BRASIL: Cuando la democracia directa tomó las calles contra la vacía, elitista y corrupta “democracia representativa”
Rebelión, 30-06-2013
La democracia “representativa”
vigente en Brasil se manifiesta en una alianza de la ultraderecha ruralista, la
“centroderecha” del PMDB, la “centroizquierda” de partidos envilecidos menores
como el PCdoB, y la “izquierda” del PT, juntos en un gobierno de coalición para
aplicar un programa anti-popular impuesto por la dictadura del mercado.
Cualquier semejanza del PT actual con el que protagonizó las luchas sindicales
y anti dictatoriales, es pura fantasía.
Una respuesta muy oportuna
Era
tal el convencimiento que el gobierno tenía de que habían desarticulado y
desmovilizado a los movimientos populares por medio del consumismo, del
clientelismo electoral y el asistencialismo social, que ante el levantamiento
multitudinario se declararon “atónitos”
y “perplejos”.
En el presupuesto para 2013 el gobierno destinó al pago de
intereses y amortizaciones de la deuda pública -con que lucra el capital
financiero- 12 veces más que a la Educación, 10 veces lo concedido a la Salud,
40 veces más que a la “Bolsa Familia”
que alimenta a más de 4 millones de hogares y 180 veces lo otorgado a la
reforma agraria. Desde 2011 vienen frenando las expropiaciones para la reforma
agraria y centenares de miles de familias esperan sobreviviendo bajo cubiertas
negras de plástico, el postergado otorgamiento de tierras. Este año detuvieron
la demarcación de tierras indígenas y pretenden extender la minería a cielo
abierto a toda la Amazonia. Ningunearon a los servidores públicos de la Salud y
la Enseñanza que pedían aumentos y más recursos para sus sectores. Dejaron
deteriorarse el transporte colectivo, cedieron a la avidez de los empresarios
del sector subiendo el boleto, mientras incentivaban la compra de automóviles.
Luego de aumento tras aumento en los alimentos y el transporte, Dilma anunció
que el segundo semestre de este año haría un “festival de licitaciones” para represas, autopistas, puertos y
otras obras de infraestructura que enriquecen empresas constructoras y que
atropellan, tierras indígenas, campesinos pobres, pescadores ribereños y
quilombolas. El “festival” comenzó en
el primer semestre, adjudicando en mayo a las multinacionales, bloques de
explotación petrolera en el territorio de 76 asentamientos de la reforma
agraria y comunidades quilombolas, en el nordeste del país. El gobierno da un
impulso descarado a la minería multinacional, a la agroindustria y la
transgenia agrícola /1 en el camino de una contra-reforma agraria
provocando múltiples conflictos con pequeños productores, pobladores y
trabajadores rurales y ambientalistas. En las grandes ciudades, con la coartada
de los mega-eventos deportivos, en favelas y barrios periféricos han lanzado
una contra-reforma urbana favorable a la especulación inmobiliaria y
destructora de las organizaciones comunitarias. Y el Congreso amenazaba con una
enmienda constitucional que impediría a la fiscalía investigar la corrupción
(PEC 37) y con otra que pondría freno definitivo a la demarcación de tierras
indígenas (PEC 215). Y todo esto en medio de un “festival” de coimas y sobornos en las obras de los mega-eventos
deportivos.
La sorpresa para los tres poderes de la institucionalidad es
que Brasil no tiene tradición de “violencia
revolucionaria” y no obstante ocupó pacíficamente las calles, creciendo en
cantidad y descontento, resistió los ataques y las provocaciones de la policía
militar, que de inmediato pasó a ser el símbolo de la brutalidad
anti-democrática. La Policía Militar no tenía en el manual que su
enfrentamiento a las enormes movilizaciones populares no podía equipararse al
vandalismo impune con que actúan hace décadas contra las protestas puntuales en
la periferia y la brutalidad con que tratan a los pobres, los indigentes y
excluidos.
