justificando y escondiendo la
violencia que ejercen desde arriba.
En estos momentos, junto a la intención de generalizar la represión sigue
la represión silenciosa y selectiva y tras el discurso de respeto al estado de
derecho se esconde la amenaza de incrementarla, es la misma mano abierta que
ofreció Díaz Ordaz en el 68.
Además, están los infiltrados, existen y han existido, algunos son ‘rojísimos’
y otros ‘nadan de muertito’, buscan anular nuestra efectividad política,
tenemos que desarrollar la capacidad de detectarlos y desecharlos. La lucha
también es de inteligencias. Por eso es válido enmascarar el rostro, usar
técnicas conspirativas. No hay que ser ingenuos, de buenas intenciones se sigue
empedrando el camino hacia el infierno.
Las formas y niveles en que el pueblo puede ejercer su violencia respuesta,
son múltiples y variadas. Retomemos de nuestra historia y la de otros pueblos,
experiencias de cómo se combinan y complementan las diferentes formas de lucha
siempre y cuando sean desde y con los de abajo. Si algo nos enseñó la
revolución de 1910-17 es que únicamente el pueblo organizado y armado puede evitar
que los ricos usurpen el poder.
Necesitamos formar organizaciones completamente independientes del
gobierno, de los partidos y de los organismos vendidos que todo lo negocian.
Construyamos en cada colonia, en cada pueblo, en cada barrio la organización y
la autodefensa popular para, en la lucha por hacer valer nuestros derechos
vayamos levantando, desde abajo, el poder popular e identificando al enemigo y
reconociendo a los amigos.
Que nuestro dolor y rabia nos impulsen hacia la solidaridad, el colectivismo,
la construcción de nosotros mismos como luchadores honestos. Levantemos
nuestras voces y nuestros esfuerzos, profundicemos esta labor hormiga de
formarnos como mujeres y hombres nuevos mientras vamos construyendo el poder
popular desde abajo y donde el mandar obedeciendo se nos vuelva costumbre.
Este es el momento de enfrentar la militarización de la vida nacional con
la movilización combativa y protesta popular nacional e internacional. Es el
tiempo del trabajo silencioso de fortalecernos como organizaciones populares
pero también es imposible guardar silencio ante tanto dolor.
Quieren engatusarnos diciéndonos que los 43 son cenizas que el agua se
llevó. Lo que en verdad buscan diluir es nuestra indignación. Estén donde estén
mantengámoslos vivos, sigamos buscándolos, hagamos que nuestro dolor y coraje
se vuelvan lucha organizada, no abandonemos la movilización combativa de masas.
Es el momento de arrancarle al Estado la liberación de todos los presos
políticos del país y el respeto a las distintas formas de autodefensa con que
los pueblos decidan enfrentar a la delincuencia organizada de Estado.
¡Fuera Peña! Sí, pero más importante aún es construir las fuerzas
populares. Aportemos cada quien nuestro granito de arena.
Por eso, las Milicias Populares ¡Basta
Ya! levantamos hoy nuestra voz realizando una acción político militar de
carácter material y alcance limitado, con explosivos, contra Soriana en Valle
de Aragón, Ecatepec, una empresa que de manera más evidente contribuyó al
fraude electoral que impuso a la actual administración mafiosa y por tanto
tienen responsabilidad en los crímenes que hoy comete el mal gobierno.
Llamamos a esta acción: ¡26 DE
SEPTIEMBRE, VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS! Es una acción
limitada porque sabemos que es tiempo de construir y construirnos en silencio.
Pero también es momento de que el dolor y la rabia se conviertan en grito de
lucha.
Exigimos:
¡La
presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos!
¡Deslinde de
responsabilidades de los distintos niveles gubernamentales en los hechos de
Iguala!
¡Castigo a los
responsables!
¡Libertad a
todos los detenidos durante las movilizaciones!
¡Libertad a
todos los presos políticos del país!
¡Advertimos! De generalizarse la represión todas las empresas que hicieron
posible el fraude electoral de Peña Nieto, las que saquean los recursos de
nuestro pueblo y las que piden urgentemente la represión, pasarán a ser
objetivos militares.
La noche no es eterna, hagamos posible el amanecer.
Milicias Populares
¡Basta Ya!
12 de Noviembre 2014
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