Mariana Suárez Esquivel
Periódico La Jornada
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 27
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 27
La gente mayor sabrá dirigir, los políticos sólo
buscan poder, afirman pobladores
Acusan a las autoridades de la delegación de
llevarse el agua y dejarlos sin abasto
Vecinos anticipan que continuarán su lucha por
seguridad y por rescatar espacios comunes
El olvido y la corrupción se han
apoderado de Xochimilco. Así lo afirmaron habitantes de Santa Cruz Acalpixca,
quienes exigieron la recuperación de los espacios públicos, frenar los asentamientos
humanos en la zona cerril, que se ordene al comercio ambulante controlado por
líderes corruptos, abasto de agua para todos, se reduzcan las tarifas de luz y
se rescaten el centro ceremonial Cuahilama y el predio Ahualapa que,
denunciaron, es público y se apropió la delegación.
Los pobladores tomaron, el pasado 26 de febrero, las oficinas de la
Coordinación Territorial de Santa Cruz para demandar la integración de un
gobierno bajo usos y costumbres formado por la gente mayor, quienes verdaderamente
sabrán gobernar, ya que han pasado por aquí políticos de todos los colores y
entre ellos no hay diferencia. Sólo buscan el poder, afirmó Carlos Martínez
Romero, integrante del Comité Autónomo de Santa Cruz Acalpixca.
Sin embargo, desde el 1° de agosto personas cercanas al delegado que se
infiltraron y compañeros que traicionaron el movimiento entregaron la coordinación,
sin una consulta al comité autónomo del pueblo, por lo cual, afirmó, fue una
toma autoritaria.
Tras estos hechos, la posición de los activistas, expresó, sigue siendo
desconocer a la coordinadora territorial, quien se encuentra en el cargo
impuesta por las autoridades delegacionales.
Afirmaron que la lucha continúa y con mayor fuerza, pues cada día se
unen otros habitantes en defensa de sus pueblos. La razón, dijo, es que tienen
una problemática común: el agua.
En Xochimilco la mayoría de la población recibe el agua por tandeo. Tan
sólo en Santa Cruz, pobladores denunciaron que desde hace dos semanas no tienen
abasto, por ello la gente comenzó a movilizarse y descubrieron el inicio de
obras para colocar tuberías de agua potable a lo largo de su comunidad.
Ante esta situación exigieron a la delegación presentar el proyecto
ejecutivo en original y copia de lo que se está haciendo, lo cual hasta el
momento, afirmaron, no ha sucedido.
Las autoridades argumentaron que la tubería es para drenaje; sin
embargo, luego de varias diligencias los pobladores comprobaron que se trata de
ductos para agua potable, por lo que iniciaron bloqueos en la carretera
Xochimilco-Oaxtepec desde hace dos días.
La demanda principal es que no se sigan llevando el agua de los mantos
acuíferos de nuestros pueblos y se restablezca el abasto regular, de lo
contrario, aseguraron, no se liberará la vialidad.
El hartazgo de los habitantes de la demarcación es evidente ante lo que
llamaron la falta de una política cultural para nuestro pueblo.
No hay campos deportivos, los espacios que son del pueblo están
acaparados para beneficio de unos cuantos; hay inseguridad, falta de limpieza
en nuestras calles y colonias, y centros comerciales nos están invadiendo, lo
que daña el comercio local y aumenta los problemas viales. El ambulantaje y las
bases de taxis están llenos de caciquismo, carecemos de servicios eficientes de
salud y no se impulsa un turismo que beneficie a la comunidad, denunciaron.
Consideran en
Xochimilco hacer gobierno propio
Un grupo
de unas cuantas mujeres inició un movimiento que se opone a la corrupción en
las elecciones en el pueblo de Santa Cruz, donde ya consideran la posibilidad
de hacer un gobierno bajo usos y costumbres.
Adazahira
Chávez
Publicado el 22 de julio de 2013.
