Derrotar al fascismo, como en la II Guerra Mundial |
por Enrique Muñoz
Gamarra*
Domingo, 16 de marzo de
2014
Ante todo, mi total
solidaridad con el Referéndum en la República Autónoma de Crimea. También con
las resistencias antifascistas en Venezuela, Siria, Libia, etc. Sobre esto hay
que precisar que la situación internacional es absolutamente favorable a estos
países. No es un secreto para nadie que la ocupación de Kiev ha removido el
asunto geoeconómico, Rusia y China empiezan a divergir y acentuar en sus
propias opciones. Es parte de las leyes económicas que controlan el funcionamiento
del sistema imperialista y que ahora los empuja a un agravamiento de sus
contradicciones. Y en estas condiciones las cuatro características de la actual
coyuntura histórica empiezan a acentuarse. Nos referimos a la debacle del
dólar, las ansías de los espacios geopolíticos por parte de Estados Unidos, la
equiparación de fuerzas y la carrera armamentística que cada vez es muy
intensa.
En esto es bueno no olvidar
los recientes hechos históricos:
PRIMERO, que el edificio unipolar ha venido
diluyéndose casi desde cuando se impuso, exactamente, desde finales de la
última década del siglo XX (1995-1999). Esto es a raíz de los remezones que
empezaron a sentir sus experimentos en el sudeste asiático (tigres asiáticos).
Sabíamos que se había impuesto en 1991, tras la caída de la Ex URSS. Entonces
su vigencia fue tan fugaz. Luego, con la gran crisis económica de 2008 su
situación estaba complicada. En 2010 se hizo aún más aguda. A finales de ese
mismo año soportó la ruptura de la alianza estratégica sino-estadounidense en
lo económico y, desapareció en ese mismo momento (2010), vapuleado por la gran
crisis económica y enterrada para siempre con la reacción político-militar de
Rusia y China a finales de 2011. Y, desde entonces sabemos que la estructura
multipolar estaba en pleno proceso. Luego, esto se vio fortalecido, aún más, en
el primer semestre de 2013 con la derrota de la línea militar de desgaste del
ejército agresor estadounidense en Siria, del que emergió un importante
equilibrio de fuerzas en el mundo. Una situación que el grupo de poder de
Washington no soporto y trato de romperla el 03 de septiembre de 2013 al
disparar dos misiles balísticos contra Damasco. Pero fueron tan milimétricas
las defensas antiaéreas de Rusia y Siria que obligaron inmediatamente a este
grupo criminal a desistir de sus infames propósitos.
SEGUNDO, que Moscú está harto de los
incumplimientos de Washington de acuerdos preestablecidos. Como se recordará
los incumplimientos han sido varios. Solo tres ejemplos: uno, cuando fue
disuelta la ex URSS en 1989 y consecuentemente el Pacto de Varsovia. Dos,
cuando pidieron a Rusia dejarle de asistir a Irán con los S-300 a condición de
que este asunto fuera tratado posteriormente en el mismo Consejo de Seguridad
de la ONU y con condiciones desconocidas que luego indudablemente no fueron
cumplidas. Tres, cuando le pidieron a Rusia se abstuviera en el seno del
Consejo de Seguridad de la ONU en el caso de la exclusión aérea sobre Libia. El
primero motivó al avance de la OTAN casi a las fronteras de Rusia (Europa del
Este y Asia Central). El segundo debilitó el potencial de fuego de Irán. El
tercero dio origen a la exclusión aérea sobre Libia, una agresión con saña y
ventaja, que condujo a este país en lo que es ahora realmente (colapsado). Toda
esta patraña fue asimilada, con creces, por el actual presidente Ruso, Vladimir
Putin, que califico a Estados Unidos, de un país nada confiable.
Particularmente sobre el tercer punto mi fuente dice lo siguiente: “Dando este paso (reacción contra
occidente), Rusia pretende justificarse y
recuperar su prestigio después de la guerra en Libia. En aquella coyuntura
bastó que el embajador ruso renunciara a vetar en el Consejo de Seguridad la
resolución sobre la zona de exclusión aérea sobre Libia para que en este país ocurriera
lo que, afortunadamente, hasta ahora no ha pasado en Siria. Luego, Moscú
exclamaba indignada que la habían engañado” (1).
TERCERO, es bueno tomar en cuenta siempre,
por lo menos en esta coyuntura, el siguiente dato: “La política actual de Washington es mantener la supremacía militar en
Asia, pero una carrera armamentística con China podría hacer que la Guerra Fría
nos pareciera una minucia. La economía de la Unión Soviética representaba solo
una cuarta parte de la de Estados Unidos cuando se produjo aquella carrera
armamentística. Si Estados Unidos entrara en un proceso serio de ese tipo con
China, los estadounidenses podrían olvidares de Medicare, la seguridad social y
de la mayor de aquello en lo que el gobierno de Estados Unidos gasta su dinero”
(2).
