San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. A 20 de octubre de 2013.
La cárcel es uno de los peores
infiernos que puede vivir un ser humano, es una de las armas del sistema
capitalista para intimidar y someter a los que protestan, se defienden,
resisten y construyen. La cárcel es una de las peores pesadillas sobre todo
cuando aquel o aquella que se encuentra recluid@ en algún Ceresso o Cefereso
resulta ser inocente, y todos saben que es inocente porque saben cuál es el motivo
por el cual se les acusan de ciertos delitos, al parecer el único que no se
entera de nada es el juez del juzgado que sentencia a los inocentes con ciertos
años en la cárcel.
Esta injusticia es el caso de Antonio Estrada Estrada, preso político de
Bachajón, recluido injustamente desde agosto de 2011 en el Centro Estatal para
la Reinserción Social de Sentenciados número 17 (CERSS 17) “El Bambú” en Playas de Catazajá, Chiapas. Durante su detención
fueron violados sus más elementales derechos, derechos humanos que se
encuentran plasmados en la Constitución Política y en los Tratados
Internacionales.
Durante su detención no se le asignó un abogado defensor y traductor que
conociera la lengua tzeltal y la cultura de Bachajón. Esto da a entender claramente
que fue sentenciado sin tomar en cuenta los usos y costumbres de la comunidad
indígena a que pertenece.
Por otro lado, fue sometido a tortura por los elementos de la policía
para obligarlo a firmar una declaración auto inculpatoria. Este acto se encuentra
documentado en el examen médico realizado el 10 de agosto de 2011 por el Dr.
Jorge Trujillo Molina, Perito Mixto Legista, adscrito a Servicios de Técnicas
Forenses y Criminalísticas de la Fiscalía de Distrito Selva en Palenque,
Chiapas. Dicho médico certificó que Antonio sentía un dolor en el abdomen del
costado derecho, presentaba heridas en ambos antebrazos e inflamación leve en
la cara.
Aquí no termina la injusticia y las violaciones a los derechos humanos, como
nos muestra en la propia denuncia de Antonio, publicada recientemente. El
abogado defensor que le fue asignado por la institución carcelaria no se
presenta en los días de su careo ni el ministerio público federal, y para
rematar, el día 13 de septiembre de 2011, el juez de Primera Instancia del Ramo
Penal del Distrito Judicial de Catazajá, le impuso a Antonio una pena de 7 años
de prisión por los delitos de asalto y delincuencia organizada que le imputaron
Joaquín Toala Ramos y Jesús López González, elementos de la Policía Especializada
de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE). Cabe aclarar
que el juez penal de Catazajá sentenció a Antonio Estrada Estrada valiéndose
únicamente de la declaración ministerial que, como quedó dicho arriba, fue
obtenido totalmente bajo tortura, por eso, en las propias palabras del
sentenciado dice: “me sentenció (el
juez) a 7 años sin investigar el delito
que se me acusa de asalto y delincuencia organizada, sin haberlo cometido”.
Todo esto que se acaba de decir es una clara muestra de la injusticia
que anda repartiendo las instituciones de procuración de “justicia” del estado de Chiapas, violando sus mismas leyes y
dejando en completo estado de indefensión a los sectores más pobres y
marginados de la población, quienes no tienen recursos para pagar sus propios y
particulares abogados.
Estos tipos de (in)justicias van dirigidos a las sociedades que
defienden sus territorios y luchan por un “mundo
donde quepan muchos mundos”, es una clara advertencia para el que quiera decidir
por su propia cuenta qué hacer con su propia vida, construir autonomías sin
pedirle permiso a nadie. La realidad no es más que la imposición de fuerzas y
de autoridad de los de arriba.
Por tal motivo, los integrantes del grupo abajo firmante nos
pronunciamos en contra de esta injusticia y exigimos la libertad inmediata de
Antonio Estrada Estrada, así también la de Miguel Demeza Jiménez recluido en el
Ceresso N° 14 de “El Amate”, ambos
presos políticos de San Sebastián, Bachajón. También exigimos la libertad
inmediata del Prof. Alberto Patishtán Gómez y la de Alejandro Díaz Sántiz,
recluidos en el Ceresso N° 5, “Los
Llanos”, San Cristóbal de Las Casas.
¡Presos
Políticos, Libertad!
Grupo de Trabajo No Estamos Todxs
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