Aunque el Ejecutivo Federal, los miembros del Consejo Rector del Pacto
por México, organizaciones como Mexicanos Primero (presidida por Claudio X
González quien también encabezó la criticadísima Fundación Televisa), los
medios de comunicación –¡Sobre todo Televisa!— y hasta el SNTE, han afirmado
que la Reforma Educativa está hecha para
alcanzar la calidad en la educación, lo cierto es que, por lo menos en el
texto que fue aprobado por el Congreso de la Unión y la mayoría de las Cámaras
de Diputados estatales, dicha afirmación está lejos de ser del todo cierta.
Según la Reforma
Constitucional, la calidad educativa “existe
en la medida en que los educandos adquieren conocimientos, asumen actitudes y
desarrollan habilidades y destrezas con respecto a los fines y principios
establecidos en la Ley Fundamental. Así como en la medida en que las niñas y
niños tengan una alimentación suficiente, conforme a los estándares
internacionales de nutrición sana, y garantía de acceso a la salud; e
igualmente se cuente con los nuevos instrumentos del desarrollo científico y
tecnológico para su formación”, por lo que, para alcanzar la referida
calidad, no sólo es necesaria una modificación de los diferentes planes y
programas de estudio de todos los niveles educativos que tutela el Estado
—incluidos los de las normales—, sino que además debe realizarse una reforma
constitucional integral que abarque, como refiere el Ejecutivo en la Reforma
Educativa, la alimentación, la salud, el desarrollo científico, etc., lo que
hasta hoy no se ha hecho.
Así pues, para que la calidad
educativa se alcance sería necesario, en primera instancia, acabar con el
hambre de los educandos, lo que, dicho sea de paso, la Cruzada Nacional Contra el Hambre no
logrará pues, sólo por referir un ejemplo, el estado de Oaxaca (uno de los
estados con más bajos índices en calidad educativa según la prueba ENLACE)
cuenta con 570 municipios y la Cruzada sólo
atenderá a 400 municipios en todo el país.
Además de lo anterior, es
necesario mencionar que la calidad educativa por la que el Ejecutivo
Federal se preocupa no obedece al contexto nacional pues, en el Pacto por
México —“instrumento creado que le
da nivel y dimensión a la política”, según el tuit publicado el 7 de mayo
por el secretario de Gobernación Miguel A. Osorio Chong (@osoriochong)—, se considera que ésta debe reflejarse
“en mejores resultados en las
evaluaciones internacionales como PISA”, lo que permite asegurar que la
calidad educativa en el país no garantiza la mejora en la educación, sino el
cumplimiento de los estándares de los diferentes organismos internacionales, lo
que desde las diferentes teorías de la educación resulta inconsecuente pues,
tratándose de un proceso social en el que el contexto social, el contexto
educativo y sus actores son sumamente importantes, no caben categorías
universales —internacionales— de evaluación.
También, el Pacto por México
plantea el establecimiento de “escuelas
de tiempo completo con jornadas de entre 6 y 8 horas diarias con el firme
mandato de aprovechar mejor el tiempo disponible para el desarrollo académico”
(Compromiso 10) y la aplicación de “programas
de educación artística que desarrollen en los alumnos el gusto por la cultura” (Compromiso
18). Lo anterior requiere necesariamente un rediseño curricular y, aunque una
reforma constitucional no es el marco adecuado para dicho rediseño, es de
llamar la atención que hasta la fecha nada se haya dicho al respecto, por
lo que no sorprende que en el Compromiso 31, el Pacto por México refiera que “se reformarán los planes de estudio de
educación básica para fomentar en los niños y jóvenes valores y conductas
respetuosos de los derechos humanos” aunque el Plan de Estudios de
Educación Básica 2006 ya considere que, los alumnos, al terminar la educación
básica “conozcan la importancia de los
derechos humanos y los valores […] para
la comprensión del mundo social y la conformación de una perspectiva ética, y
se exprese en su acción cotidiana y en sus relaciones con los demás”.