Las intensas movilizaciones en más de 400 ciudades ya tienen
en su haber un freno total a los aumentos del transporte y en Porto Alegre se
impuso una “tarifa cero” parcial. El
martes 25/06 la cámara de diputados asustada enterró la PEC 37 que intentaba
preservar la corrupción impidiendo investigaciones de la fiscalía (Ministerio
Público). Pero mantiene la amenaza de la PEC 215 que permitiría el avance sin
límites del agro-negocio y la minería en las tierras indígenas, para presionar
sobre la promesa que les hizo el PT en mayo pasado, de detener la demarcación.
Ahí la mordida de plusvalía es demasiado grande como para renunciar a ella de
inmediato. De cualquier forma estamos frente a grandes victorias de la
movilización que la imponen como la forma legítima y efectiva de alcanzar
demandas populares.
Las propuestas de Dilma
Las
cinco propuestas de la presidente Dilma para responder a las demandas de la
calle son en verdad un truco para ganar tiempo sin dar en efectivo nada. El
gobierno intenta desmovilizar y apaciguar el movimiento. Es sintomático que la
primera propuesta reitera la subordinación de su gobierno a la Responsabilidad
Fiscal. Éste es un mensaje dirigido al capital financiero y al imperialismo. La
disciplina presupuestaria a la que adhiere la Ley de Responsabilidad Fiscal es
la primera obligación de un Estado sumiso al Consenso de Washington, un programa
económico de USA para esquilmar al continente.
La Cámara de diputados sabía que algo debía otorgar a la
rebelión callejera que exigía más recursos para los gastos sociales y aprobó en
la madrugada del 26/06 destinar el 75% de los royalties del petróleo del
Pre-sal para Educación y el 25% para Salud. Se distribuye “con generosidad” algo que todavía está a 6 kilómetros de
profundidad en el océano. Pero además los royalties que obtendría el Estado
brasileño es apenas el 8% de la renta petrolera, el 92% restante va para las
transnacionales que se apropian del crudo brasileño en las licitaciones.
Los recursos que le faltan a los servicios sociales, se los
lleva la Deuda Pública que absorbe el 42% del presupuesto en 2013, un mecanismo
para enriquecer al capital financiero y a rentistas nacionales y extranjeros.
Sólo revocando la Ley de Responsabilidad Fiscal, eliminando la generación de
mega-superávits primarios que funcionan como variable de ajuste de las cuentas
públicas e iniciando una auditoría para rechazar toda la deuda ilegítima, se
estaría actuando con soberanía nacional respecto a los recursos públicos y a
favor de las necesidades sociales de la población brasileña.
La propuesta de una Constituyente para debatir la reforma
política fue el primer globo que se pinchó. El sistema judicial fue quien de
inmediato saltó en contra, nada de soberanía popular, la conducción del Estado
es privativa de la élite oligárquica. Enseguida el PMDB, aliado de “centro-derecha” del PT rechazó
cualquier posibilidad de una Constituyente. Con las experiencias de Venezuela,
Bolivia y Ecuador al respecto, la Constituyente se transformó en el leviatán
para la burguesía y el imperialismo en América Latina. La Constituyente
entonces fue rebajada a un referéndum o plebiscito con 3 preguntas. Para
Correio da Cidadanía “separada de cambios sustanciales en el pacto de poder
existente”... “cualquier reforma política es pura perfumería.” Y concluyen:
“En el pronunciamiento de la presidente Dilma, de concreto y palpable apenas
la reafirmación de los compromisos de mantener la austeridad fiscal. Puesto
contra la pared por la población, el gobierno del PT se esmeró en tranquilizar
al gran capital y al gran hermano del norte: aquí en las tierras de Brasil todo
continuará como antes.” /2
Otra las propuestas de Dilma era catalogar a la corrupción
como crimen hediondo. La votación aprobatoria del Congreso no significa gran
cosa. La corrupción es un aspecto inseparable y un fundamento básico del
sistema capitalista. Y los integrantes de la Institucionalidad siempre
encuentran mecanismos de evasión de ese tipo de leyes e incluso cuentan con la
complicidad de la justicia burguesa para defender su impunidad.
