El caso Marduk, control policial sobre los jóvenes (artículo, carta, ilustraciones y video/Desinformémonos)
Jaime Quintana Guerrero
Crece la ola de solidaridad para defender al
estudiante y deportista, encarcelado por un delito que no se le puede
comprobar. “Todos estamos expuestos a
estas detenciones ilegales”, advierte su defensor.
Ciudad de
México. “En
la Ciudad de México pesa mucho el tema de la estadística de combate a la
criminalidad”, señala el abogado Sergio Soto para explicar el caso de
Marduk Hernández, encarcelado al confundirlo con un delincuente. “Cualquier persona se convierte en un expediente,
cualquier persona puede ser detenida arbitrariamente, convertirse en culpable
de un delito que jamás cometió y ser encarcelada”.
“Existe un discurso de combate a la
delincuencia que encubre lo que hay de fondo, que es el control hacia el sector
social conformado por los jóvenes”,
declara en entrevista con Desinformémonos Sergio Soto, abogado defensor de
Marduk Chimalli Hernández.
Para Sergio Soto Nájera, abogado, historiador y filósofo egresado de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el de Marduk no es el único
caso de este tipo. Soto acompañó, junto con otros abogados, acompañó el
proceso para la excarcelación de los jóvenes inculpados después de la represión
del 1 de diciembre de 2012 en la Ciudad de México.
Marduk le expresó a Soto que su caso es el de muchos, y “lo que nos dice es que todos estamos
expuestos a una detención ilegal”, señala el defensor.
El “error” de Marduk
Marduk Chimalli Hernández
es un joven estudiante de comunicación visual en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y de
Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
(UACM). Como deportista, se destaca en el tae kwan do de alto rendimiento.
Marduk espera sentencia por un delito que nadie puede comprobar que
cometió. Dentro de las irregularidades se cuenta la “desaparición” de las cámaras y las videograbaciones que serían
pruebas a su favor.
Chimalli Hernández fue detenido el 15 de marzo de 2013 por elementos de la
policía del Distrito Federal, que lo acusaron por robo agravado, a escasos 200
metros de llegar a su domicilio, en la delegación Azcapotzalco. Fue aprendido y
trasladado al ministerio público, confundido con quien realmente cometió el
delito. En este momento, se encuentra en el Reclusorio Norte sin derecho a
libertad bajo caución, ya que el delito del que se le acusa es tipificado como
grave.
El letrado explica que el control social combate las conductas reprobables
tipificadas como delito, pero que a cualquier persona se le puede fabricar un
delito. En el caso de Marduk, “él aceptó
ir al ministerio público como acto de buena fe; lo malo es que ahí ya no
existió lugar para aclarar nada y se le fabricó el delito de robo calificado”.
Marduk le comentó a su abogado que la cárcel está llena de jóvenes con
casos similares al suyo.
Inconsistencias
“La defensa encontró violación grave al debido proceso.
Decimos que es inocente”, apunta el
abogado Soto. “En México primero se
detiene y luego se averigua. El error de Marduk fue estar en la hora y cerca
del lugar donde se produjo un delito”.
En el expediente, explica Soto Nájera, “encontramos
que los nombres no corresponden con la víctima”. Ahí se señala que la mujer
que se dice robada es Mariana García Día
de Monte, pero en el pliego de consignación, el ministerio público señala “que es María de Los Ángeles Flores Cruz
quien realiza la imputación directa y categórica contra Marduk Chimalli
Hernández Castro”, señala el defensor. Para Soto, esto significa que el
ministerio público “está utilizando un ‘machote’,
pero también se demuestra que no es una institución de buena fe”.
En el documento que acredita el día de la detención de Marduk se encuentran
también inconsistencias. “Hay un
limbo de tiempo en el que jurídicamente no se sabe dónde se encontraba él”,
detalla el abogado. “El caso ocurrió el
15 de marzo del 2013 a las 23:20 horas. Sin embargo, el ministerio público
investigador señala que ocurrió el 16 de marzo del 2013 a las 00:42 horas. Para
nuestra sorpresa, encontramos que en el formato único puesto a disposición del
ministerio público y llenado por la policía remitente, fijan que el caso
fue el día 15 de marzo de 2013 a las 00:42, 24 horas antes de los hechos que se
están investigando”.
“Lo que pasa aquí no sólo es una cuestión de
técnica legal, sino de los derechos de una persona”, acusa Soto. “En esta etapa de
investigación, el ministerio público se convierte en todopoderoso. Hablamos de
elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito federal que
realizaron una detención ilegal, y de un juez que ratificó una detención ilegal
y dictó un auto de formal prisión”.
Los servidores públicos involucrados son Manuel Ramírez Arciniega,
ministerio público consignador; Carlos Martínez, oficial secretario de la
agencia de investigación AAZ-3 de la fiscalía desconcentrada de Azcapotzalco de
la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal; y los policías Daniel Torres
Cazares y Floriberto Viera Castro.
“El juez tiene la facultad de enmendar los
errores del ministerio público y de no avalar las violaciones a los
procedimientos y a los derechos humanos”, aclara Sergio. “El juez puede
rechazar la averiguación previa para que se integre debidamente y se respeten
los derechos humanos y el debido proceso”.
El juez séptimo de lo penal, Fernando Guerrero, ratificó como legal la
causa, y Marduk fue enviado primero al reclusorio sin que existiera un pliego
de consignación. “No existe un documento
legal que diga por qué Marduk estuvo en la cárcel 24 horas”, advierte
Sergio Soto Nájera.
