A los desaparecidos, ¡Alerta, Alerta!, Quiero que te levantes América y Policía (cuatro poemas de Martín Martínez)
Desde este espacio libre, autónomo, hemos expresado nuestra solidaridad
con el poeta Martín Martínez y repudiado las amenazas que ha recibido de parte
del estado mexicano, como parte de una campaña intimidatoria que busca silenciar
la palabra de compromiso del poeta con
las luchas de nuestro pueblo y de los pueblos del mundo.
Hemos respaldado la campaña
de nacional e internacional de solidaridad que se viene realizando en
solidaridad con el poeta. Para que se comprenda más el por qué de las amenazas
que desde las cloacas del poder político lanzan contra el compañero hoy
publicamos aquí cuatro poemas de su autoría: A los desaparecidos, ¡Alerta,
Alerta!, Quiero que te
levantes América y Policía.
Estos poemas de Martín
Martínez reiteran la gran verdad expresada hace más de medio siglo por el poeta
español Gabriel Celaya: “La poesía es
un arma cargada de futuro”. Y con él desde aquí afirmamos: ¡Somos el puño que se levanta!, ¡Somos la voz
que no callarán!
Salud y Fuerza, compañero
Martín. Gracias por tu poesía. Nos llena de coraje las amenazas que te
persiguen. Ahora, como siempre, decimos: Resistir por ahora, llegará el momento
en que junto a nuestro pueblo las oleadas de rebeldía barrerán a los tiranos, a
sus espías, a sus esbirros con y sin uniforme.
(Si estás de acuerdo en
suscribir el pronunciamiento de la Campaña Nacional e Internacional de
Solidaridad con el poeta Martín Martínez, envía tu firma individual o colectiva
a: SextaPorLaLibre@gmail.com
y ayuda a difundirlo a todos tus contactos, a las redes sociales y a los
organismos defensores de derechos humanos honestos)
El texto íntegro de la
campaña solidaria puedes leerlo en:
A los desaparecidos
Mira cómo nadie calla,
hasta los pájaros cantan
en medio de esta batalla.
Pedro Faura
¿Quién? ¿Quiénes?
¿Cómo son los rostros de los que te
secuestraron?
¿Quién? ¿Quiénes?
¿Cómo son los que te desaparecieron?
Los que llenaron de congoja todos los
minutos,
los recuerdos, la vida.
¿Quiénes son los sátrapas, los
nauseabundos,
los verdugos agudos?
¿Qué nube tan tenebrosa cubrió su infancia
que sólo crueldad germina de sus corazones
que sólo ácido violento vierten sobre tus
carnes y las nuestras
sobre la esperanza y las palabras?
¿En dónde estás ahora, compañera
desaparecida?
¿De qué cruel atmosfera te rodean los
sarcófagos malditos?
¿Qué gritos te provocan los hijos del lodo?
¡Amor mío, me duele profundamente la herida
de tu ausencia!
La geología de la Patria se hunde de
tristeza por la incógnita
¡Te sabe en manos del azufre!
¡Qué espiral tan grande de incertidumbre!
¡Qué tiempo tan violento daña
el pecho esperanzado del mundo!
¡Desaparecido, desaparecido, desaparecido!
secuestrado por los constructores de sustos
¡Qué bajeza la que te condena a las
lágrimas!
la que lleva manantiales fríos a los labios
que te nombran
que te buscan, que te aman.
Pero tu luz humana se levanta
sobre la muerte que te quieren dar
tu ideal justo de un mundo libre
se enraíza en la cólera del pueblo
y no te olvida el trasparente rocío, el
crepúsculo rojo
y los amorosos combatientes del pueblo.
Nuestra búsqueda es inacabable, imbatible
nuestra existencia se levanta sobre los
gruesos
muros de los traidores
somos maíz que se desgrana, se disemina
como alimento para la hostigada primavera
somos fulgor contra el puñal
maldito de criminales cobardes.
Nuestras luchas están con el advenimiento
del mundo
en el andar de las rojas multitudes
que como aceradas olas te buscan
con un solo ritmo cósmico de meteoros
cumpliremos.
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Alerta, alerta!
Un pueblo sin odio no puede triunfar sobre
un enemigo brutal.
Ernesto Che Guevara
¡Están bombardeando a los pueblos!
¡Están bombardeando a los pueblos!
