ALAI, América Latina en Movimiento
México, 2013-11-18
México, 2013-11-18
A Gianfranco, que no le gusta lo que escribo
El martes 13 de noviembre Montserrat
denunció por el feisbuc que habían sido corridas de Oh la la, una pastelería de
una joven franchute, es decir, de la Francia culta y sublime. Lugar
donde una revolución proclamó, hace muchos, pero mucho años, la Liberté,
Égalité y Fraternité. La Montse iba acompañada de una mujer guatemalteca
vestida con su atuendo indígena. Su estatura, facciones y vestido fueron
suficientes para confundirla con una “vendedora
ambulante” y le impidieron el paso a Oh la la. Sin duda más de uno
de por acá le recordará un mexicano 5 de Mayo, y otros más, un mexicanísimo 10
de Mayo… esperamos que el incidente no provoque la guerra de los pastelitos
o que la embajada francesa o su consulado hagan los reclamos diplomáticos por
las protestas que ha provocado su racista conciudadana alegando que la autora
material del desprecio fue “su empleada”.
No faltó quien declaró un merecido boicot a Oh la la.
Situemos
el caso. Mundo globalizado intercultural y cibernético del Siglo XXI. México en
su Sexto Sexenio de Neoliberalismo Conservador de Derecha. Chiapas con un
Frente de Guerra en curso y gobernado por Seguridad Nacional. Zona Fría –por el
momento -, de la “guerra contra el narco”.
El Turismo como una de las ramas de la economía más rentables. San Cristóbal de
Las Casas -llamada Cuna de la Cultura por los locales–, destino
turístico y ciudad de racismos por excelencia sigue capitalizando los “beneficios colaterales” del
levantamiento rebelde indígena de 1994. Primera cuadra -de tres- del turístico
Andador Guadalupano. Segundo local de un alargado espacio de rentas carísimas,
de giros diversos que venden, también, carísimo y donde se paga barato el
tiempo y la mano de obra indígena y de ladinos pobres.
Ahí, al
turístico Andador Turístico Guadalupano y de dinámica interacción cultural
global, llegaron jóvenes emprendedores de otros mundos. Algunos huyendo del
pago por el “derecho de piso” que
cobran los maleantes en Playa del Carmen. Italianos con sus vinos y pastas. El
francés con sus panes y pasteles. El argentino con sus platillos de carnes exclusivas.
Todos disputándose -día a día y centímetro a centímetro- los espacios y el
dinero de los turistas con empresarios mexicanos foráneos y coletos. En
franca desigualdad en esa encarnizada competencia están las y los vendedores
ambulantes indígenas.
Por la
mañana usted podrá ver cómo los empleados de esos comercios colocan coquetas y
coloniales vallas de herrería o madera con milimétrica puntería para delimitar
el espacio que usufructúan en la banqueta frente a su local bajo la incómoda
mirada de comerciante vecino atento de que no le invada un centímetro. Algunos
han ampliado el área con horribles y peligrosas tarimas de herrería. No falta
el italiano que advierte a un vendedor vagamundos que si no se
retira de la banqueta frente a su negocio la “policía lo puede levantar”, o a los empleados de cada uno de los
restoranes y negocios ubicados en el Andador obedecer a pie juntillas la
orden de sus patrones de no permitir acercarse o dejar entrar a sus negocios a
vendedoras/es indígenas ambulantes -muchos de ellas/os niñas/os- para que no
molesten a sus estimados, carísimos y finos clientes. No importa si el
propietario es de izquierda, centro o derecha. Bisnes es Bisnes. Ponga
atención en el decorado. Por su parte el Ayuntamiento que tiene por lema “Cultura, Turismo y Desarrollo”,
manda a sus policillas a desalojar el área de los molestos
vendedores ambulantes.
Después
que circuló la denuncia en las ahora sacralizadas redes sociales, se empezó a
magnificar el hecho. El corresponsal de Proceso lanzó la nota. Para darle color
bajó la imagen de la mujer indígena y destacando que era “estudiante de doctorado”, además, en la redacción tergiversaron el
contenido. Lo propio, hicieron los periodiquitos locales.
Por su
parte: “La comunidad académica del Centro
de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) de la Universidad de Ciencias y Artes de
Chiapas (UNICACH) manifiesta su
profundo rechazo a los actos de discriminación cometidos contra la estudiante
Rosa Liberta Xiap Riscajché en la cafetería expulsada de dicho establecimiento
bajo el argumento de ser una vendedora ambulante. Actos como éste, cometidos
contra cualquier persona en nombre de principios o valores ideológicos inertes
y por razones de clase, género, etnia y edad, deben ser condenados
enérgica y públicamente por denigrar la condición humana y atenta contra
la convivencia social. Lamentablemente esta situación no es excepcional en esta
ciudad y en el país por lo que su elucidación pública debe ser ejemplar y
contribuir a la educación de todos y todas por una sociedad libre de racismos,
discriminación y todas las formas conexas de intolerancia, apegados al respeto
al respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales que dignifican la
vida en sociedad.
