“(La educación) no es más que la imagen y el reflejo de
la sociedad. La imita y la reproduce en escorzo, no la crea (…) La educación
sólo puede por tanto reformarse si la sociedad se reforma también. Pero hay que
atacar en sus causas el mal que padece.”
Emile Durkheim, El Suicidio
“Nosotros estamos queriendo transformar este mundo, un
mundo diferente para nuestras familias, para nuestros niños, para nuestra
sociedad, una sociedad diferente. Y yo creo que si esto es un sueño, pues
nosotros estamos en ese sueño y queremos convertirlo en realidad.”
Manuel Bautista. Sección 22 de la CNTE
Desde el pasado 19 de agosto
el magisterio disidente, aglutinado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación [CNTE] ha instalado un plantón indefinido en contra de la mal
llamada reforma educativa y sus leyes
secundarias, las cuales traen consigo -a través de la modificación a los
artículos 3° y 73 constitucionales- la privatización de la educación, así como
el desmantelamiento de las condiciones laborales: cambio del contrato colectivo
por contratos temporales, fin de la jubilación, así como de las prestaciones
laborales. Otro de los puntos de tensión es la evaluación al magisterio
nacional, la cual está planteada de una manera homogénea, sin tomar en cuenta
las condiciones de desarrollo local de cada región del país, así como periodos
de prueba de desempeño docente.
Esta reforma educativa fue diseñada por la
Organización para la Cooperación al Desarrollo Económicos [OCDE] y cabildeada
por las cámaras patronales. Con esto el estado pierde la rectoría del sistema
pedagógico nacional, entregándosela a la iniciativa privada y a la OCDE. La
educación pública, su agenda y contenido pasará a manos de estos dos poderes
fácticos.
El plantón
instalado en el zócalo capitalino está nutrido de los estados de Michoacán,
Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Distrito Federal, San Luis Potosí, Veracruz y
Tabasco, son alrededor de 40 000 maestros y maestras quienes resisten no sólo
contra el estado colonial mexicano, también resisten a las lluvias que se han presentado
de manera constante en el centro de la república y lo que implica estar
acampando en medio de la selva de concreto; resistiendo además a la campaña de
odio que han levantado los mercaderes de la información afines al gobierno como
Televisa, Tv Azteca, Milenio, Reforma entre muchos más. A pesar de esto, el
espíritu de combate de lxs profesorxs es altivo y heroico, pues llevan a cabo
de manera diaria y permanente jornadas de lucha de 8 a 12 horas –megamarchas,
bloqueos de calles, cercos a televisoras, a la bolsa de valores, al congreso,
etc..
Es necesario
mirar hacia atrás, señalar los objetivos principales del magisterio disidente
desde sus inicios. La CNTE ve la luz en el año de 1979 en el Estado de Chiapas, desde sus
inicios ha luchado por la democratización de la educación en nuestro país y
contra el charrismo sindical. La sigla de Nacional que acompaña a esta
organización no está de más, pues a su interior se aglutinan maestros del área
metropolitana del Distrito Federal, de los Estados de Veracruz, Durango,
Sonora, Guerrero, Chiapas, Michoacán, San Luis Potosí y, uno de los bastiones
más importantes, a la sección 22 de Oaxaca. Los objetivos fundamentales de la
Coordinadora Nacional son tres: la democratización de la educación, la
democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la de
México.
Tratando de contribuir a la lucha por romper el cerco de desinformación que
hay alrededor de esta lucha. Es necesario dejar claro por qué lucha el
magisterio. Lxs profesorxs están luchando por educación pública, para que después
nuestros hijos tengan alternativas en esta realidad violenta –llena de
secuestros, asesinatos, levantones, narcotráfico, extorsiones, corrupción e
impunidad-. Las alternativas que busca la CNTE pueden evitar que sus hijos,
nuestros hijos, desaparezcan y después sean encontrados en fosas clandestinas
como pasó con los jóvenes del barrio de Tepito en el caso Heaven (Por cierto,
cuando aparecieron estos jóvenes en esa horrorosa e inhumana fosa clandestina ¿por
qué ni un gemido salió de la boca de los muchxs que ahora desdeñan la lucha
magisterial al mero estilo de Ciro Gómez Leyva, Paty Chapoy y López Dóriga
etc.?
