Agosto nos evoca la memoria de los de
abajo. Muchas y diversas son las semillas de la rebeldía que han germinado en
este calendario: desde el nacimiento del General Emiliano Zapata hasta este
tiempo de suelo fértil y cielo libre que representa la Autonomía Zapatista.
A una
década (y contando) de construcción cotidiana, las comunidades indígenas
zapatistas han forjado un referente de otra forma de hacer política. Sus
avances en educación, salud, participación de la mujer, cuidado de la tierra,
justicia, democracia, autogobierno, por mencionar sólo algunos aspectos, son un
ejemplo a nivel global. Se ha llevado a la práctica diaria los siete principios
zapatistas; las comunidades rebeldes nos enseñan a prescindir de los mandones y
que no necesitamos pedir permiso para ser libres y tomar así el control de
nuestras vidas en las manos, las miradas, los alientos y los corazones propios
que se hacen colectivos.
Frente
a la lucha zapatista, la Sociedad del Poder ha respondido con todo tipo de
represión, que van desde los cercos militares y paramilitares, programas
sociales, campañas de desinformación, despojo de tierras, desplazamiento
forzado, persecuciones, hostigamiento, cárcel y muerte. El proyecto común de la
clase política en México se llama contrainsurgencia hacia las Bases de Apoyo
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un proyecto que refleja el miedo
que el sistema capitalista tiene ante la alegre rebeldía zapatista.
Ante
todas estas agresiones, la sabiduría, el corazón y la razón han sido la
fortaleza en que, desde las Juntas de Buen Gobierno, se han expresado cientos
de comunidades que desde hace más de 10 años, 30 años, 20 años, 100 años, 500
años han sido incómodos al Poder, desafiándolo de distintas maneras y apostando
siempre por la vida. Lo que le aterra al poder no sólo es la persistencia y la
necia paciencia de los herederos del General Zapata, también es su ejemplo que
ha sido motivo de estímulo creador para millones de personas en el mundo que
desde su espacio y tiempo han dicho ¡YA BASTA!
Cada
integrante de la RvsR celebra estos diez años ejemplo y construcción y desde
cada espacio en que nos encontramos, en que somos y enviamos nuestro abrazo y
expresamos nuestra alegría por las enseñanzas y el ejemplo zapatista: la
autonomía, las nuevas formas de hacer vida que se construye con el trabajo y la
cotidianeidad es un honor seguir aprendiendo de todas y todos ustedes, su lucha
seguirá siendo un ejemplo de dignidad y respeto en México y el Planeta entero.
Su lucha la saludamos y abrazamos con respeto y admiración, seguros de que ese
mundo que ya está siendo en las montañas del Sureste mexicano, ese andar
colectivo zapatista, tendrá los ecos necesarios para pintar las grietas en los
muros del poder, y juntas y juntos estaremos en la posibilidad de un mañana más
digno y más humano, nuestros empeños van en ello, porque no se puede detener al
viento.
¡Viva
los Caracoles Zapatistas!
¡Viva
el Caracol Madre de los Caracoles del Mar de Nuestros Sueños de la Realidad!
¡Viva
el Caracol Resistencia y rebeldía por la Humanidad de Oventic!
¡Viva
el Caracol Resistencia hacia un Nuevo Amanecer de la Garrucha!
¡Viva
el Caracol Torbellino de Nuestras Palabras de Morelia!
¡Viva
el Caracol que Habla para Todos de Roberto Barrios!
¡Viva
las Juntas de Buen Gobierno!
¡Viva
el Ejército Zapatista de liberación Nacional!
Contra
el despojo y la represión: ¡la solidaridad!
Red Contra la Represión y por la
Solidaridad (RvsR)
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