ALAI, América Latina en
Movimiento
2013-05-02
2013-05-02
El 19 de abril, 10 mil indios de Los Altos de
Chiapas soportaron por 8 horas la espera y los discursos del güero Velasco, de la Chayo Robles, de Lula y de Peña Nieto al
dar inicio la Cruzada contra el Hambre
en la comunidad indígena tzotzil de Navenchauc, Zinacantán. Se reeditó el viejo
ceremonial priísta del acarreo y los indios jugaron muy bien su papel.
Estábamos frente al escenario de la segunda transición en México y en Chiapas.
La primera en la entidad con Pablo Salazar, se había derivado del levantamiento
armado.
Cuando me comentaron que
el nieto del neurólogo y ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Suarez era el
candidato de Enrique Peña Nieto (EPN) al gobierno de ésta entidad en el sureste
mexicano, neta que no la creí pero…
fue neta. Al güero le prepararon terreno y pista a la EPN. Uno de los
instrumentos: los medios. Se restañaron algunas heridas: Herrán Salvatti y
Pablo Salazar estaban fuera de la cárcel. Sabines preparaba la huida. En suma,
la clase política chiapaneca las había entregado, se había subordinado a la
segunda etapa del proyecto modernizador salinista y la disputa local sería por
senadurías, diputaciones, presidencias municipales y por las carteras en el
gobierno.
Neta, el Chiapas político también es mágico. Así como Salinas- EPN impusieron al güerito Velasco. Camacho Solís, el tío del político güerito impusó a la Orantes como
candidata del PRD. Los movimientos sociales y facciones perredistas pactaron
con el güerito y el PRI recuperó
Chiapas vestido de Verde. Los pactos y maniobras de la clase política en
Chiapas no fueron otra cosa que la anulación efectiva del Sufragio Efectivo.
Con el 70.57% de la votación el PRI-Verde gobiernan el 90% de los municipios de
Chiapas y el 90% de la bancada en el Congreso local. El resto es de la
oposición, así quieren proyectar la democracia, diversidad y pluralidad
chiapaneca. Una práctica en la entidad que viene de lejos.
Al menos, desde la
década de 1970, la Dirección de General de Atención Indígena era la encargada
regular las elecciones en Los Altos de Chiapas: aseguraba a los candidatos
leales, políticamente les partía su madre
a los insubordinados y, si las cosas estaban parejas en un municipio se amarchantaban los puestos. Cuentan que
en ese entonces, en Chalchihuitán -uno de los municipios indígenas más pobres,
alcoholizados y violentos de Chiapas-, los caciques del lugar, eran los
encargados de materializar la voluntad popular, es decir, de llenar las boletas
electorales. Para no darle el 100% de votos al PRI, su partido, inteligentes
anulaban algunas y cruzaban otras a favor de la oposición.
En el presente, los
resultados del 2012 me sirven para molestar a la concurrencia y les pregunto:
¿A ver, qué pasó en Chiapas después de 20 años del levantamiento armado? Como
sabrán, el activismo acostumbra a escapar de la realidad política en la
entidad.
Simplemente levanta los hombros o se avienta la
explicación con la superficial y gastada letanía del fraude electoral, de
la compra y coacción del voto o la
consigna estratégica: ¡La lucha sigue,
sigue y sigue! Analistas políticos locales que realizan una evaluación del
proceso electoral en Chiapas ven que la limpieza y contundente triunfo de las candidaturas de
PRI-Verde, oculta el más pestilente cochinero electoral. Dicen no es coherente
que un partido sin presencia política en la entidad como el Verde ahora
gobierne el 40% de los municipios de Chiapas y el 45% de la bancada en el
Congreso local. Que después de 10 amagos de impugnación a la elección de gobernador
no se haya concretado uno.
Sería una simpleza
argumentar el fraude electoral de la alianza PRI-Verde cuando sabemos que la morralla de fuerzas políticas en Chiapas
PRD-PAN-PANAL-POCH fueron cómplices, como también lo fueron los personeros como
Camacho Solís y la señora Orantes su candidata. Cuando sabemos que aquellos
movimientos que alguna vez se mostraron independientes y que se forjaron en la
lucha por la tierra, de 1995 al 2012,
pasando por los gobiernos de Pablo Salazar y Juan Sabines se convirtieron en
pura clientela y marchantes de la
democracia electoral.