Pero no está todo dicho
A
partir de este enfrentamiento de los movimientos que han tomado las calles
ejerciendo la “democracia directa”
contra los poderes del Estado y su vacía, elitista, corrupta, “democracia representativa”, se abre una
situación muy favorable para que la rebelión popular obtenga otras conquistas.
La gran incógnita es cuál será el camino para que estos
movimientos multitudinarios no sean corroídos y terminen extinguiéndose sin
pena ni gloria. O sean absorbidos por la institucionalidad burguesa, cercenando
su potencial transformador. Por el momento hay un atributo alentador de los
movimientos: su horizontalidad democrática y su tendencia al debate abierto.
Estos movimientos, con sus debilidades e imprecisiones, son una superación
respecto a rebeliones del pasado en el continente, con líderes mesiánicos y
autoritarismo sustentado por burocracias siempre ineficientes, despóticas y a
la larga, prostituidas.
¿Cómo articular a los componentes de esos movimientos para
que puedan enfrentar con éxito a la actual “democracia
representativa corrompida”? ¿En partidos y sindicatos? Con diferencias de
región a región, hay una gran desconfianza hacia partidos y sindicatos porque
en su mayoría, hasta ahora, han jugado la carta de la indiferencia frente al
golpe de timón a la derecha que dio el gobierno del PT. Hay excepciones: en
Florianópolis en la movilización del movimiento por el pase libre (MPL) el
jueves 27/06 hubo presencia con banderas del Sindicato de los Trabajadores del
Transporte Urbano (Sintraturb), una alianza esencial para el MPL.
Pero esa división impuesta por la socialdemocracia en el
siglo XIX entre lo social y lo político es la razón principal de que la Central
Única de Trabajadores (CUT), que representa especialmente a la élite del
movimiento obrero brasileño, y otras centrales menores se hayan mantenido al
margen de las movilizaciones. Durante los gobiernos del PT han aceptado la
subordinación a la institucionalidad burguesa y se han demostrado incapaces de
defender los intereses populares. Los movilizados intentan superar esas
instituciones imprimiéndole a los movimientos un carácter social-político
indivisible: las reivindicaciones son defensivas, económicas, democráticas y
también políticas. La realidad les ha mostrado que en esta nueva época, ni los
sindicatos ni las centrales han defendido con firmeza sus derechos. Y los
partidos supuestamente de “izquierda”
han sido incapaces de resistir las tentaciones y privilegios de la
institucionalidad capitalista. Las pocas excepciones confirman la regla.
En la agitación callejera, algunos abucheos o forcejeos
contra los portadores de banderas del PT u otros partidos del gobierno como el
PC do B, son explicables. Los petistas de inmediato responsabilizaron de la
agresión a la derecha y los grandes medios por sus consignas contra la
corrupción y la demanda de que el movimiento fuera “sin partidos”. La Rede Globo -el gran partido político del capital
que ya sufrió ataques de los movilizados en las semanas pasadas-, trata de
desvirtuar las demandas y desviar el descontento hacia el anti-partidismo y el
nacionalismo patriotero de derecha /3. Pero, el rechazo al PT de muchos
jóvenes proviene sobre todo de su ejercicio del poder en alianza con ruralistas
y otros personajes nefastos y aplicando una política que no pone en primer
lugar las necesidades populares. Los petistas que se suman a las movilizaciones
deben dejar la susceptibilidad a un lado e integrar el movimiento con humildad
sin intentar aparatearlo. Es claro que muchos de ellos no apoyaban la
derechización del partido y mantenían en alto su visión programática “socializante”. Pero la desconfianza de
algunos jóvenes con el PT es legítima y solo se diluirá cuando vean que sus
activistas apoyan las demandas y sus militantes están codo con codo con quienes
marchan en las calles por cambios radicales.
Una visión utópica
La
Comuna de Paris no abandonó ni el sistema democrático representativo ni el
sufragio universal. La diferencia fundamental con las elecciones parlamentarias
burguesas era el carácter de revocables en todo momento de los representantes.