Obrero, esas manos caídas que te muestran
los diarios
esos cuerpos desechos bajo el fuego
imperial
esos exilios lúgubres de cuerpos sombríos
esos rostros de terror infrahumano
son de hermanos
vietnamitas, panameños
guatemaltecos, palestinos
salvadoreños, mexicanos
iraquíes, yugoeslavos…
No van en esas filas los poderosos
y estrategas de la guerra, no van.
Marchan los del pan y el salario
van los de la sangrante renta
los horarios desgastantes y alargados
van trabajadores agrícolas y urbanos
son tus hermanos proletarios.
Obrero, pon atención a lo que te hablo
los agresores son tus futuros invasores:
Fruit Juice Company, Exxon, Chevron,
Coca cola, General Electric, Shell,
American City Bank, Miami Beach,
Walker, Trumann, Nixon, Reagan, Bush,
Clinton, Obama.
¡Alerta obreros del mundo!
a preparase para lo peor
a preparar la insurrección
que vienen las fuerzas electrónicas
invadiendo con su “¡good, very good!”.
Mira las fotos de los diarios
observa los rostros humanos
son obreros del campo y
urbanos
no son el “American way of life”
Kentucky, McDonald’s, Wal-Mart.
Son los pueblos del mundo bajo el fuego imperial.
¡Alerta pueblos del mundo!
¡Alerta que el Gran Garrote quiere su aldea
global!
¡Fuego, fuego, los yanquis quieren fuego!
¡Fuego, fuego, el mundo está en llamas!
¡Los yanquis quieren fuego, fuego!
¡Alerta obreros del mundo!
Quiero que te levantes América
Al
Comandante Hugo Chávez Frías.
Quiero que te levantes América
con la fuerza destructora de tus hijos
con los potentes días de tu Historia.
Contra la opresión castrante de cinturones de
miseria
¡Levántate, Continente!
Fértil tierra de combatientes amorosos
¡anda!
disemina tu corazón púrpura
entre los pueblos de maíz y Araucanía.
¡Quiero que te levantes América!
Mujer, labrador, obrero, poeta, militante
recuperen la Memoria negada por protervos.
¡América alza el viento subversivo de tu historia!
Que no te arranquen tus frutos, tu semilla
y la cultura esplendorosa de tus pueblos.
Alza tus ojos América, tus brazos de fuegos
proletarios
ya no más dolores Continente
ya no al paso asqueroso de la CIA
no dejes que te incrusten dictaduras.
Oponte a la expedición punitiva de las arpías
que no sangren tus lágrimas continente
levanta tu esperanza campesina
tu andar de Madre Subversiva.
Me duelen tus amaneceres envueltos en infanticidios
Amor mío ¡qué arda el fuego internacionalista de
tus amantes!
¡Qué viva el ejemplo cósmico de tus mártires!
Ya no al látigo del traidor, no a los Boinas Verdes
enemigos.
Que resuenen cómplices tus volcanes
la furia geográfica de tus cordilleras
ante el rumor creciente de tus pueblos.
Levántate América.
Dictaduras, ya no
patrias divididas, ya no.
¡Quiero que te levantes América
con los potentes días de tu Historia!
Policía
Policía, sé que vigilas mis pasos
y que con ojos de rabia
te escondes en la oscuridad de tus hechos
asediando también a mis seres queridos.
Sé que odias mis inquietudes, mi relación
con el pueblo
y que deseas terriblemente tenerme entre
tus garras
para arrancar mis uñas, humillar mi hombría
romper mis costillas, orinar mi cara
y hacerme sentir la agonía más larga, lo
sé.
Más, sábelo,
podrás golpear mis huellas, intentar borrar
lo que amo
alejarme de mis tierras, escupir mi rostro,
sumirme en la prisión más subterránea
deformar mi faz a culatazos,
quebrar las ramas de mis brazos
arrancar la flor de mis palabras
castrarme hasta el grito despiadado
esparcir mis restos como festín para
animales.
Podrás hacer todo eso
pero nunca detendrás lo sembrado
lo construido en el proceso de Liberación
Popular
no podrás parar ni el odio, ni la
esperanza,
ni la organización y la guerra del pueblo
que unicelular se conduce hacia la
victoria.
Nada podrás parar,
como nada puedes hacer contra la lluvia,
el arco iris,
la primavera y la aurora roja
que nacen derrumbando lo viejo
nada podrás contra eso,
imbécil policía,
ignorante de la Historia.
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