Por Juvenal Valenzuela
Autoridades del gobierno
municipal de Tepotzotlán, Estado de México, persiguen, discriminan, agreden
física y verbalmente a cientos de indígenas otomíes provenientes de Querétaro,
porque, aseguran, no tienen permiso de circular por la vía pública en esta
demarcación.
Al igual que sucedió
recientemente en Guanajuato, los denunciantes, quienes prefirieron guardar el
anonimato por temor a sufrir represalias, aseguran que el alcalde priísta Juan
José Mendoza Zuppa dio instrucciones a los policías municipales para que en
caso de ver a los indígenas sentados en el piso, vendiendo sus artesanías o
bien acampando en el centro de la localidad, deberán ser detenidos
inmediatamente y expulsados de Tepotzotlán, por lo que en múltiples ocasiones
los uniformados han realizado detenciones extra judiciales a un número
indeterminado de ciudadanos, tan solo por su aspecto físico o vestimenta
tradicional, desde el mes de marzo.
Tepotzotlán fue catalogado
en 2002 como un “Pueblo Mágico”
debido a su rica historia indígena y colonial, además de poseer múltiples
monumentos o zonas históricos, sin embargo, “el
gobierno local parece olvidar este pasado al ordenar este tipo de detenciones
que violan el artículo sexto y onceavo de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos”, explicó en entrevista el abogado Oscar Sánchez.
“Varios de nosotros nos unimos para exigir se nos respeten nuestros
derechos humanos e indígenas, fuimos al Palacio Municipal a hablar con las
autoridades y lo único que nos respondieron era que nos ‘largáramos’ de ahí,
porque esa había sido orden del presidente municipal y no había vuelta atrás”, aseguró Lourdes N, quien es madre de dos niñas y que semana a semana debe
acampar en la plaza principal, acostada sobre una tira de cartones viejos y una
cobija luida, debido a que vienen del estado de Querétaro y por cuestiones
económicas no pueden rentar un espacio donde pasar la noche, al día siguiente
deben levantarse temprano a vender sus floreros de barro, muñecas de trapo,
pinturas, collares, ropas y pulseras hechas a mano, entre otros productos.
Patricia N, otra de las mujeres entrevistadas,
dijo que la última vez que fueron detenidas a punto de jaloneos y groserías por
los policías locales, ellos les robaron sus pertenencias, su mercancía, además
de que fueron amenazadas, con ser procesadas penalmente “por que según ellos no podemos estar en el centro de Tepotzotlán, sin
que nos dijeran los motivos”.
Por su parte miembros del Frente Plural
Ciudadano y Vecinos Izcalli aseguraron que a la brevedad redactaran un
comunicado conjunto para buscar el apoyo de diversas agrupaciones indígenas de
México con el objetivo de exigir al alcalde priísta retire esta decisión,
además de que gestionaran una audiencia pública de forma directa con el edil
para demandarle detenga estas acciones inconstitucionales y discriminatorias.
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