A todas las personas solidarias de buen corazón:
En los próximos días, el Tribunal de Justicia del DF
decidirá si mi hija Yaki se queda en
la cárcel o la liberan. Por eso les escribo.
Hace ya más de un mes,
el 17 de diciembre, le dictaron injustamente un auto de formal prisión. Ella
fue secuestrada por dos desconocidos y llevada a un hotel donde fue torturada,
y abusada física y sexualmente. Logró defenderse, pidió ayuda a la policía, y
fue encarcelada.
Jesús Sevilla Flores, el
secretario de acuerdos del juzgado 68 (¡el juez estaba de vacaciones!) no valoró
las pruebas que tenía: ignoró el testimonio de mi hija que fue quien pidió
ayuda a la policía; tampoco valoró el certificado médico que describe más de 12
heridas graves en su pequeño cuerpo, ni las fotografías de las lesiones que la
propia procuraduría tomó, y que comprueban el ataque físico y sexual que vivió.
La Procuraduría intentó desaparecer estas fotografías después.
Este lunes metimos un
recurso legal que se llama apelación ante la magistrada Celia María Sasaki,
donde explicamos que el auto de formal prisión fue injusto e ilegal.
Tengo mucha esperanza de
que la magistrada tome en cuenta las pruebas, y de que reconozca el derecho a
defenderse de las mujeres que son violadas y atacadas, como el caso de Yaki. Y con eso, también tengo esperanza
de que la Procuraduría por fin deje de acusar falsamente a mi hija. No sólo se
trata de Yaki, sino de millones de
mujeres.
Ayer leí que Esperanza,
una mujer que duró dos años encarcelada por pagar con un billete de 100 pesos
falso, fue liberada, y eso me renovó la esperanza de que se hiciera justicia en
el caso de Yaki. Su abogado dijo que
esto se logró en gran parte por el apoyo de 19 mil personas que firmaron, se
indignaron, y le pidieron justicia al gobierno.
Necesitamos el apoyo
para que, como en el caso de Esperanza, se haga #JusticiaparaYaki porque la cárcel no debe estar llena de mujeres que
no son criminales. Basta con ser mujer y no tener dinero para que las
autoridades no les crean.
Creemos que cuando los
funcionarios y jueces se sienten observados por miles de personas que les piden
cuentas, hay menos posibilidades de que haya corrupción y discriminación, y es
más probable que se haga justicia.
Por eso, en estos días
que son cruciales, queremos reforzar el llamado a Miguel Ángel Mancera, al
procurador y al Tribunal de Justicia del D.F. a través de Twitter. ¿Nos ayudan? Pueden tuitear
esto:
@ManceraMiguelMX
@tsjdf #Yakiri merece justicia y libertad ya. Estaremos atentos.
#JusticiaparaYaki http://chn.ge/1bIGpKn
Si todos enviamos un tuit, sabrán que somos más de 65 mil
personas apoyando y, en unas semanas tal vez podremos tener de nuevo a Yaki en esta casa, que es su casa.
Realmente creo que tenemos la posibilidad de cambiar estas circunstancias
injustas y crueles.
Junto con Yaki, ustedes son nuestra fuerza para
seguir. Les agradecemos de corazón todo su apoyo solidario ahora más que nunca,
pues sentimos que ya nos quedan pocos días para lograr pronto la liberación de
mi hija.
José Luis Rubio
Haz clic para compartir la petición en Facebook
ANTECEDENTES:
Mi nombre es José Luis, soy padre de una
joven de 20 años que fue encarcelada en la Ciudad de México por defenderse de
un violador que intentó matarla.
El
lunes 9 de diciembre de 2013, mi hija Yakiri Rubí Rubio Aupart, de 20 años, fue
secuestrada alrededor de las 8 de la noche en la colonia Doctores, en la Ciudad
de México, por dos desconocidos. Sus agresores la agredieron verbalmente, la
amenazaron con un arma y la llevaron forzosamente a un hotel para abusar de
ella.
Miguel
Ángel Ramírez Anaya la torturó, y abusó sexual y físicamente de ella. Cuando
estaba a punto de matarla, el violador la acuchilló pero mi hija logró torcer
la muñeca y dirigir el cuchillo al agresor para defender su vida. El criminal
herido salió del cuarto por su cuenta y escapó.
Yakiri
Rubí salió corriendo del hotel, gritando, semi-desnuda y pidiendo ayuda. Logró
llegar a una nevería donde explicó que acababa de ser violada y pidió apoyo
para llamar a la policía. Al llegar la policía, Yaki explicó el ataque al que
sobrevivió y realizaron un recorrido en busca del agresor y su cómplice.
Localizaron al cómplice, Luis Omar Ramírez Anaya. La policía lo confrontó y el
criminal acusó a mi hija de haber matado a su hermano.
A
pesar de que las fotografías y exámenes acreditan las cortaduras profundas,
lesiones y graves heridas que sufrió Yaki durante el ataque, y de que ella fue
quien pidió ayuda, la policía la detuvo y la remitió a la cárcel, donde se
encuentra actualmente. ¡Firma por su libertad! ¡Justicia para Yaki!
***
En diciembre le dictaron a mi hija auto
de formal prisión. El lunes 27 de enero metimos un recurso legal que se llama
apelación donde explicamos por qué fue injusto e ilegal el auto de formal
prisión contra Yaki. En los próximos días, el tribunal decidirá si liberan a mi
hija.
El
Gobierno del DF y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal,
encabezado por el magistrado Édgar Elías Azar, tienen la oportunidad de
demostrar que se puede hacer justicia sin discriminación e implementar el
protocolo para juzgar con perspectiva de género elaborado por la Suprema Corte,
así como las convenciones que protegen los derechos humanos de las mujeres.
***
Nota
informativa:
Esta petición fue elaborada el 13 diciembre por los padres de Yaki en alianza
con la organización Mukira (www.mukira.org).
Desde esa fecha se ha convertido en una de las demandas de justicia más
populares en México. Agradecemos infinitamente su apoyo. Los próximos días de
enero y febrero serán decisivos porque se decidirá si dejan a Yaki en la cárcel
o la liberan. Le pedimos compartan la petición y tuiteen a Mancera y al
Tribunal de Justicia del DF.
Comentarios