La inverosímil acusación del gobierno veracruzano contra un integrante del Frente contra la Imposición
Escrito por Zapateando
Jueves, 09 Mayo 2013
Zapateando.-La detención de Abraham Caballero
Martínez, ocurrida la noche del 6 de mayo, al salir de su trabajo voluntario en
la Centro Cultural estudiantil Casa Magnolia, es sintomática. Es lo que el
lenguaje policial se llama modus operandi: “fue
extraído violentamente del Centro Cultural Casa Magnolia”.
Así la describe el Frente Contra la Imposición, al cual
pertenece el detenido: “Tres hombres
vestidos de civil portando armas de fuego amenazaron a cuatro estudiantes que
se encontraban en dicho domicilio. Utilizando como pretexto pedir informes de
renta del lugar, entraron amenazando y forcejeando con el defensor de Derechos
Humanos Abraham Caballero Martínez, mientras le decían ‘Ya te cargó la
chingada, cabrón’, en tanto, separaban a los otros también apuntándoles con
armas y persiguiéndoles por la calle Magnolia con dirección al parque María
Enriqueta.”
Si había una orden de aprehensión, ¿por qué no la
presentaron? ¿Para qué las amenazas a todos los presentes, incluida una amenaza
a Abraham que puede ser de muerte o de desaparición? Con mucha razón los
jóvenes denunciaron la desaparición forzada de su compañero a cargo de hombres
armados, porque eso vivieron: un violento llevarse por la fuerza al defensor de
derechos humanos, hombres de civil, armados no identificados. Así operaron. “Los hombres armados se alejaron en
diferentes vehículos, entre ellos uno con placas 235PJR. Posteriormente llegó
la Policía Estatal y elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (uno
de ellos participó horas antes en la detención), quienes afirmaban que el defensor de Derechos Humanos, Abraham
Caballero, enfrenta una orden de aprehensión (en primer momento alegando
despojo -aunque esta nunca fue presentada-)”.
¿Por qué fueron ahora elementos de la AVI, y esta vez sí se
identificaron aunque nuevamente no mostraron la orden de aprehensión? ¿Por qué
dijeron que lo detuvieron por ‘despojo’
si finalmente lo iban a acusar de un ‘feminicidio’?
¿Por qué la autoridad judicial actúa tan torpemente si una orden de aprehensión
no les cuesta más que imprimirla y llevarla? ¿Por qué por ‘despojo’, pensaban inicialmente acusarlo de ese delito por ser la
Casa Magnolia una casa okupa? ¿Fue
hasta después que decidieron inculparlo de un ‘feminicidio’ ocurrido dos días antes? “Estos mismos agentes, que en ningún momento se identificaron, también
pretendían ingresar al domicilio y extraer objetos personales.”
A los minutos de haber sido denunciada en Facebook la
desaparición forzada de Abraham, la Secretaría de Seguridad Pública subió a su
Facebook la escueta información de que lo habían detenido “conforme a derecho”. Fue hasta muchas horas después que lo
acusaron del feminicidio de Gabriela Díaz Hernández. Primero lo detienen como
si lo fueran a desaparecer, luego mandan agentes de la AVI y usan Facebook para
decir que es una detención, pero jamás muestran la orden de aprehensión,
inicialmente dicen que es por un delito y finalmente lo incriminan de un delito
grave, que en Veracruz es proverbialmente impune, repudiado socialmente, y
recientemente tipificado, como un logro de la lucha de las mujeres por su
derecho a una vida libre de violencia.
Casualmente la primera vez que parece la justicia estatal
disponerse a resolver un feminicidio (de muchos no atendidos y dejados en el
archivo, sin contar cientos de desapariciones de mujeres y niñas) detienen a un
defensor de derechos humanos, integrante de redes como el Frente contra la
Imposición y #YoSoy132 y ya detenido antes en operativos represivos contra la
protesta social.
En el estado más peligroso para la prensa de todo México
(el país más peligroso para la prensa en América Latina), donde la falta de
certeza en el crimen (feminicidio) de la periodista Regina Martínez le ha
ganado al gobierno estatal como respuesta de Proceso, de muchos periodistas y
sociedad civil en el estado, en el país y en otros países un “no les creemos”, ahora aparecen con la
detención de un activista social y precisamente pretenden estar esclareciendo
un feminicidio.
