Conoce el proyecto Normalista de Ayotzinapa y porqué ha incomodado siempre al poder político y al narco
octubre 8, 2014
Publicado por Guerrilla
Comunicacional México http://gcmx.wordpress.com/2014/10/08/conoce-el-proyecto-normalista-de-ayotzinapa-y-porque-ha-incomodado-siempre-al-poder-politico-y-al-narco/
Experiencia Escuela Normal
Rural de Ayotzinapa
Publicado el 06/10/2014
Breve documental que explica la organización, funcionamiento
y lucha de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
Hoy, luego de haber vencido el
ultimátum que tanto familiares como estudiantes dieron al gobierno estatal para
encontrar a los 43 estudiantes detenidos
desaparecidos en la violenta y cruel represión en Iguala, Guerrero,
permanece como una tesis cada vez más fuerte que los cuerpos encontrados en 6
fosas comunes pertenecerían al menos a un grupo de dichos estudiantes detenidos
desaparecidos, haciendo cada vez más frágil la sentida y justiciera consigna de
“vivos
se los llevaron, vivos los queremos”. Mientras tanto, la demora en la
entrega de los resultados de ADN (que va a tardar entre 15 días a 2 meses) y la
información errática en los medios (los cuales muchos han afirmado como cierto
lo que es hasta ahora solo una tesis), hace la situación aún más difícil para
los que están pasando por el doloroso momento de esperar encontrar a sus
compañeros y familiares.
Por lo mismo, y ante la
falta de respuesta y certeza es que los estudiantes normalistas han decidido
radicalizar la lucha, como asimismo es que se ha convocado a una marcha a nivel
nacional en México, fechada para el miércoles 8, para solidarizar con los
compañeros estudiantes asesinados y desaparecidos.
Un proyecto que se ataca y se reprime
Del mismo modo, son pocos los medios
que reparan en el proyecto de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, y que
permitiría entender el porqué de los ataques y de la represión que han sufrido
no excepcionalmente ahora, sino que sistemáticamente.
La Escuela Normal Rural de
Ayotzinapa es un modelo de educación popular, autogestionada, horizontal y
consciente que es digna de admirar. Tiene sus orígenes en un proyecto
gubernamental de Lázaro Cárdenas en los años 20 del siglo pasado, que tenía
como finalidad masificar la educación mediante la creación de escuelas normales
que permitieran formar profesores rurales. Es así que en 1926 se funda Escuela
Normal Rural Raúl Isidro Burgos (que es su nombre oficial), la cual se ha
mantenido, a pesar de una serie de hechos y procesos históricos de por medio,
en un verdadero gesto de resistencia hasta el día de hoy.
Constantemente atacada por
el abierto carácter combativo y los altos niveles de conciencia política
de sus estudiantes, la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa ha tenido que
enfrentar tanto la represión como la indiferencia de las autoridades. De la
segunda forma de agresión, llevada a cabo principalmente negando el
financiamiento, es que los estudiantes normalistas han desarrollado formas de
autogestión, en donde ellos son protagonistas de la obtención de fondos para
los gastos de la escuela y manutención personal. Siembran, cosechan y crían
animales para poder financiarse, así como también realizan colectas con los
mismos fines.
También, y en ese mismo
sentido, anualmente realizan un pliego a las autoridades en donde normalmente
se exige mejoras académicas (ej. más profesores) como un mejor financiamiento
desde el estado (que es mínimo).
Una ética y una práxis política
Sin embargo, lo más interesante en este
proyecto que es la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa es que hay un discurso
político que se pone en práctica día a día. Existe fraternidad y horizontalidad
entre los integrantes. Del mismo modo se buscan formar como profesores no tan
solo como una forma de mejoramiento profesional individual, sino principalmente
como una forma de contribuir a la transformación de la sociedad en la que
viven. Es por ello que definen su educación como una forma de educación popular
(que desafía al poder y a la estructura económica imperante), en donde además participan
activamente en la gestión y en el proceso educativo.
Del mismo modo, alternan la
formación pedagógica con la formación política, pues ellos se ven y se
proyectan como agentes de cambio, y a su escuela como germen de un proyecto
revolucionario. Formación política que sin embargo es principalmente canalizada
en la praxis, en llevar a cabo una forma de relacionarse y de realizar las
distintas tareas.
Más allá de los murales y
las múltiples consignas que pueblan la escuela, lo más revolucionario, lo más
subversivo que se puede apreciar es como ellos mismos llevan a cabo sus vidas,
la gestión de su espacio y la formación tanto personal como profesional,
destinados a crear un mundo nuevo y un hombre nuevo.
La constante represión
Por todo lo mencionado anteriormente,
es que no nos ha de extrañar que el Estado y el narco vean a esta escuela como
un enemigo natural y como un espacio completamente incómodo a sus propósitos.
Esto se lo han hecho saber repetidas veces, con intentos de desalojo, represión
y hasta la desaparición de estudiantes.
Antes del 26 de septiembre
del 2014, la represión más grande que sufrieron los normalistas de Ayotzinapa
ocurrió el 12 de diciembre del 2011, cuando los estudiantes se movilizaron por
sus demandas cortando la Autopista del Sol, siendo atacados tanto por la
policía estatal como federal, quienes asesinaron a tres normalistas y dejaron a
varios heridos durante esa negra jornada.
De este modo, es que se
entiende que lo ocurrido recientemente no se trata de un hecho excepcional ni
de una desgracia fortuita. Es parte de un historial de represión y violencia
contra un proyecto transformador que amenaza las bases del poder establecido
(tanto del Estado como de los narcos), puesto que presenta una nueva forma de
organizar la sociedad, una ética distinta que no privilegia el individualismo o
el éxito personal, y que no está dispuesta a someterse a nadie, puesto que todo
lo han ido construyendo con sus propias manos.
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