Alma Sánchez
Publicado el 24 de junio de
2013
Intelectuales, luchadores sociales, artistas, sindicalistas y
organizaciones sociales llaman a los magistrados que resolverán el caso del
preso político más emblemático de México a actuar en favor de la justicia.
“Aunque parezca que la situación nos separa, tú sabes que estoy
contigo. Estoy muy orgulloso de ti por lo humilde y bondadoso que eres con los
demás. En esta lucha tuya y nuestra hemos
conocido a gente que se une por tu libertad y he tenido la dicha de ver que
pueblos enteros se unen por una misma causa”.
Héctor Patishtán, Carta del Día del Padre.
México. En las semanas decisivas para la libertad del preso
político tzotzil Alberto Patishtán, individuos y organizaciones solidarias de
México y otros países reclaman que el tribunal que juzga el caso dicte su
libertad. El profesor Patishtán agradece las muestras de apoyo que, estima,
rendirán fruto aunque sea “no mañana,
sino en lo posterior”.
El 19 de junio,
cientos de personas salieron a las calles a expresar que el preso indígena
tzotzil Alberto Patishtán debe ser puesto en libertad, después de cumplir 13
años de injusto encarcelamiento. Las acciones en México ocurrieron en el penal
5 de San Cristóbal de las Casas, Chiapas; en el Palacio de Bellas Artes, en el
Distrito federal; en Cuernavaca, Morelos; y en la ciudad de Oaxaca, entre
otras.
A las afueras
del penal N° 5 se celebró una misa. Después, los asistentes marcharon alrededor
del penal, gritando consignas para Alberto Patishtán y los Solidarios de la Voz
del Amate. Se leyeron comunicados de diversas organizaciones mexicanas e
internacionales. Patishtán Gómez, como agradecimiento a las muestras de
solidaridad, envió una carta donde expresó: “El
motivo de mi aprehensión fue que estuve de lado de los pobres, oprimidos,
hambrientos y sin nada. No me arrepiento de haber ayudado a mis hermanos
pobres, sino al contrario, me siento feliz de haber cumplido un poquito de mi
obligación”.
Leonel Rivero,
abogado defensor del preso político, anunció que el 4 de julio, Baldemar
Velásquez -presidente del estadunidense sindicato agrícola FLOC, vicepresidente
de la Confederación Sindical AFL-CIO y compañero del luchador social Cesár
Chávez- visitarán a Patishtán en el penal.
En las afueras
del palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, se dio una conferencia de
prensa nutrida por la presencia de organizaciones sociales, sindicales, el
medio artístico y organizaciones no gubernamentales. En la mesa de la
conferencia se destacaron el intelectual don Pablo González Casanova; Trinidad
Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra; la actriz Julieta
Egurrola; Alejandro Martínez, de la Red contra la Represión y por la
Solidaridad; el poeta náhuatl Mardonio Carballo; Héctor Patishtán y el abogado
Sandino Rivero, entre otros.
González
Casanova expresó de manera amplia que: “Es
una vergüenza que un hombre como el profesor Patishtán esté en la cárcel desde
hace 13 años. No nos damos cuenta hasta qué punto es infame el tener en la
cárcel a un hombre así”. El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) señaló que la defensa del preso político tzotzil no es
solamente la de un hombre, sino la de un pueblo que es sistemáticamente atacado
desde hace siglos y ahora particularmente por las grandes mineras y forestales,
entre otras, “que no tienen la menor
vergüenza de utilizar grupos de choque y criminales para asediar a los pueblos
y criminalizar a sus defensores”. El intelectual pidió a cada uno de los
miembros del tribunal que emitirá el juicio que obren de acuerdo con una
conciencia mínima y de respeto por la ley y la libertad. “Si lo hacen, el juicio que emitan será reconocido en el mundo
entero” pero, advirtió, el mismo mundo reprobará cualquier juicio en contra
“de uno de los héroes del pueblo”.
Alejandro
Martínez leyó un pronunciamiento que señala que: “son 13 años de ausencia para su familia y su comunidad. El profesor
Alberto, pese a los gobiernos, se mantienen presente en las calles de El
Bosque, en la intimidad de su familia y en la conciencia de México y de tantos
otros países del mundo”. Trinidad Ramírez puntualizó que el proceso legal
contra Patishtán está plagado de irregularidades: “Fabrican delitos para poderte encarcelar y mantenerte ahí. Así la
justicia dice que nosotros somos los violentos y no el gobierno”.
Héctor
Patishtán remarcó que estas últimas semanas son decisivas para la libertad de
su padre. Indicó que “la familia ha
sufrido mucho debido a que somos huérfanos de madre y padre por la ausencia de
mi papá”. El joven señala que sacan fuerza de la misma desesperación que
sienten, y que están claros que cuando salga su padre de la cárcel seguirán
luchando.
El propio
Alberto Patishtán se hizo presente a través de una llamada telefónica, donde
señaló que la injusticia no sólo la vive él, “sino que de alguna forma todos somos tocados por este sistema”. El
profesor tzotzil señaló que el apoyo que le brinda la gente traerá frutos “a lo mejor no mañana, sino en lo posterior”.
Patishtán apuntó que lo que garantiza el éxito a una iniciativa es que no se
hacen por obligación, sino con amor y por deber.
El abogado
Sandino Rivero, parte también de la defensa del profesor, consideró que a más
tardar en una semana se asignará al magistrado encargado de elaborar el
proyecto, después de lo cual corren diez días para entregar la propuesta de
resolución. “Puede ser que se
resuelva hasta el mes de agosto, porque el 15 de julio sale de vacaciones el
Poder Judicial de la Federación, pero también puede ser que en la primer
quincena de julio se resuelva”, estimó el defensor, que considera grandes
las posibilidades de que se reconozca la inocencia de su defendido y así se
enmiende lo que se hizo mal en el caso.
En Morelos,
tierra de Emiliano Zapata, diferentes organizaciones marcharon hacia el zócalo
de Cuernavaca. Entre las organizaciones se dieron cita Los Miserables Libertarios de
Tlaquiltenango, Centro Social Comuniario “Julio Chavéz López”, La Puta
Colectiva, Unión Zapatista de
Comerciantes Indígenas y la Unión
Revolucionaria de Comerciantes Artesanos Indígenas Zapatistas, entre otros.
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