Santa Cruz Acalpixca, Xochimilco. Los olores penetrantes del
dulce cristalizado de la feria, la música a todo volumen de la plaza y el ir y
venir de los pobladores se mezclan con el movimiento del plantón y las mantas
que inquieren “¿Quieres seguir viviendo
sobre el engaño de los corruptos? Atrévete a un cambio verdadero”, en la
entrada de la coordinación territorial, instancia del gobierno local para
enlazar con pueblos y colonias, que en Santa Cruz está tomada por un grupo de
pobladores hartos de la corrupción desde el 27 de febrero de 2013. “Queremos un consejo del pueblo formado por
las personas mayores”, define Martha. “Ellos
sí tienen la sabiduría para gobernar”.
Gloria, una de las iniciadoras
del movimiento, limpia pollos dentro de las instalaciones. Los pobladores
entran y salen a preguntar por trámites y a solicitar los sanitarios. Hay una
aparente tranquilidad, pero los integrantes del movimiento advierten que están
bajo constantes amenazas de muerte y hostigamiento continuo a cinco meses de
que no permiten operar a la candidata que se dio por ganadora, Trinidad
Jardines. Los integrantes de la asamblea aseguran que no levantarán el plantón
hasta que haya una solución satisfactoria “para
el futuro de Santa Cruz”, lanza Ignacio Velázquez, integrante de la
asamblea opositora.
La rebelión de las mujeres
En Xochimilco, el control de las corrientes del
Partido de la Revolución Democrática (PRD) inició con el periodo de Rosario
Robles como jefa de gobierno, señalan los pobladores. “Por aquí han pasado todos los partidos, ya probamos todos y los
perredistas salieron peores que los demás”, acusa Ignacio Vázquez.
Como resultado de las
gestiones de los distintos gobiernos, señalan desde la asamblea, se aceleraron
los asentamientos ilegales en las zonas cerriles, la delegación y líderes
corruptos de comerciantes ambulantes se apoderaron de los espacios públicos –“que son del pueblo, no del gobierno”,
y no se atienden necesidades básicas como agua y luz. Además, señalan,
proliferan las grandes bodegas comerciales que debilitan a los pequeños
comerciantes y el aumento de casas habitación trae un tráfico que hace difícil
la vida cotidiana.
Carlos Martínez, de la
asamblea popular de Santa Cruz, señala que la candidata Trinidad Jardines, afín
al gobierno delegacional, fomentó el establecimiento de bases de taxis piratas
y la expansión descontrolada de comerciantes ambulantes; además, usa grupos de
choque contra sus opositores, por lo que no es bien vista por los pobladores.
Las coordinaciones
territoriales son altamente codiciadas por los grupos partidistas pues son
intermediarios con el gobierno delegacional, “y quieren mantener sus cotos de poder para autorizar las invasiones y
utilizar en su beneficio las partidas presupuestales”, acusa Carlos
Martínez –a quien más tarde, denunciaron los plantonistas, intentó atropellar
un funcionario delegacional.
Llegaron las elecciones de
2013 pero el proceso no fue terso, pues la gente desconoció los resultados en
San Gregorio Atlapulco y Santa Cruz Acalpixca. En Santa Cruz se dio por
ganadora a Trinidad Jardines Castillo –quien ya opera como coordinadora
territorial pero fuera de las instalaciones-, identificada como aliada del
diputado y exdelegado Faustino Soto y perteneciente a la corriente perredista
de Los Chuchos (Jesús Ortega y Jesús
Zambrano), aunque anteriormente estuvo del lado de René Bejarano. Entre la
gente de los pueblos, a este grupo se le llama El Cartel de Xochimilco.
En Santa Cruz, “la gente vio que era tan descarado el
acarreo de gente de otros pueblos y la compra de votos -regalaron materiales,
despensas, tinacos y hasta casas prefabricadas-, que no le quisieron entrar”,
relata Martínez.
Las iniciadoras del movimiento
contra la elección fueron cinco mujeres, a las que se unieron pobladores de
distintos signos ideológicos, incluyendo al contendiente Martín Canales. “Es que a mí sí me interesa el futuro de mis
pueblo, y no podía dejar las cosas así nada más”, relata Gloria, levantando
los brazos, para explicar por qué se lanzó a tomar instalaciones del gobierno.
