ALAI,
América Latina en Movimiento
México, 2013-10-17
México, 2013-10-17
No deja de
sorprender el tino del Subcomandante Marcos para definir y caracterizar
a las fuerzas políticas en este país y el rol que juegan en cada coyuntura,
tampoco la enorme capacidad del Estado neoliberal conservador de derecha
mexicano para imponer su proyecto.
Como
usted recordará fueron los diputados y senadores del PRI, del PAN y del PRD los
que desconocieron los Acuerdos de San Andrés y aprobaron la Ley Indígena. En ese entonces Marcos
la definió de racista. El PRD que se seguía ubicando en la izquierda pronto fue puesto en su lugar. Marcos precisó: “en todo caso son la izquierda de la
derecha”. En la coyuntura actual, el Neoliberalismo conservador forjó la
alianza PRD-PRI-PAN y la llamó Pacto por
México. Marcos corrigió y la llamó Pacto contra México. El Sub tiene tino.
Con
la alianza PRD-PRI-PAN, el Estado Neoliberal está garantizando que el México de
la Revolución Mexicana, del Nacionalismo Revolucionario y el Estado de
bienestar, descanse en paz. Con la alianza PRD-PRI-PAN -después de la modificación
a la Ley de Amparo-, se han ido aprobando, una a una, las Reformas
Estructurales.
El
juego es simple: en el Pacto por México
se toman los acuerdos que el Congreso debe aprobar. En veces, la izquierda
de la derecha, el PRD, agita su bandera y se hacen unas modificaciones. En
veces, la derecha de la derecha agita su bandera y se hacen unas
modificaciones. Se trata de que la cosa no se vea tan unánime. El PRI se
encarga de marcar el ritmo y los tonos: en veces suben los tonos de su
izquierda y en veces los de su derecha. En el caso de la Reforma Hacendaria, la
amenaza de alianza entre las extremas derechas, PRD-PAN, sirvió para enmarcar
el acuerdo del PRD-PRI para la aprobación de la Hacendaria a cambio de recursos
federales para el Distrito Federal. Apenas leo: “Cerrados los acuerdos entre partidos y la Secretaría de Hacienda, la
comisión del ramo en la Cámara de Diputados comenzó anoche la aprobación del
paquete fiscal (…)” (La Jornada,
17/10/13). Con la alianza del PAN-PRI y un paquete de concesiones al PAN,
sin duda se aprobará la Reforma Energética.
Por
su parte, el sindicato petrolero que encabeza Deschamps, limpia de trabajadores
la casa PEMEX para darle la bienvenida al capital privado, venga de donde
venga. El Estado Neoliberal Mexicano, le ha asignado a los sindicatos de este
país un papel central para concretar las reformas estructurales. Como se dieron
cuenta, el Congreso del Trabajo, ni pio dijo cuando la Reforma Laboral.
Les digo que pa’ que la cuña apriete ha de ser del mismo palo.
Como
hemos visto, el Estado Neoliberal mexicano también tiene lista una “canasta básica de concesiones”
compensatorias:
a) Ley de víctimas y la
creación del Consejo Ejecutivo de Atención a Víctimas (del que forma
parte el doctor Julio Hernández Barros) y el foro “Sumemos Causas”.
b) La Ley para la Protección de
Defensores de Derechos Humanos y Periodistas. (Por leyes no paramos).
c) La jubilación de mil 300
electricistas del SME.
d) Para las mujeres el 50%
de las candidaturas para puestos de elección popular y,
e) Harto apoyo los damnificados
por los “desastres naturales”.
¿Todavía
hay quién dude de la fortaleza del Estado Neoliberal mexicano?
En
estas condiciones, lo mejor que ha sucedido es la constitución de la Unidad Patriótica por el Rescate de la
Nación, con la participación de “casi
un millar de personas de 15 entidades del país, más de 170 organizaciones
sindicales, campesinas, indígenas, partidarias, urbana, juveniles,
civiles, intelectuales, de artistas, de mujeres, militares retirados,
jubilados, de medianos y pequeños empresarios, de derechos humanos e iglesias”.
Como quiera, faltan un buen de fuerzas y movimientos.
Con
acierto, la Unidad Patriótica, convocó a la movilización. La problema va a ser
si allí se quedan. La problema se crecerá será si no abren el debate y logran
la elaboración de una estrategia y programa nacional que logre
movilizar a millones de mexicanas y mexicanas por el Rescate de la Nación. Sin
hablar de las complicaciones que conlleva la elaboración de la o las tácticas y
la definición de las formas de lucha, al menos, para lo que resta del sexenio.
El
Rescate de la Nación pasa por la movilización de millones de mexicanos para
llegar, apenas, a una Nueva Constituyente y formular una Nueva Constitución que
garantice los derechos de todas y todos las y los mexicanos. ¿Se imaginan lo
que significa ese proceso? De lograrlo, lo que seguiría es el crecimiento
sostenido del 6 ó 7 por ciento. De esa forma, dicen los que saben, se
necesitaría, más o menos, medio siglo para terminar con la pobreza en México.
De no ser así, estaríamos nuevamente frente a otra llamarada de petate.
Mientras
son peras o son manzanas, Salinas-Peña Nieto dicen: ¡Yo no vine a ver si puedo… sino porque
puedo vengo!
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