Uno de los puntos centrales en
el conflicto es la evaluación. No seamos ingenuos, lo de menos -desde la manera de ver de quienes se
oponen al magisterio- es la evaluación, pues en un país corrupto donde reina la
impunidad esa mentada evaluación sería lo de menos; por el contrario es la
manera en cómo se quiere aplicar, esto es, sin tomar en cuenta al magisterio
-el principal involucrado en el sistema educativo-, estandarizando de manera
homogénea los criterios de evaluación –sin tomar en cuenta la realidad y
condiciones locales de cada una de las regiones, municipios, comunidades y
estados del país, a sabiendas de la diversidad cultural que existe en él, así
como la desigualdad y pobreza que impera en todo el territorio nacional –por
ejemplo, en regiones de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, contrario a las mejores
condiciones que existen en las urbes como Monterrey, Guadalajara y el Distrito
Federal, sólo por marcar casos paradigmáticos-.
De fondo
está la modificación de artículos constitucionales, que trae consigo la
agudización neoliberal sobre la educación al vivo estilo del Chile Pinochetista,
pero en México aplicada por toda la clase política teniendo a la cabeza a
Enrique Peña Nieto, el carnicero de Atenco.
Hay que
profundizar en esto último, hay que entrarle al terreno sucio de los de arriba;
entrarle a la mentada evaluación: lo que nos han hecho creer alrededor de este
tema es que los profesores y profesoras serían evaluados solamente durante su
desarrollo como trabajadores de la educación, en nuestra ingenuidad y país de
las maravillas en que vivimos, los profes tendrían un contrato al que les
harían renunciar si no son capaces de cumplir con sus labores “competitivamente”.
Sin embargo
lo que omiten tramposamente es que quieren instalarle al magisterio las mismas
condiciones laborales que las empresas de outsourcing, mejor conocidas como las
empresas de trabajo temporal, es decir: quién quiera trabajar tendrá que ser “evaluadx” por dos años iniciales, sin
contrato, prestaciones y leyes laborales al amparo del trabajador, dependiendo
del patrón si le gusta o no, puede despedir libremente y sin ningún respaldo al
interesado en el empleo de maestro. Dicho sea de paso, esto fue planteado por
la derecha en México, viniendo directamente de Carlos Abascal Carranza una
década atrás.
Esta es la
nefasta evaluación que pretende TODA la clase política mexicana para los
forjadores del futuro de nuestro
país.
¿Cuáles son los elementos en juego? Básicamente son dos los que rodean la lucha
magisterial: las reformas al artículo 3° y 73 constitucionales. En lo que
respecta a la modificación del artículo 3°, es importante señalar que éste
establece criterios a la ley general de educación, la cual, paradójicamente no
tiene nada que ver con la educación, por el contrario, es un golpe a todxs los
trabadorxs de la educación, pues marca lineamientos alrededor de ley del
Servicio Profesional Docente que establece criterios para poder obtener
ascensos y que puedan ser contratados lxs
profesorxs.
En cuanto al
artículo 73, dentro de él, existe un apartado que se refiere a la autonomía de
gestión de los Concejos Escolares de Participación Social (CEPS), el cual
implica que quienes se encargan del sustento, así como de las necesidades
materiales que tengan las escuelas son estos CEPS, que están integrados por el
director, comités de padres de familia y la iniciativa privada. Esto acarrea
que el estado mexicano se desentienda de una de sus obligaciones fundamentales,
esto es, garantizar educación gratuita a los ciudadanos de este país.
Esto último
se ha venido trabajando por lo menos desde finales de la década de los 80’s y
principios de los 90’s con la entrada del neoliberalismo en nuestro país. Hay
que recordar que en los noventa fue la época de la descentralización de la
educación, delegando la responsabilidad a los gobiernos estatales, los que a su
vez tenían como objetivo la delegación directa a los municipios; es decir, cada
municipio se hizo cargo de la educación, lo que implicó que cada uno contratara
solamente a los maestros que podía pagar con el poco presupuesto asignado.
Con esto, el
gobierno federal se lavó las manos y se deslindó de una buena parte de la responsabilidad
que le correspondía en el rubro de la educación, pues dejó de aportar lo que
constitucionalmente tiene el gobierno para contribuir a la educación. Es decir,
la educación pasó de la federación a los estados, y éstos a su vez a los
municipios. Hoy nos encontramos en la etapa de localización, eliminando el
presupuesto a la educación por parte del gobierno federal, a través de lo que
llaman la “autonomía de gestión”.