La candidata oficialista “trató de desprestigiar al movimiento
diciendo que estábamos infiltrados por otros grupos políticos, pero eso no es
cierto, fue el hartazgo”, señala Ignacio Velázquez Flores, taxista,
adherente a La Sexta Declaración del EZLN y participante en la asamblea. “Yo vi el plantón de las señoras y pues ya
traigo sangre guerrera, así que me uní. Yo quiero que cambie todo porque está
muy corrompido todo el sistema”, describe Martha.
Los ocupantes de la
coordinación comenzaron a realizar asambleas todos los días a las seis de la
tarde, relata Velázquez, para presionar al delegado a hacer una negociación. La
propuesta oficial fue darles mil 500 pesos “para
sus pasajes” a siete opositores y un espacio físico en la coordinación a
cambio de permitir que la señora Trinidad ocupe el puesto. La asamblea no
aceptó, pero algunos de sus miembros se fueron porque no vieron condiciones
para continuar o les interesaba más la negociación, como el ex candidato
Canales, refiere Carlos Martínez. El resto de la asamblea se quedó en las
instalaciones, hasta donde les han llegado las amenazas de muerte.
El objetivo, un consejo popular
Los integrantes de la asamblea se manifiestan
hartos de los distintos gobiernos. Quienes los amenazan están dentro del
gobierno delegacional, acusa Martínez. Identifican al director de Jurídico y
Gobierno, Sergio Fontes Granados, como autor no sólo del hostigamiento en su
contra utilizando a gente del pueblo, sino como extorsionador de negocios.
El movimiento hizo un pliego
petitorio con diez puntos, entre los que se destaca: la recuperación de los
espacios públicos, el alto a los asentamientos humanos en la zona cerril, que
se ordene al comercio ambulante controlado por líderes corruptos; que haya agua
para todos, que se bajen las tarifas de luz y que se rescate el centro
ceremonial “Cuahilama” y el predio
Ahualapa que, denuncian, es público y se apropió la delegación.
A cinco meses, los integrantes
de la asamblea se sienten en la indefensión y bajo violencia, pero siguen
firmes en sus objetivos, que trascienden ya a su pliego petitorio: la
constitución de un gobierno bajo usos y costumbres y no partidista, “bajo el artículo 2 de la Constitución que
reconoce las formas de organización de los pueblos originarios y bajo el
artículo 169 de la OIT, Organización Internacional del Trabajo”, precisa
Martínez, quien reconoce que requerirán mucho trabajo para poder lograrlo.
Agrega que se dieron cuenta de que lo partidista no funciona, “ya probamos de todos los colores y no
funcionan”, y ahora trabajan para que los habitantes piensen en las otras
opciones de organización.
“Vendrá el voto de castigo al PRD y hay que dar
información para que la gente recuerde y retome las formas de organización de
nuestros mayores”,
declara Martínez. Martha, ex limpiadora de hospitales, está de acuerdo con este
planteamiento que se discute en la asamblea, pues los mayores “son quienes saben lo mejor para nosotros, y
acá en los pueblos todavía hay mucha gente sabia”, apunta.
La dificultad, reconoce
Manuela Martínez, es que como el régimen de la tierra ya pasó en su mayoría a
propiedad privada, se han perdido algunas costumbres organizativas como las
asambleas, “que es lo que tenemos que
fortalecer ahora”, considera. Pero los habitantes de Santa Cruz también
están curtidos: en 1998 ganaron la lucha contra la construcción de condominios
en su tierra. “No logramos continuar con
la organización pero sí paramos a las inmobiliarias”, señala Martínez.
“Acá hay gente que se fija mucho en lo que hacen
los de arriba y hace barbaridades como vender sus tierras que son de abasto de
agua. Si los dejamos que sigan haciendo de las suyas, seguirán tapando nuestros
mantos acuíferos y perjudicando al agua que sirve para mantenernos a todos”, acusa Martha. “No hay solución ahora, pero aquí seguiremos
hasta que sea de buena manera y por el bien de todos”, remata Gloria, a
manera de despedida.
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