El 80% de las mujeres migrantes centroamericanas son violadas en su camino hasta cruzar el Río Grande
Escrito por Cristina Robles
17 septiembre, 2014
Provenientes de una de
las zonas más conflictivas del mundo, miles de mujeres y niñas centroamericanas
buscan huir al norte en busca de seguridad, trabajo y educación. La búsqueda de
este “sueño americano” ha convertido
a esta población migrante en víctima de los abusos sexuales, de los cuales,
irónicamente, muchas venían huyendo en sus países de origen.
En el marco del aniversario 193 de la independencia centroamericana,
Amnistía Internacional advierte que las mujeres y niñas de Guatemala, Honduras y el
Salvador sexualmente agredidas de camino a EEUU subió del 60% al
80% desde el 2010 hasta la fecha. Esta entre otras razones, ha
causado una crisis humanitaria al norte del Río Grande, donde una de cada siete
mujeres no ha alcanzado la mayoría de edad, y viajan sin la compañía de algún
adulto que vele por su seguridad.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la
gran mayoría de estas violaciones ocurren durante la travesía por México, donde
el sexo se ha convertido en moneda de cambio cuando estas mujeres se quedan sin
dinero para poder pagar los sobornos, ya sea a las autoridades policiales,
migratorias, las mafias o los coyotes. Este tipo de “arreglo” se volvió tan común que existe una palabra para
describirlo: “cuerpomatic” haciendo
alusión a los cajeros automáticos.
Lo más alarmante del caso es que estas cifras en definitiva, no representan
el total de las víctimas. El estigma social, la vergüenza y el miedo a ser
deportadas impiden que estas mujeres y niñas acudan a las autoridades, mismas
encargadas de deportar a las personas con situaciones migratorias irregulares.
Muchas de estas mujeres, no llegan más allá de la frontera mexicana con
Guatemala. Prostíbulos, night clubs y
burdeles colman las ciudades fronterizas, donde muchas de ellas cayeron en
redes de trata, terminando de una vez por todas con sus intenciones de
migratorias.
¿Cuáles son las razones para que estas mujeres, en su mayoría niñas huyan
de sus países? Según el informe más reciente de ACNUR, “Children on the run” en Guatemala por ejemplo, el
20% de los niños migrantes ha sufrido algún tipo de violencia por parte de
su sociedad, incluyendo el proveniente de pandillas y crimen organizado. En
Honduras uno de cada cuatro niños ha sido abusado por miembros de su familia y
en El Salvador 69% de los niños que cruzan la frontera sur de EEUU han
sido víctimas de la violencia y el crimen organizado en su país de origen. Las
niñas salvadoreñas particularmente han hecho hincapié en el miedo a la
violencia sexual.
Relata Margarita (nombre ficticio para proteger su identidad) para Amnistía
Internacional: “Tú no puedes imaginar cómo
tus sueños se pueden acabar en cualquier momento de este camino…Él (el
soldado) me jaló el brazo y me hizo
caminar hasta los arbustos. Me llevó lejos de las líneas del tren hasta que
estuvimos completamente solos. Me dijo que me quitara toda la ropa para ver que
no llevara drogas… Me dijo que si hacía lo que él me ordenara, me dejaría ir”.
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