Miércoles, 12 de marzo
de 2014
Antes de que empezara el proceso directo y
deliberado de la Escuelita Zapatista, el zapatismo del EZLN ya nos había
enseñado algunas lecciones que no debemos olvidar. Una muy importante, sin la
cual no se pueden entender las otras, es no temer ser impopulares: arriesgarse
y arrostrar la impopularidad por defender su verdad en lugar de traicionar a
los suyos, a sí mismos, para adoptar, seguir o aparentar un discurso popular
(en ese enajenado sentido de lo popular que han impuesto los medios de masas).
Decir la verdad no siempre te hace popular; las mentiras son más dulces para
muchos oídos y, en ocasiones, decir la verdad simplemente te hace odioso para
aquellos que salen descobijados. Digamos que es esa máxima aristotélica: soy
amigo de Platón pero más soy amigo de la verdad.
Otra
lección es construir un camino propio, una coyuntura propia, tratar de
generarla, construirla, tomar la iniciativa, en lugar de irse a donde lleva la
corriente, siguiendo a las masas (decían algunos compas en broma, “para masas, fórmate en la fila de las
tortillas”). No se trata de ir a donde otros ya han hecho un trabajo y
tratar de “arrebatarles” sus bases.
Se trata de construir donde hace falta, en donde no ha sido edificada una
fortaleza.
Cada
movimiento tiene su trayectoria y no es mera cuestión de dar vuelta el timón
más a la izquierda o la derecha: si tu carro va para la izquierda, ¿cómo puedes
subir tanta tripulación recién importada de la derecha? Pero si otro movimiento
ha construido una trayectoria con sus propias fuerzas, métodos, su ideología,
sus objetivos, ir a querer arrebatarle la hegemonía donde él ha construido
solamente denota la falta de ética y de capacidad de trabajo para organizar
algo propio. Hacer un discurso de coyuntura, para no salirse del cuadro, y
esperar el momento de tomar las riendas y dominar la escena es, más que mero
oportunismo, autoengaño: las fuerzas de izquierda
que hacen eso terminan por convertirse en la cola del león que pretendían
domesticar y bien encaminar.
Asimismo,
los zapatistas nos han enseñado a no usar la violencia contra los otros
movimientos, a pesar de que ellos han recibido ataques paramilitares incluso
desde partidos sedicentes de izquierda
como el PRD, pero, no lo dicen en broma: “no
hemos disparado”. Han denunciado, han hablado fuerte e incomodado, pero no
han respondido con violencia a los ataques provocadores de esa pseudoizquierda.
No basta
con asumir en el discurso los principios del zapatismo, ni con enarbolar
conceptos de otros movimientos o tendencias de izquierda que confluyen o
simpatizan con el zapatismo actual, porque si un movimiento, desde un pequeño
colectivo hasta una gran organización, no construye su propia obra, su propio
camino, su propia aportación, en lugar de tratar de desplazar a otros,
arrebatarles espacios, disputarles lo ya hecho, no se puede considerar
zapatista, recordemos: convencer y no vencer.
Cuando
convences, tejes, construyes, sumas, incrementas la fuerza de abajo, pero
cuando vences, derrotas, apabullas y aplastas, además de satisfacer el propio ego
y machismo, lo que logras es destejer, dividir, alejar, hacer retroceder la
fuerza el movimiento social, de la banda, de aquello que deberías estar
impulsando a crecer y fortalecerse.
Las
veredas de la resistencia autonómica zapatista son más difíciles que el camino
estrecho que dicen el budismo o el cristianismo, pero si no podemos caminar por
esas veredas autonómicas, al menos debemos tratar de llevar la lucha con ética,
con dignidad, con humildad: a la larga quizá eso puede derrotar al poder y
cambiar las cosas, porque usar los medios del poder (la violencia, la calumnia,
la intimidación) es irse convirtiendo en eso que decimos combatir. No tenemos
por qué vernos como nos ve el poder, con el ojo criminalizador de Polifemo.
Recordemos
cómo los poderosos no entendían en los diálogos de San Andrés qué es eso de “dignidad”. Si no entendemos y podemos
vivir eso, lo demás es fraseología.
Billy
Joel - Honesty (Live) Subtitulos Español
Honesty
http://vimeo.com/39561872
Honestidad, una palabra tan solitaria
todos son tan falsos
Honestidad, pocas veces escuchada
y es sobre todo lo que necesito de ti
Puedo encontrar un amante
puedo encontrar un amigo
puedo tener seguridad
hasta el amargo final
cualquiera puede reconfortarme
con promesas otra vez
lo sé, lo sé
http://vimeo.com/39561872
Honestidad, una palabra tan solitaria
todos son tan falsos
Honestidad, pocas veces escuchada
y es sobre todo lo que necesito de ti
Puedo encontrar un amante
puedo encontrar un amigo
puedo tener seguridad
hasta el amargo final
cualquiera puede reconfortarme
con promesas otra vez
lo sé, lo sé
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