1. En México los
medios de información, los empresarios, el gobierno, ponen a los padres y a la “violencia intrafamiliar” como causa del
abandono de los niños de sus hogares. Con enorme cinismo y desfachatez
silencian la miseria, el desempleo, los salarios de hambre, la falta de
orientación, como causa fundamental de la destrucción de los hogares. La India,
Brasil, México, son los países con más niños “en situación de calle”; se calculan 11, 10 y 9 millones
respectivamente, con más niños abandonados, trabajando en lo que sea, sin
escuela, viviendo en edificios abandonados, en el subsuelo y construyendo
bandas, pandillas y su propia vida. Los niños no van a hacer la revolución,
pero cuando crezcan con toda esa experiencia de vida, seguro que podrán ponerse
al frente de las grandes revueltas que han comenzado a desarrollarse, no están
lejos.
2. Mientras por la
radio y TV se comenta ampliamente que un niño de Tabasco que vendía en la calle
fue conminado por un policía y obligado a tirar su mercancía, y luego que a ese
mismo niño el gobierno de Tabasco le otorgó un beca y al policía se le castigó,
se olvida o se soslaya que en México hay por lo menos nueve millones de niños
limosneros, venteros de lo que sea, callejeros limpia vidrios, que viven en
grupos o bandas en los sótanos y alcantarillados del subsuelo; sus padres
ineludiblemente son desempleados, de salarios miserables, que por lo mismo no
fueron a la escuela, separados y sin hogar. ¿Para qué carajos, si no es
propaganda, sirve proteger a un niño cuando en México hay 70 millones de pobres
y 40 millones de miserables? ¿O solamente es simbólico y de eso se trata?
3. El problema de
México no es simplemente de niños, de mujeres o de ancianos; mucho menos las
soluciones son otorgar becas, limosnas y demás paliativos que suelen ser
incluso ofensivos para quien los recibe o lesivos para quien los otorga, tal
como el presupuesto público. La solución, como todo el mundo sabe, es la
creación de empleos productivos con salarios suficientes para vivir. ¿Para que
trabajar cuatro, seis, ocho horas, si lo que se cobra apenas alcanza para pagar
el transporte y una torta? En México el “salario
mínimo” mensual -que es el que regula todos los salarios de los
trabajadores- es de 1,800 pesos (130 dólares) cuando –de acuerdo a los
estudiosos- debería ser de por lo menos 380 dólares o 5 mil pesos. El salario
mensual de un senador, gobernador, ministro o presidente se ubica entre 20,000
y 40,000 dólares.
4. Los políticos
cobran de 200 a 400 veces lo que gana un trabajador pero no dejan de manifestar
que –aunque reciban compensaciones, pasajes y demás regalías- quieren más
porque los empresarios ganan de seis a 10 veces más que ellos, es decir, de
cuatro a 10 millones de pesos al mes. Los políticos saquean el presupuesto
público de la nación y los empresarios explotan y esquilman directamente a los
trabajadores y a la nación. ¿O cree acaso la población que el dinero público y
privado cae del cielo y nada tiene que ver con la miseria y el hambre de
millones de familias? Mucho más de la mitad de las riquezas que se producen a
diario en todo el país van a las cuentas bancarias de los empresarios y los
políticos; menos de la mitad se distribuye en forma de salario entre decenas de
millones de trabajadores. ¿Qué pasaría si toda la riqueza se distribuyera
equitativamente?
5. ¿Qué pasaría si
por el contrario: todos los niños de la calle, sean venteros, limpia vidrios,
limosneros, se unieran y se madrearan a todos los policías que los persiguen?
Seguramente ya no se les darían becas ni los apapacharían en la televisión,
sino que se les mandaría al ejército para golpearlos y llevarlos a la “correccional”. Por artículos
publicados, supongo que en varios países musulmanes, en Brasil, en la India, en
Nueva York y otros lugares los niños de siete a 13 años son más activos que los
de México; así como los del DF y Estado de México son más despiertos y experimentados
que los de la tranquila provincia. Pienso que los militares que cuidan los
intereses de la empresa comercial y de los gobiernos deben dejar de ensañarse
contra los niños porque también ellos han comenzado a despertar y a defender
sus derechos, que son también los de todos los seres humanos.
6. Entiendo bien la
campaña televisiva del “niño humillado”
de Tabasco y de la beca que se le otorgó. Se pretende con ello decirle a la
Coordinadora (la CNTE) que el gobierno sí está preocupado por la educación de
la niñez y que no está dispuesto a admitir que se le maltrate. Pero en mi
pueblo dicen que “una golondrina no hace
el verano”. Los gobiernos deben dejar esas políticas asistencialistas que
solo sirven para ganar votos y enfrentar los problemas que están determinando
la vida del país: Obliguen a los empresarios a invertir y a crear empleos,
oblíguenlos a pagar buenos salarios, reduzcan al 50 por ciento los salarios de
los funcionarios y las ganancias empresariales. Resuelvan positivamente los
servicios de salud, educación y vivienda y muchos asuntos negativos caerán por
su propio peso. No disfracen los problemas otorgando una beca o corriendo del
trabajo a un policía.
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