por Fronteras Comunes / Asociación Ecológica Santo
Tomas / Litiga OLE
Jueves, 15 de agosto de 2013
Fuente: Cencos
Con el apoyo de
organizaciones no gubernamentales como Fronteras Comunes, Asociación Ecológica
Santo Tomás y Litiga, Organización de Litigio Estratégico de Derechos Humanos (Litiga
OLE), habitantes, ejidatarios y pescadores de los municipios de Cárdenas y
Humanguillo, Tabasco, presentaron este pasado 26 de julio, un juicio (demanda)
de amparo colectivo contra la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), y Petróleos Mexicanos
(PEMEX) y sus organismos subsidiarios debido al grave problema de contaminación
que desde hace décadas enfrentan los municipios en cuestión, y por la escasa
atención a los reclamos de los pobladores que ven afectadas sus tierras, aguas,
economía y salud por la actividad petrolera.
El juicio de amparo colectivo se fundamenta en la omisión de las
mencionadas autoridades de cumplir con su obligación de “respetar, proteger y garantizar los derechos humanos a la vida digna, la salud y el medio
ambiente sano”, de acuerdo al artículo primero constitucional.
“Estas omisiones significan
el incumplimiento de obligaciones de carácter constitucional y convencional del
Estado mexicano. Las autoridades ambientales y estatales han fallado, en
consecuencia, con su deber de prevenir, investigar, sancionar y reparar los derechos humanos de las
comunidades a un medio ambiente sano y al agua, a la salud y a la vida digna”; señaló Graciela Rodríguez, presidenta de Litiga OLE.
Esta demanda fundamenta cómo tradicionalmente los ejidatarios, campesinos y
agricultores de Cárdenas y Huimanguillo habían vivido del trabajo sobre sus
tierras, cultivos, ganadería y pesca; sin embargo, desde hace más de treinta
años, la contaminación por la actividad petrolera, sus trabajos de perforación,
distribución de gas e hidrocarburos y mantenimiento de ductos, así como todos
los trabajos de prospección y operación, han transformado y deteriorado sus
modos de vida y cultura.
“Tabasco es el estado
con mayor precipitación pluvial en el país. No es posible que la gente no tenga
ni agua para tomar debido a que sus mantos freáticos están altamente
contaminados por Pemex y solapados por la complicidad de autoridades
ambientales, estatales y municipales. De igual manera también sufren los
pescadores y los agricultores. Este es un problema de justicia ambiental que
debe ser atendido”; señalaron Marisa Jacott y Azucena
Franco de Fronteras Comunes.
Notas periodísticas, estudios académicos, técnicos y otras referencias son
parte del cuerpo de la demanda presentada por amparo colectivo. Tabasco es
precisamente el modelo de caso que los expertos refieren, en el que la cantidad
de petróleo en el ambiente es mayor de la que puede ser reciclada y el petróleo
se convierte en un contaminante que genera impactos negativos, ya que entre sus
componentes existen altas concentraciones de sustancias que son consideradas
como peligrosas por su efecto dañino a la salud.
Los habitantes refieren que la contaminación por aceiteros derramados
provoca agua salada y mata sus pastizales y ganado. “El problema está -señala Julián Reyes- en que por la contaminación de PEMEX, hará unos 20 años que la
producción de coco, sandía empezó a bajar y ahorita se encuentra en un 30%, y
los pastos están totalmente degradado y sin posibilidad de producción”. Por
su parte, Lázaro Sevilla señala que “la
producción de coco ha bajado notablemente y no podemos sobrevivir con una
producción de un 30%. Esto tampoco es un problema personal sino económico y
social porque nos afecta a todos”.
Finalmente el doctor Juan Antonio Ramos, líder de uno de los movimientos en
Cárdenas y Huimanguillo señaló: “Estamos
confiados que con este juicio colectivo que estamos interponiendo ahora, y con
el apoyo de organizaciones ambientalistas y de defensa de los derechos humanos, lograremos
la reparación ambiental y establecer las responsabilidades de Pemex, del estado
y de Semarnat, Profepa y Conagua, para que se nos atienda frente a tantos años
de contaminación, enfermedades y deterioro de las formas de vida de nuestras
comunidades”.
Los impactos del petróleo se han acumulado y han agravado el estado de los
ecosistemas adyacentes o en las inmediaciones de la infraestructura de PEMEX y
sus organismos subsidiarios en los estados de Veracruz y Tabasco. Los
municipios de Huimanguillo y Cárdenas, donde habitan los demandantes, alojaban
grandes macizos de bosque tropical, así como fértiles pastos y agroecosistemas,
que desde la llegada de PEMEX fueron drásticamente reducidos y luego
contaminados.
“Tenemos muchos años
atendiendo estos problemas, hemos visto el deterioro ambiental y social de las
comunidades con infraestructura petrolera. No debe pasar más tiempo sin que
Pemex asuma las consecuencias de su actuar en Tabasco y resarza el daño que ha
causado. Estamos seguros que pronto las cosas cambiaran a favor de las
comunidades de donde se extrae la riqueza de este país”, señaló José Manuel Arias Rodríguez, de Asociación Ecológica Santo Tomás.
Por todo lo anterior, los habitantes de las comunidades impulsan este
amparo, a fin de que se mejore la calidad de vida de los habitantes de la
región conformada por los dos municipios; se recomponga el ambiente en su
integridad, esto es, la restauración ecológica y/o bioremediación de los
ecosistemas de los municipios donde habitan los demandantes en todos sus
componentes (agua, aire y suelos); y se prevengan daños con suficiente y
razonable grado de predicción.
Para mayores informes comunicarse con:
José Manuel Arias, Asociación Ecológica Santo Tomás:
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