En su
carta de protesta el CESMECA también subrayó que la k’iche’ era una de
sus alumnas del “doctorado”.
“Esta comunidad reconoce a Xiap Riscajché,
de nacionalidad guatemalteca y mujer de la comunidad maya k’iche’ como una de
sus integrantes más activas (…) de
la generación 2010–2014 del Doctorado en Ciencias Sociales y
Humanísticas, inscrito en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del
CONACYT. Ella cuenta con todo el apoyo y la mayor consideración de todos y
todas los miembros de la comunidad universitaria y de las autoridades de esta
casa de estudios”.
Párrafo
que suena a discriminación… “positiva”
y de paso, propaganda para el CESMECA. Astillero destacó el hecho en su
columna y Televisa y la desgraciada de la Bozzo la buscaron para
hacerla parte del chou en la cajita idiota.
En la
www de Oh la la, ahora puede leer fantásticas representaciones, enojo,
desprecio y algo de xenofobia:
“No vale la
pena entrar a esta cafetería en donde se juzga sólo por la apariencia. San Cristóbal
es un lugar hermoso cuya base es el pueblo orgullosamente indígena, si la gente
propietaria de este horrible lugar discrimina, nosotros debemos castigar
fuertemente esas acciones NO CONSUMIENDO EN NINGUNA DE SUS FRANQUICIAS, si no
les gusta convivir con indígenas que no llenen sus bolsillos con nuestro dinero.
“ya había comprado pan antes,
no es especial, salvo lo caro. Además si entras a ver el pan y tratas de
elegir, te exigirán que compres o te salgas y más si pareces indígena. Pésimo
servicio y mala actitud de los que atienden y dueños del lugar”.
“Estimada gente que viaje a San Cristóbal soy
mexicana y vivo en Holanda les comento que esta no es una pastelería es una panadería
de 5ta categoría ni se paren por ahí! Además de que sus productos no son buenos
oops perdón su pan porque eso no se le podría llamar pasteles porque hasta en
los pasteles hay categorías y estos son de 5ta! Descriminan para poder entrar a
su changarrucho! Así que mejor vayan a gozar las maravillas de San Cristóbal!”
Pero el
chisme da pa’ más. Resulta que en chiga llegaron funcionarios del
Consulado guatemalteco, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
y de la Comisión Nacional de Prevención a la Discriminación movilización que
podemos considerar inédita en el cotidiano de las violaciones a los migrantes,
indígenas o no, y de las y los indios en San Cristóbal de Las Casas. Trascendió
que la francesa exigió un careo in situ y que se niega a pedir una
disculpa. ¿Puritito estilo de Primer Mundo y caché francés?...
Puede.
Pero
resulta que el racismo es histórico en el Continente, en la región, en San
Cristóbal y se encuentra uno con cada cosa que nos propone, al menos, una
reflexión.
Cuentan
las controvertidas historias que el defensor de los indios, Bartolomé de Las
Casas, en su tiempo rogó a su Majestad que se importasen negros a fin de
sustituir la mano de obra indígena.
“El remedio de los cristianos de este, mui
cierto, que S.M. tenga por bien de prestar á cada una de estas islas quinientos
ó seiscientos negros, ó lo que pareciere que la presente faltaren para que se
distribuyan por los vecinos, é que hoy no tienen otra cosa que Yndios… se los
fien por tres años, apotecados los negros á la misma deuda… Una Señores, de las
causas grandes que han ayudado a perderse de esta tierra, é que no se poblar
más de lo que se ha poblado… es no conceder libremente á todos cuanto quisieren
traer las licencias de los negros…
Bartolomé
de Las Casas (1531)”
Parece que Las Casas tenía una visión muy
particular de los negros:
“Antiguamente, antes que hobiese ingenios,
teníamos por opinión en esta isla (la Española), que si al negro no acaecía
ahorcalle, nunca moría, porque nunca habíamos visto negro de su enfermedad
muerto… pero después que los metieron a los ingenios, por los grandes trabajos
que padecían y por los brebajes que de las mieles de cañas hacen y beben,
hallaron su muerte y pestilencia, y así muchos dellos cada día mueren…
Bartolomé
de Las Casas (¿1559-1560?)”
http://www.ceibal.edu.uy/UserFiles/P0001/ODEA/HTML/esclavitud.elp/losnegrosesclavosenlaconquista.pdf
Y negros a su servicio:
“Entre las licencias otorgadas a
eclesiásticos se hallan las concedidas a fray Bartolomé de las Casas. Le
otorgaron cuatro esclavos africanos autorizados por el Rey en Cédula del
13 de febrero de 1544”.