La misoginia del gobierno veracruzano es proverbial;
pareciera que hay consigna de que una mujer no gane ni siquiera un juicio por
alimentos o por la patria potestad, menos si la ex pareja a quien enfrentan es
un hombre influyente, es poco creíble que esta vez sí se interesan por
esclarecer un feminicidio de una humilde trabajadora sexual. Cuando se
encarcela a un inocente se violan los derechos del injustamente preso y los
suyos, pero también el derecho a la justicia de la víctima y sus deudos, pues
el verdadero culpable del crimen queda libre e impune.
En México es frecuente la violación de los derechos
procesales detenidos y este parece ser el caso: detención violenta y
arbitraria, tortura, presentación a los medios para un juicio mediático sin que
se haya sentenciado al acusado, inadecuada defensa legal, uso de la confesión
autoinculpatoria como prueba “reina”
muy posiblemente conseguida bajo tortura (los jóvenes compañeros de Abraham lo
vieron sumamente golpeado).
En México la investigación científica de los casos no
existe prácticamente, no hay un control autónomo e independiente del proceso de
investigación. La credibilidad del gobierno estatal en su resolución de casos
es nula, arrastrando una serie de casos de total impunidad, investigaciones a
modo, conclusiones inverosímiles, feminicidios muchos de ellos, desde la
indígena nahua Ernestina Ascencio a la periodista Regina Martínez.
Agregar a esa lista de pifias la fabricación de un culpable y atribuirle
precisamente ser autor de un feminicidio, intentando con ese fácil expediente
aparentar ante la opinión pública que se
resuelve un caso, es simplemente una torpeza de un gobierno estatal con
credibilidad a la baja y envuelto en escándalos como los audios y videos en que
sus operadores aparecen comprando votos mediante programas sociales como los de
Sedesol: precisamente el tipo de cosas que ha denunciado y contra las cuales ha
protestado el ahora detenido Abraham, integrante del Frente contra la
Imposición. No obstante la acusación criminaliza al defensor de derechos
humanos como asesino y pone a quienes
lo defienden en la incómoda posición de ser puestos como defensores de un “feminicida”. El eslabón débil es la
falta de credibilidad de sus acusadores, además de los antecedentes de acoso
contra la organización: “hostigamientos,
privación de la libertad, tortura, persecuciones, levantones, robo a
casa-habitación, amenazas por parte de la administración estatal y de las que
han sido víctimas unas 40 personas desde el año pasado” (estudiantes en
declaraciones para Al Calor Político).
La falta de credibilidad de las autoridades veracruzanas
crece sin remedio, al tiempo que se agiganta la estatura de defensoras y
defensores como las y los estudiantes de la Casa Magnolia. Si las autoridades
se empecinan, tendrán preso a un luchador social más en Veracruz (apenas hace meses
liberaron a dos campesinos que fueron presos políticos), pero no serán creídas:
como no les ha creído la sociedad a nivel nacional e internacional con los
casos de Ernestina Ascencio y de Regina Martínez. Y la falta de credibilidad es
erosión de legitimidad, eso propicia el abuso del monopolio y uso indebido de
la fuerza pública y de la “verdad
jurídica”.
En un discurso del gobernador Javier Duarte, después de
escándalos por la violencia en Veracruz Boca del Río, al referirse al crimen
organizado dijo que se parapeta en periodistas y organizaciones sociales,
parece que anunciaba lo que hoy se vive: agresiones y criminalización de la
prensa y de la lucha social. Ese es el contexto en que ha sido incriminado
Abraham Caballero. En tanto los verdaderos crímenes, por ejemplo feminicidios,
desapariciones, masivas violaciones a derechos de migrantes, son negados, no
investigados y quedan impunes.
Más información
en:
Asamblea
Estudiantil Xalapeña Defiende Inocencia de Abraham Caballero Martínez
Desaparición
Forzada de Joven Solidario en Xalapa
Frente contra la
imposición exige se esclarezca detención de Abraham Caballero Mtz. Plumas
Libres
Denuncian
Criminalización contra defensores de derechos humanos. La jornada. Norma
Trujillo. 8 de mayo
Comentarios