Escrito por
Librado Baños Rodríguez
Preso político de
UCIDEBACC
Penitenciaría
Central de Santa María Ixcotel, Oaxaca
A los defensores y defensoras de
derechos humanos
A las organizaciones sociales, colectivos y frentes
A mis hermanos y hermanas
A las organizaciones sociales, colectivos y frentes
A mis hermanos y hermanas
A mis hijos e hijas
Se cumple ya un año de mi encierro
en este frio lugar, un año de rabia y de indignación pero también de
resistencia, un año lejos de casa, de la comunidad, de mis hermanos y mis
hijos, un año que transcurre lento, que duele, que cala en los huesos; pienso y
escribo, recuerdo y sueño, durante estos 35 días transcurridos en este encierro
me alimentan los recuerdos, las risas de los niños y niñas de la comunidad, las
palabras de aliento que traen los compas cada que pueden venir a verme; las
palabras y abrazos de mis hijos e hijas… sigo vivo, sigo firme, sigo soñando.
Me mantiene el
recuerdo de las pláticas de los jóvenes universitarios en los pasillos de la
facultad, sus cuestionamientos en clase, su ímpetu y sus energías que
alimentaron mis años como su profesor, las largas charlas y discusiones en el
plano académico con mis maestros y compañeros catedráticos de la universidad de
Guerrero, la combativa lucha de los campesinos en Guerrero y la incansable
perseverancia de las colonias populares en Acapulco con los que tantos caminos
recorrí, organizando, planeando, actuando y soñando; Me mantiene resistiendo la
lucha por nuestros derechos, el proyecto de comunidad que sembré en Pinotepa
junto a cientos de manos que como yo, creyeron que otro mundo es posible, que
no solo se trataba de resolver la problemática de vivienda de cientos de
familias pobres, sino que se trataba de construir juntos una identidad, un
hogar, una vida digna para ellos y ellas, y sus hijos e hijas, enseñarles a
construir, gestar juntos desde las entrañas de nuestros hogares el trabajo
colectivo y la conciencia de clase; y así nacimos todos y todas, al calor de
las luchas y la colectividad que nacía con nosotros y digo nacimos porque nací
con ellos y ellas, y todo lo que había aprendido con anterioridad se guardó
para reeducarme con ellos y ellas, compartiendo con diferentes culturas,
colores, religiones, pensamientos, emociones y tristezas, no fue fácil, pero
aprendimos e hicimos el acuerdo de que jamás el color de la piel, el sexo o los
dioses nos separarían, que hoy nos unía algo más fuerte que ello, nos unificaba
la razón y el derecho, la necesidad y la vida.
La salud, la
educación, el trabajo, la vivienda y la seguridad eran derechos que se nos
habían negado durante siglos y hoy nos unía el coraje de luchar por ellos.
La lucha que hemos
dado juntos me mantiene de pie, a más de un año que el Estado y Gabino Cué
pretendieron y aún siguen pretendiendo despersonalizarnos, desmoralizarnos y
destruirnos, hablo en plural porque lo mismo ocurre con mis compañeros Felipe y
Teófilo; Nos alejaron de nuestras familias, de nuestras hijas e hijos, de
nuestras esposas, perdimos nuestros trabajos que daban sustento a nuestras
familias, nos alejaron de los juegos y las risas de nuestros hijos, de las
caricias sanadoras de nuestras madres, del abrazo reconfortante de nuestras
esposas.
Desde aquí
agradezco a todos los hombres y mujeres dignos que han acompañado la lucha de
nuestra comunidad, a los defensores y defensoras de derechos humanos que han
abrazado nuestra defensa, a nuestros hermanos y hermanas de lucha que prestan
su voz a nuestro grito de justicia y libertad, a todos y todas: GRACIAS.
A mis compañeros
de la comunidad les digo que yo resisto, que yo sigo firme, que no sé cuánto tiempo
se digne el Estado a tenerme aquí, pero que eso no importa, importa la lucha,
que continúe, que no muera, que florezca… porque solo entonces habrán valido la
pena las horas de soledad en esta prisión.
A mis hijos e
hijas: Deyanira, Tania, Lenin, Camilo, Itzel y Arafat, les digo que no se
preocupen que estoy bien y que estaré mejor en la medida que no abandonen sus
sueños, que luchen y defiendan su derecho a la vida y a la libertad; sepan que
su padre les ama profundamente y que lo único que me pesa es no poderlos
abrazar, caminar y platicar durante horas como solíamos hacerlo, pero el
recuerdo de sus rostros y el de mis nietos me alimenta, les amo y les bendigo
en cada uno de sus pasos.
Gracias a todos y
todas los que han estado al pendiente de nuestros proceso jurídico, gracias a
los y las que acompañan a nuestras familias en este difícil camino, pese a que
los jueces federales en los juzgados 4º y 8º se empeñan en obstaculizar
nuestros procesos porque evidentemente trabajan bajo una línea política de Estado
que criminaliza a los que luchamos por nuestros derechos, pese a ello
seguiremos luchando y exigiendo justicia.
“El problema no consiste en caer
prisionero, en no entregarse reside todo el problema”
Desde la
Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel, Oaxaca
Fraternalmente
Librado Baños Rodríguez
Preso Político y de Conciencia
UCIDEBACC
Librado Baños Rodríguez
Preso Político y de Conciencia
UCIDEBACC
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