Es decir no se los elegía por un plazo de años y durante ese plazo eran
inamovibles. La revocabilidad indicaba que la democracia representativa estaba
subordinada a la voluntad de la mayoría y si no se cumplía su mandato el
representante era destituido. Además de esa revocabilidad en todo momento de
los delegados o representantes se estipuló que todos ellos se hallarían
obligados por el mandat impératif,
(mandato imperativo) es decir instrucciones precisas de sus electores que no
podrían cambiar o modificar. Lo opuesto a lo que rige en la democracia
burguesa, donde los parlamentarios pueden desvirtuar o contradecir los deseos
de sus electores en sus decisiones, con total impunidad.
Lejos de perder validez, las lecciones que nos legaron los
comuneros a través de los textos de Marx y Engels /4, siguen siendo un
horizonte democrático de la humanidad, totalmente vigente.
Por ahora la única tendencia definida, entonces, es que los
jóvenes se nuclearon alrededor de una serie de consignas que son
social-políticas y democráticas pero aún no se tiene una clara definición
programática.
Las movilizaciones en Brasil todavía no alcanzaron a
formular un programa que dé sustento a una visión utópica. Según David Harvey: “Hay
varias maneras de construir una visión utópica. Creo que siempre existe la
necesidad de tener en mente una visión utópica, de una manera u otra, un lugar
al que deseamos llegar, aunque al final no lleguemos, en cierto sentido no
importa mucho si se llega o no. Si se tiene una visión, tratando de cambiar las
cosas, estas se mueven en una dirección u otra”... “Y creo que necesitamos un
modo de construcción por la negación. Si se comprenden los aspectos del
capitalismo que no nos gustan, ¿qué rechazaríamos?, cómo sería una sociedad que
ya no funcionara sobre la base del valor de cambio, sino sobre la base del
valor de uso...” /5
No obstante no esté formulada aún una visión utópica los
movimientos ya aplicaron un modo de construcción por la negación (no al aumento
del transporte, no a la obras de los mega eventos, no a la impunidad de la
corrupción, etc.) del cual se desprende un esbozo de programa. Para los
activistas sociales y políticos independientes o partidarios no es el momento
de centrarse en el derecho a portar banderas, aunque eso sea una justa reivindicación
democrática. Es tiempo de intervenir en las movilizaciones junto a los jóvenes,
colaborar en su organización y defensa, ganar su confianza y -con humildad y
sin preconceptos- ayudar a formular una visión utópica nacional del movimiento
en base a sus consignas movilizadoras.
Notas
1/ Brasil
es el segundo mayor productor de Organismos Genéticamente Modificados (OGMs)
del mundo, perdiendo solamente para Estados Unidos. Un estudio realizado por la
Céleres, consultoría enfocada en agro-negocios, divulgó que Brasil posee 37,1
millones de hectáreas destinados a la plantación de transgénicos. Esa cantidad
representa más de la mitad del territorio destinado a actividades agrícolas
que, según o IBGE, representa 67,7 millones de hectáreas en 2013. En Brasil, el
producto que mas posee variedades transgénicas es la soja. A Céleres analizó
también que 88,8% del cultivo total de soja para la zafra 2012/13 es
genéticamente modificado.
2/ Dilma
o povo não está para brincadeiras.
Correio da Cidadanía 25 06 2013 http://www. correiocidadania.com.br/
3/ El
miércoles 26/06 los movimientos que defienden la democratización de los medios
de comunicación citaron un acto frente a la Rede Globo en Sao Paulo para el
miércoles 03/07 y es posible que el rechazo al monopolio informativo de Globo
se intensifique.
4/ Karl Marx,
La Guerra Civil en Francia 1871 y Federico Engels, Introducción a
La Guerra Civil en Francia, Edición de 1891.
5/ David Harvey,
Spaces of hope (Espacios de esperanza) (California Studies in Critical Human
Geography) Apéndices. University of California Press, 2000.
Rebelión ha publicado
este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
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