CUARTO, también lo voraces e insaciables
que son las rapaces burguesías financieras de Estados Unidos que a pesar de que
al final del circuito productivo o ensamblaje que se produce en China,
aproximadamente, 55 centavos de cada dólar inmersa en cada producto que va al
mercado internacional con la leyenda “Made
en China” pasan a engrosar directamente a sus propias arcas, y aun así,
fíjense ustedes, hay descalabro económico en Estados Unidos (3). Esto no es sino una muestra real e
incuestionable de que este país se ha convertido en un país parasito que vive a
expensas del resto de países y, aun así, se atreve a acusar a Rusia y China de
ser el causante de sus penurias económicas.
Y, QUINTO, lo sucedido el 09 de enero de 2014 cuando Estados Unidos
fue remecido que hasta sus prensas enmudecieron, pues ese día el ejército chino
(EPL) había probado con éxito el misil hipersónico WU-14 que se desplaza a una
altura relativamente baja y rasante y con una velocidad récord que se estima en
10 veces la velocidad del sonido, es decir más de 12.000 kms por hora (Estados
Unidos tiene un aparato semejante pero con menos velocidad), capaces de
penetrar en los sistemas de defensa de misiles de este país (Estados Unidos) y
capaces de transportar cabezas nucleares. Fue una situación algo parecida a lo
que ocurrió el 04 de octubre de 1957 cuando la URSS envío al espacio el Sputnik
1 el primer satélite artificial de la historia. Y. también como el 12 de abril
de 1961 cuando Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano que viajó al
espacio en la nave Vostok 3KA-3, más conocida como Vostok 1. Por lo que con la
prueba exitosa de este misil hipersónico WU-14 China pasaba a establecer su
hegemonía ofensiva en el campo de los misiles por delante de los Estados
Unidos. Veamos el apunte internacional: “La
preocupación del Pentágono radicaría en que, según los expertos, este tipo de
misiles tendrían la capacidad de invalidar toda tecnología de detección e
interceptación antimisiles de EE.UU., estableciendo una hegemonía ofensiva. Mientras
tanto, China continúa su decidido progreso militar, con la reciente puesta en
servicio de un portaaviones, buques de asalto anfibio, cazas invisibles a los
radares, aviones no tripulados y un sofisticado programa espacial” (4).
Entonces, ahora el asunto está
bien claro:
En que por un lado,
mientras Estados Unidos ha agitado a los países de Europa Occidental, sobre
todo, a los países del báltico incluyendo a Polonia, tensionándolos
militarmente vía la OTAN e incluso llevando el asunto al Consejo de Seguridad
de la Naciones Unidas para una Resolución anti-Crimea, que este sábado (15 de
marzo de 2014) fue vetada por Rusia; por otra parte, este país (Rusia) ha
puesto en máxima alerta sus tropas e incluso hizo una prueba de lanzamiento del
misil balístico Topol-M este martes 04 de marzo de 2014 desde el polígono del
Ministerio de Defensa ruso situado en la provincia de Astracán e impactado en
territorio de Kazajistán, también envío una flotilla de aviones de combate a
Bielorrusia para contener, en caso necesario, lo que hay en Polonia. Todo esto,
no puede indicar otra cosa, sino, la certeza de que efectivamente existe en el
plano internacional la equiparación de fuerzas entre Estados Unidos, Rusia y
China, que al parecer el grupo de poder fascista de Washington no quiere
aceptar.
Pero la historia es la historia. Aunque su avance no es en línea recta,
sino, zigzagueante, pero al fin y al cabo siempre ascendente, que en este caso
nos estaría poniendo en sobre aviso que la situación internacional está
definitivamente a favor de los países que luchan contra el fascismo. Esto
incluso a contracorriente de esa situación explosiva y de agitación fascista
que hay actualmente en algunos países. Y por eso decimos que el fascismo no
pasará. En eso estamos bien claros. Absolutamente claros.
NOTAS:
1.- “Los S-300 rusos y su influencia en la conferencia de paz sobre Siria”.
Autor: Dmitri Kósirev. Nota publicada el 31 de mayo de 2013, en: Ria Novosti.
2.- “¿Debería preocuparnos que China supere a Estados Unidos?” Noticia
aparecida el 29 de abril de 2011, en: spanish.china.org.cn
3.- “Políticas proteccionistas de EEUU hacia China dañan sus propios
intereses: Medios”. Noticia publicada el 18 de agosto de 2012, en:
spanish.china.org.cn
4.- “EE.UU. hace saltar las alarmas ante el imparable progreso militar de
China”. Nota publicada el 20 de enero de 2014, en: Rusia Today.
(*) Enrique Muñoz Gamarra: Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en
Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org
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