También la historia
viene de lejos. En las filas de la izquierda,
en una elección interna para la definir al candidato del PRD al Senado, la
terna estuvo formada por un oportunista indio tojolabal de larga trayectoria en
la CIOAC y en el PRD, un ex guerrillero de la Liga 23 de Septiembre que después
de la persecución pasó a las filas del reformismo, también, con una importante
trayectoria en la CIOAC y en el PRD, y Rutilio un rancherillo oportunista de los Valles Centrales. ¿Quién creen que
ganó la elección? ¡El rancherillo
cabrón que tiempo después votó la racista ley indígena! Alguna vez le pregunté a mi amigo ex
guerrillero cómo fue posible que Rutilio les ganara la elección interna. El
asunto fue que a un dirigente la CIOAC en la Zona Norte le calentaron la mano. Rutilio le había dado al luchador social y
dirigente indígena tzotzil la fabulosa cantidad de: ¡15 mil pesotes! Mi amigo justificó al indio y dijo: “A lo mejor en su vida había tenido esa
cantidad en sus manos”.
En 2012, los
dirigentes de lo que fueron los “movimiento
sociales” luchadores, conscientes, con la consciencia de que la Orantes
perdería las elecciones negociaron con el güero
Velasco y repartieron el voto: para la elección federal fueron con AMLO y en la
local con el PRI-Verde.
Por su parte, la
población se acomoda a según sus intereses. Entre el respetable las habas se
cuecen todos los días. Una familia migrante de Los Altos, de trabajadores
pobres, con dos jóvenes profesionistas universitarias, había decidido su voto a
favor del Peje. AMLO era su gallo, sin embargo, de un día para otro
una de las profesionistas cambió de opinión y empezó a hacer propaganda por el
PRI-Verde, el “cambio” se debió a que
les habían ofrecido plazas en el magisterio. Tenemos que recordar que más del
66% del electorado, es decir, 1 millón 807 mil 731 chiapanecos fueron a las
urnas.
A lo mejor había que
asumir que en medio de enormes carencias no puede haber elecciones
democráticas, menos, si las/os pobladores de este país y de Chiapas siguen
sumidos en la ignorancia y la enajenación.
Arriba las cosas no son
mejor. Si la toma de posesión de EPN fue un alarde de fuerza represiva con la
participación de Ebrard, la del güero fue de unidad, fuerza y convite de
negros. Estuvieron los representantes de la Familia
Chiapaneca: los de la Vega Domínguez, los Castellanos, los González
Garrido, los Ruiz Ferro, los Albores que sonreían al escuchar las boberas güerito;
de las familias de la política nacional, los Camacho, los Mancera y los yupies del Verde; representantes de los
empresarios, de las iglesias y del Ejército federal. Vamos, las fuerzas vivas de la postRevolución. En
representación del preciso, su
lanzamiento y adelanto de campaña salinista pa’l
18: la Chayito Robles. El güero Velasco, con demagogia
barata, envió un saludo respetuoso y de
reconocimiento al EZLN. ¡Faltaba más!
Al parecer todos los
caminos llevan a Chiapas. En febrero de 2013, en un acto desafiante en Las
Margaritas, EPN lanzó su programa insignia de Combate al Hambre mientras Noé Castañón desde la Secretaría de
Gobierno se esforzaba por cuidar las espaldas de Juan Sabines Jr. generando una
serie de conflictos locales para distraer la atención. A un poco más de 100
días, el gobierno de Chiapas está desfalcado y sin funciones… parado. Los 5 mil
millones que envió la federación han servido para mantener la campaña
publicitaria del güerito y el aparato burocrático. La PGR ha recibido una
demanda en contra de Juan Sabines. El ex gobernador ha declarado que está bajo
el patrocinio de Pablo Salazar. Ahora se dice que Sabines se encuentra exiliado
en Brasil. ¿Recuerdan que se decía que los gobiernos de Pablo Salazar y de Juan
Sabines eran de izquierda?
¿Conocen a tenebrosa y
macabra profesora Elba Esther? A igual que la Tigresa - ex novia, amante o amiga sentimental de Díaz Ordaz, el
presidente asesino del 68 Mexicano-, es cositía,
es decir, de Comitán de Domínguez, Chiapas. En sus buenos tiempos de la profe
se montaba la Transición a la Democracia en México. Hábil y oportunista, la
profesora participó en el plural Grupo de
San Ángel, ofreció su apoyo a la candidatura de Amado Avendaño y compartió
con Martha Sahagún, Amalia García y Chayito
Robles sus aspiraciones a la grande. ¿Recuerdan que la relación de la Chayo con Ahumada -el empresario
argentino “amigo” de Salinas-, tenía objetivos presidenciales? Ahora, Elba
Esther está en la cárcel, su hija y su nieto en el Congreso, y la Chayo, con una hija en el Congreso y una
Secretaría de Estado, está más cerca que nunca de ser presidenciable. Es la candidata
cautiva de Carlos Salinas de Gortari para el 2018. Cuentan que en una de
esas visitas a hurtadillas a la residencia de Salinas, el ex presidente tomó su
banda presidencial, la lució sobre el pecho de la señora y le dijo: “¡Se le ve muy bien!”.