Como bien
señala Luis Hernández Navarro:
“Las iniciativas de leyes secundarias presentadas
por el Ejecutivo son un asalto a las conquistas laborales del magisterio y al
principio de bilateralidad en la negociación de sus condiciones de trabajo.
Confirman que la reforma educativa es, en realidad, una reforma laboral y
administrativa que busca desprofesionalizar al magisterio, vigilarlo,
controlarlo y castigarlo. Una reforma basada en la evaluación que hace de la
amenaza y el miedo al despido o a la degradación laboral el centro de una
supuesta mejoría profesional del magisterio y la ruta para alcanzar la calidad
educativa”.
(Hernández Navarro, internet)
Por otro parte, también esta reforma a la educación
trae consigo implicaciones directas en contra de la educación normalista –el
nido formador de lxs maestrxs-, pues implica en los hechos el fin de éstas
instituciones. Las escuelas normales seguirán existiendo, pero su función
estará completamente desnaturalizada. Sus egresados no se diferenciarán en nada
de los de otras instituciones educativas.
Una de las grandes mentiras impulsadas por el poder es que los maestros
llegan a la mesa de negociación sin ninguna propuesta escrita. La Sección 22 en Oaxaca está impulsando, y
desde ya llevando a la práctica, lo que llaman El Plan por la Transformación en
el Estado de Oaxaca [PTEO] el cual incluye todos los aspectos componentes a la
educación en las propias comunidades y entornos locales, es decir, los maestros
y maestras están llevando a cabo en un primer momento un análisis de su
realidad inmediata, tomando en cuenta las lenguas maternas indígenas, la
realidad comunitaria, así como su cultura. En seguida forman colectivos para
coordinar actividades con alumnos, padres de familia, autoridades escolares y
comunitarias, buscando trabajar en conjunto.
En
entrevista con Regeneración Radio un integrante de la Sección 22 de la región
Mixe señala que se trabaja de acuerdo al contexto del niño, buscando la
transformación de fondo de la educación, enseñando a soñar a los niños y niñas: “El PTEO es una forma de mostrarle al niño que el
maestro no es una autoridad en el aula, si no que son ellos quienes van a
enseñar a los maestros (…) se va a trabajar donde los niños van a decidir qué
es lo que quieren aprender; vamos a trabajar eso a través de un saber comunitario
(…) ya no va ver imposición, vamos a cambiar la educación de Oaxaca a través
del contexto del niño”.
El PTEO
también incluye material teórico, así como referentes filosófico, pero va más
allá de eso, es una invitación a soñar, a desaprender, así lo expreso el
compañero Manuel Bautista, Delegado de la Asamblea Representativa Nacional de
la CNTE: “el estado
mexicano a través de su reforma educativa no nos deja soñar, nosotros los
maestros oaxaqueños decimos que somos soñadores porque pensamos en un mundo
diferente al que estamos viviendo hoy, y por el simple hecho de transmitir a
nuestros alumnos esa idea pues el gobierno tiembla y dice cuidado no es por ahí
no vas a enseñar lo que tú quieras, vas a enseñar lo que yo quiera”.
Finalmente,
y tras haber expuesto lo anterior, sólo resta hacer la invitación a informarnos
y a no repetir y reproducir la campaña de odio que han implementado los
mercaderes de la información en contra de la lucha magisterial, lucha digna
valiente e incansable que llevan a cabo los maestros y maestras. Otra
invitación es a solidarizarse con el plantón en la plancha del zócalo, a través
de asistencia, acompañamiento, con víveres; así como una tarea muy importante,
compartir la información y ayudando a romper el cerco de desinformación que hay
alrededor de lxs profesorxs. Se hace un llamado a estar atentos de su lucha,
pues hay una amenaza latente de desalojo, así como presión por parte de
mercaderes de la política, y la permisión de la Comisión de Derechos Humanos
del Distrito Federal de llevarla a cabo.
Hacemos
responsable de cualquier agresión que pudieran sufrir los compañeros del
magisterio disidente al gobierno federal, y al gobierno del Distrito Federal.
Hoy es tiempo de luchar por nuestro futuro, no hay mañana. El futuro es ahora.
Comentarios