* *
*
A pesar de que la Reforma Educativa y el Pacto por México consideren lo
que el Ejecutivo Federal ha llamado calidad educativa, en la Reforma al texto
del Artículo 3º Constitucional, sólo se plantea que:
1. “[…] El ingreso al servicio docente
y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la
educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo
mediante concurso de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos
y capacidades que correspondan. La ley reglamentaria de este artículo fijará
los términos para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia
en el servicio. Serán nulos todos los ingresos y promociones que no sean
otorgados conforme a la ley”
2.
“El instituto Nacional para la Evaluación de la Educación será un
organismo público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Corresponderá al Instituto evaluar el desempeño y resultado del sistema
educativo nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media
superior. Para ello deberá:
1.
Diseñar y realizar las mediciones que correspondan a componentes,
procesos o resultados del sistema;
2.
Expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades
educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que
les corresponden, y
3. Generar
y difundir información y, con base en ésta, emitir directrices que sean
relevantes para contribuir a las decisiones tendientes a mejorar la calidad de
la educación y su equidad, como factor esencial en la búsqueda de la igualdad
social […]”
Así pues, mientras que en un
principio la Reforma Educativa supone que la calidad en la educación es, como
ya se ha referido, un conjunto de factores, en términos estrictos la Reforma
sólo se preocupa por legislar lo concerniente al “Servicio Profesional Docente” y al “Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación” dejando por
fuera justamente el imperativo de calidad, por lo que, como bien refiere
el Documento de Análisis publicado en la página web de la Sección
XXII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) el pasado 6
de mayo, “la Reforma a los Artículos 3º y
73º constitucionales […] no es
Reforma Educativa, sino administrativa y laboral”, es decir, una reforma al
apartado B del Artículo 123º Constitucional travestida de Reforma Educativa.
En otro orden de ideas,
el Documento de Análisis también refiere que aunque la sección
XXII del SNTE perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación (CNTE) “ha propuesto la
modificación a la Ley General de Educación, basado en el Plan para la
Transformación de la Educación en Oaxaca” que sí establece pautas para el
desarrollo de la calidad en la educación nacional a diferencia de la Reforma
Educativa del Ejecutivo Federal, la CNTE ha sido golpeada y difamada “a través de diversos medios de información
serviles al capitalismo […] para
luego crear las condiciones de repudio a las mismas por parte de la sociedad”.
Por lo anterior, no es de
extrañar que la cobertura que Televisa ha estado haciendo al conflicto
magisterial (Oaxaca, Michoacán, Guerrero) siempre sea tendenciosa, presentando
a los profesores como vándalos sin hacer un análisis de la Reforma Educativa y
las propuestas de la sección XXII del SNTE, o la cobertura y difusión que esta
empresa le dio al tuit (3 de abril)
del Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, donde se criminalizaba a
los profesores: “No hay derecho contra el
derecho. El que argumente que lucha por la educación afectando a terceros
carece de razón legal y autoridad moral”, justo cómo Gustavo Díaz Ordaz
criminalizaba a los estudiantes: “Hemos
sido tolerantes hasta excesos criticados; pero todo tiene un límite y no
podemos permitir que se siga quebrantando el orden jurídico, como a los ojos de
todos ha venido sucediendo”.
Así pues, mientras el
Ejecutivo Federal, el Consejo Rector del Pacto por México, el Secretario de
Gobernación, el Secretario de Educación Pública, Claudio X, González (que
seguramente se beneficiará con el Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación) y hasta el SNTE defienden a capa y espada la aparente calidad en la
educación de la Reforma Educativa y atacan a la sección XXII y a la CNTE,
éstas han referido que “hacia el
estallamiento del paro indefinido, y desde luego retomando la postura central
de la CNTE, se coincide que la bandera que debe guiar a este gran movimiento
es: la abrogación de la reforma al Art.
3º y 73º constitucionales”.
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