El 19 de abril, próximo
pasado, la Chayito Robles, la ex
figura de la izquierda del PRD,
regresó a Chiapas como la mera mera
de SEDESOL. En Navenchauc, estuvo frente a 10 mil indios tzotziles de Los Altos
de Chiapas, EPN, Lula y el güerito Velasco con motivo del lanzamiento de la Cruzada Nacional Sin Hambre. Vean cómo es la política: lo que
pretendió ocultar Salinas durante su sexenio hoy es, con cinismo, un programa
de gobierno… y de campaña. Un programa que en la globalización Neoliberal
Conservadora y de Derecha es diverso, plural e incluyente. Ahí intervienen las
empresas, trasnacionales y no, como la Pepsico, Nestlé, Walmart, Maseca, Sigma
alimentos, Grupo Bafar, Qualtía Alimentos, Bachoco, Pilgrim’s Pride, Tyson,
Alpura y Lala, por lo que Chayito
exclamó: “Cada día la cruzada es de
todos”. Se reitera: la política -
también la social -, es bisnes.
Si EPN logró que Lula
estuviera en el evento como parte de su forja como líder en la región, la Chayito
-que sueña con la Banda Presidencial-, se vio acartonada, nerviosa, dura y
tensa frente al tamaño del invitado. Los indios, por su parte, se tuvieron que
chutar, al menos, 8 horas en el lugar. ¿A ver? ¿¡Quién les manda!? En
contraste, en Tuxtla, 4 mil indios del Movimiento del Pueblo Creyente apoyados
por 10 mil maestros demandaban la libertad de Patishtán. Su declaración fue: “Tenemos hambre y sed de justicia”.
Si el güerito Velasco envió un “saludo” al EZLN en su “toma de posesión” y más tarde se pronunció por la libertad de
Patishtán, un día antes de la llegada de
EPN y con la intención de parar la movilización por su libertad, se apersonó en
el reclusorio y le ofreció al profesor su gestión para que fuera liberado y la
revisión de expedientes de los indígenas y campesinos presos agrupados en La Voz
del Amate y Voces Inocentes. El gober
iba acompañado de su procurador (acusado de torturador) y del secretario de
Seguridad Pública. Como saben el gober
fracasó en el intento. Vamos a ver si ahora cumple su oferta. Puede que la
salida de Patishtán a una revisión médica al De eFe, pueda servir para
justificar su liberación por “motivos
humanitarios y de salud”.
Pronto estaremos en el
2014. No será un año más. Cuarenta años después, el EZLN traerá al presente el
bautizo de fuego a las FLN y a sus hermanas y hermanos mayores con la caída de
una casa de seguridad en Monterrey, de la Casa Grande de Nepantla y del
Campamento Guerrillero en el rancho El
Chilar, Chiapas. Eran los primeros años de la Guerra Sucia de Luis
Echeverría Álvarez (LEA).
Cuarenta años después la
Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, traerá al presente la celebración del
Congreso Indígena de Chiapas. La convención uno de los actos regionales
relacionados con la política indigenista de LEA. En Chiapas era gobernador el
Dr. Manuel Velasco Suárez. ¡Adivinaron! El agüelito
del güero Velasco. ¡Qué casualidad!
¿No les digo?
Arriba también tienen memoria. Es muy probable que
seamos testigos de cómo se disputa la Memoria. Es muy probable que el nieto de
Velasco Suárez aparezca en alguno de los actos de celebración de la Memoria de
Congreso Indígena de 1974.
En 2014, el EZLN también
traerá al presente los 20 años del levantamiento armado del 1 de enero de 1994.
Es muy probable que para entonces el tendido de puentes culmine, ahora sí, con
la VII Declaración acompañada de actos de singular envergadura en algún lugar
de la Selva Lacandona y réplicas en los mundos zapatistas.
Sin duda, los gobiernos
de EPN y del güero Velasco harán lo
propio. Políticamente empezaron con la creación de la Comisión para el Dialogo de los Pueblos Indios, tendieron puentes
con el movimiento indígena institucionalizado y el oportunista y la Cruzada. Militarmente se han fortalecido
con una presencia mayor de la Marina. Los Estados Unidos han emplazado a 200
marines en la frontera guatemalteca. Por su parte las universidades preparan
sendos eventos académicos y publicaciones utilizando, como gran telón de fondo,
los 20 años del levantamiento armado.
Por lo pronto el
proyecto de la Escuelita Zapatista
va, siguen las agresiones a las Bases de
Apoyo del EZLN de la comunidad San Marcos Avilés. Los agresores afiliados al “arco iris” de partidos políticos
pretenden que los zapatista abandonen sus tierras. En Bachajón fue asesinado
Juan Vázquez y el enfrentamiento de indios en Tenejapa dejó un saldo de un
muerto y al menos 12 heridos.
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