Como
una evidencia de los esclavos negros en San Cristóbal de Las Casas tenemos el
Templo de San Nicolás, exactamente, detrás de la Catedral del pueblo. Si usted
sube al trenecito turístico, le cuentan la historia. Algunos estudios
cuentan que en una época la población negra en San Cristóbal era mayoritaria y
que sus descendientes son pobladores del Barrio de Santa Lucía. (Ver: Andrés
Aubry, El templo de San Nicolás de los Morenos: un espacio urbano para los
negros de Ciudad Real. dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2407795.pdf)
Ahora
sume usted los racismos de la “cosmovisión
indígena” y ladina:
“Hace
mucho tiempo, el padre de los ladinos fue un perro: No había casas y una ladina
tenía comercio con un perro, al cual ayudaba a realizar coito con ella,
esperándole apoyada sobre las manos y las rodillas. Lo hicieron muchas veces, y
la mujer quedó embarazada. El hijo que le nació fue el primer ladino. Poco a
poco se multiplicaron. Es por eso que los ladinos no tienen vergüenza, se
abrazan y hacen el amor al costado del camino, igual que los perros. Los
ladinos no tienen miedo, porque son poderosos y pueden golpear indios. Los
indios no tuvieron por padre a un perro y por eso sienten temor y vergüenza”.
(1)
“Luego
de la gran inundación, enviada por Nuestro padre para castigar a los primeros
hombres por devorar a sus hijos, solamente sobrevivió una mestiza, porque se
sentó fuera del alcance de la inundación, en la cima de una colina, acompañada
de su perro. El perrito jugaba mucho y eso excitó a la mujer, que se lo puso
debajo de su falda. El perro no reaccionó –se quedó sentado y miraba-, de modo
que la mujer empujó su pene metiéndoselo en la vagina. Entonces el perro tuvo
una erección, pero como el pene no era suficientemente largo, la mujer jaló de
él tratando de estirarlo. (…) La
mujer quedó preñada y su hijo fue el primer ladino. Al mismo tiempo, Nuestro
Padre decidió crear a otros hombres, en la esperanza de que le salieran mejor;
fue así como creó a los indios. Al principio no sabían hablar, y sólo reían,
pero cuando nuestro Padre les dio maíz (una parte de su cuerpo), empezaron a
moverse y a hablar. (…)” (2)
Otra
versión de los xnich’on tz’i o hijos de perro.
“Después del diluvio todos los ladinos
murieron, sólo se salvó una mujer y su perro blanco que lograron subir al cerro
Huitepec. La mujer al verse sola, sin compañero, y al ver que no había forma de
procrear más ladinos, se le ocurrió hacer el acto sexual con su perro. De esa
unión volvieron a surgir los ladinos… Por eso dicen que los ladinos no tienen
vergüenza; se besan y se abrazan en las calles como si fueran perros porque son
‘xnich’on tz’ì’ o hijos de perro.” (3)
Jacinto
Arias Sojom’, indio pedrano por ser originario de San Pedro Chenahló y
Doctor en Antropología de la Universidad de Pricenton, Estado Unidos,
confirma y asume las versiones indígenas sobre el origen de los ladinos:
“A pesar de que tenemos una noción baja de
los ladinos (pues contamos la historia de que son producto de la unión de una
india y un perro negro) deificamos su imagen y tratándolos como si fueran
divinidades elevamos oraciones y plegarias e imágenes ladinas elevamos
oraciones y plegarias a imágenes ladinas pidiéndoles dones y favores. La imagen
del ladino la tenemos por símbolo de poder; por eso invocamos a nuestros seres
divinos nos dirigimos a ellos diciendo ‘gran Señor, gran Ladino’ o ‘gran
Señora, gran Ladina’, el narcótico de la opresión ha imbuido nuestro ser”. (4)
El
pedrano también lamenta lo que podemos definir, con todos sus asegunes,
como “racismo interno”:
“(…) por desgracia, algunos que ya conocemos otras costumbres, otras lenguas
y otras civilizaciones negamos nuestra identidad en las personas de nuestros
padres y parientes al no reconocerlos como tales cuando visten su indumentaria
típica o ignorar la lengua castellana, más aun, algunos traspasan el umbral de
los permisible haciéndose pasar por ladinos usando despectivamente el epíteto
‘indio’ al referirse a sus compañeros”. (5)
No por
haberlas escrito antes podemos dejar fuera las versiones recogidas por el
sacerdote, por cierto francés, Miguel Chanteau. Párroco en San Pedro Chenalhó y
hablante del tzotzil que vivió, al menos, 30 años en ese poblado:
“Pero tengo que reconocer que el racismo en
Chenalhó se manifiesta de los dos lados: mestizos contra indígenas, indígenas
contra mestizos. Esto aparece muy bien en el relato de la creación del hombre
por los mestizos o por los indígenas:
Versión ladina de la creación de los
indígenas
‘Jesús había creado solamente a los
mestizos. Entonces su padre le pide crear también a los indígenas. Por lástima
ya no queda nada de barro. Por suerte camina por allí un burro que empieza a cagar, y con la mierda del burro,
Jesús crea a los indios’.
Versión de los indios de Chalchihuitán de
la creación de los ladinos:
‘Jesús creó solamente a los indígenas. Por
mala suerte los indígenas se dividieron y se pelearon entre ellos. Al fin no
quedaron hombres suficientes para satisfacer a las mujeres. Entonces ellas se
unieron con los perros, y así nacieron los mestizos hijos de perros.
En más de 30 años no logré conseguir que
los mestizos hablaran bien de ‘nuestros hermanos indígenas’. Aquellos me
contestaban: Tal vez son tus hermanos, pero no los nuestros”.
(Miguel Chanteau, 1999. Las andanzas de Miguel. Editorial Fray Bartolomé
de Las Casas, p. 32)
En
agosto de 1992, Marcos escribió:
“¿Qué
ve? Está en lo cierto, entró usted a otro mundo: el indígena. Otro mundo, pero
el mismo que padecen millones en el resto del país.
Este mundo indígena está poblado por 300
mil tzeltales, 300 mil tzotziles, 120 mil choles, 90 mil zoques y 70 mil
tojolabales. El supremo gobierno reconoce que ‘sólo’ la mitad de este millón de
indígenas es analfabeta.
Siga por la carretera sierra adentro llega
usted a la región llamada Los Altos de Chiapas. Aquí, hace 500 años el indígena
era mayoritario, amo y señor de tierras y aguas. Ahora sólo es mayoritario en
número y pobreza. Siga, lléguese hasta San Cristóbal de las Casas, hace 100
años era la capital del estado pero las pugnas interburguesas le quitaron el
dudoso honor de ser capital del estado más pobre de México. No, no se detenga,
si Tuxtla Gutiérrez es una gran bodega, San Cristóbal es un gran mercado: por
miles de rutas llega el tributo indígena al capitalismo, tzotziles, tzeltales,
choles, tojolabales y zoques, todos traen algo: madera, café, ganado, telas,
artesanías, frutas, verduras, maíz. Todos se llevan algo: enfermedad,
ignorancia, burla y muerte. Del estado más pobre de México, ésta es la región
más pobre. Bienvenido a San Cristóbal de las Casas ‘Ciudad Colonial’ dicen los
coletos, pero la mayoría de la población es indígena. Bienvenido al gran
mercado que Pronasol embellece. Aquí todo se compra y se vende, menos la
dignidad indígena. Aquí todo es caro, menos la muerte. Pero no se detenga, siga
adelante por la carretera, enorgullézcase de la infraestructura turística: en
1988 en el estado había 6 mil 270 habitaciones de hotel, 139 restaurantes y 42
agencias de viaje; ese año entraron un millón 58 mil 98 turistas y dejaron 250
mil millones de pesos en manos de hoteleros y restauranteros”.
Bueno,
pa’ no ir más lejos. Recuerda que el 18 de agosto de este año algunos
profesores fueron golpeados por parte de la raza del Barrio Bravo de Tepito y
les gritaron desde sus puestos: “Pinches
indios, chinguen a su madre! ¡Pinches güevones!
¡Lárguense a trabajar a sus pueblos!”
Como
quiera, ¿Gusta un pastelito francés en Oh la la?
Conclusión/es:
La que usted le venga en gana.
La mía:
que la propuesta del boicot de B.A. a Oh la la -de acuerdo
al contexto- tendría que ser, digamos, más extensiva, democrática e incluyente…
el que esté libre de culpa que dispare los gansitos
marinela.
NOTAS:
(1)
(2)
Gary H. Gossen, 1974. Los Chamulas en el mundo del Sol, Instituto
Nacional Indigenista. pp. 377 y 385
(3) Walda
Barrios Ruiz y Leticia Pons Bonals, 1995. Sexualidad y Religión en los Altos
de Chiapas. Universidad Autónoma de Chiapas. p. 46
(4)
(5)
Jacinto Arias Sojom’, 1982. ¿Qué será mejor? América Indígena. 1 Vol.
III Instituto Indigenista Americano. pp. 37 y 39
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