Falta de voluntad
política
“Lo que se necesita es voluntad política del jefe de
gobierno y del procurador de justicia, bajo la figura del sobreseimiento.
Sabiendo que esto fue armado, se puede revocar la apelación y el auto de formal
prisión para ordenar su libertad, en los tiempos procesales que se necesitan
cumplir”, informa el defensor.
Diversas voces se levantaron para defender la honorabilidad del estudiante.
Casi mil firmas de estudiantes, académicos y defensores de derechos humanos de
diversos países reconocen al muchacho y la labor que realiza su familia. Mario
Padrón, primer visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, está pendiente caso. El filósofo y rector de la UACM, Enrique Dussel,
expresó su voluntad de defender al estudiante, a quien visitó en el reclusorio.
“El caso de Marduk es paradigmático porque es
un joven deportista con dos carreras universitarias, y el juez que lleva la
causa penal declara que fue la adrenalina la que lo pudo orillar a robar”, informa Soto. “Ningún
tratadista nos habla en materia penal de que por simple adrenalina se cometa un
delito; no estamos dando cuenta del nivel de los juzgadores”, precisa.
“Esta que se llama a sí misma izquierda y
gobierna en el Distrito Federal mantiene un doble discurso”, acusa el abogado. “Ellos
deberían ser los primeros en dar ejemplo de transparencia y de enmendar errores
de tipo judicial”.
La tesis del
derecho penal del enemigo
“Entre más se utilice el sistema penal, hablamos de
menores espacios de libertad”, reflexiona
Sergio Soto. Sin embargo, en México vemos “cómo
cada vez más se criminaliza la protesta social y se involucra el derecho penal
como medio de control contra los movimientos sociales, el magisterio, las
policías comunitarias, los normalistas, los zapatistas, los jóvenes que
regresan a su casa de una fiesta. Esto refleja una tentación de autoritarismo y
control social”.
El jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera tituló su tesis profesional “¿El derecho penal del enemigo en México?”,
mientras su alumno, Jesús Rodríguez Almeida -ahora secretario de Seguridad
Pública- llamó a la suya “Teoría del Derecho Penal del Enemigo”.
Los fundamentos de estas tesis se aplicaron, señala Sergio Soto, “en los regímenes de excepción, en
específico en Chile, y más recientemente el 11 de septiembre (en Estados
Unidos). Señalan a la persona no como un
problema social a resolver, sino como un enemigo a quien reducirle al mínimo
sus derechos”. El abogado precisa que Mancera participa en esta corriente
ideológica.
Rudolph Giuliani fue alcalde de Nueva York en 1993 y propuso para México
bajar la tasa delincuencial con un programa de seguridad pública llamado “Cero Tolerancia”. El gobierno de
Marcelo Ebrard implementó este esquema siendo secretario de Seguridad Pública
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno en la administración actual.
“Al Estado no le conviene someterse a la
legalidad”, apunta Soto.
Libertad en
movimiento
El movimiento por la
libertad de Marduk empezó con la familia y amigos, pero ya generó simpatía en
diversos sectores, que se manifiestan con cartas, firmas, producción de videos,
entre otras formas en las que relatan la injusticia que cometen los
funcionarios públicos en la Ciudad de México. La red crece con la participación
de artistas, estudiantes y organizaciones civiles, como el Movimiento por la
Paz con Justicia y Dignidad, la Fundación por la Democracia y el Comité
Estudiantil Metropolitano, entre otras.
“El tema es el enfrentamiento del ciudadano y
el Estado. Ahora los ciudadanos tienen que luchar por sus derechos; el Estado
no entiende, quiere controlar y no quiere someterse a una legalidad y a una
transparencia en su actuar, sea del partido que sea”, describe Soto.
Señala que para el caso de Marduk, “se
plantea la posibilidad de que el caso lo tome Amnistía Internacional de
Bélgica, como un caso paradigmático y como un preso de conciencia del gobierno
del Distrito Federal”.
En la voz de
Marduk
Existen muchos casos dentro
de la cárcel que no tienen voz y están pagando un delito que no cometieron,
recalca Sergio, que agrega que todos estamos expuestos a que alguien nos acuse
o nos detengan injustamente por nuestra apariencia o por caminar en la noche.
La solución, indica, está en sensibilizar a la gente, darle a conocer sus
derechos humanos y que sepa qué hacer frente al Estado.
Lo fundamental es “no callarnos ante
el abuso de poder y las detenciones arbitrarias; tenemos que identificar a los
servidores públicos que lo hacen, tomar datos, nombres, buscar testigos”,
indica Sergio, que ilustra que muchas de las detenciones ocurren en la noche o
en la madrugada para que nadie se dé cuenta. “Se tiene que cambiar la lógica del Estado, y los derechos humanos
tienen que ayudarnos a cambiar esta relación”.
El abogado finaliza diciendo que sólo vamos a tener otro tipo de justicia
cuando intervengamos en supervisión del aparato que la imparte.
¡Si al menos
supiéramos que puede seguir bailando!
Ameyali Pérez Hernández
Carta e ilustraciones: Marduk Chimalli Hernández
Carta e ilustraciones: Marduk Chimalli Hernández
La vida en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México no es nada fácil.
Marduk no ha perdido la sensibilidad y el buen sentido del humor que lo
caracteriza y a través de sus ilustraciones y cartas nos deja ver este
submundo.
A toda mi gente (que lamento que ahora estén fuera de mi esfera kinestésica
para poder abrazarlos):
Me fue indescriptiblemente grato verlos a muchos en la pasada
audiencia… los internos a mi lado no podían creerlo.
Me queda claro que este no es un caso casual ni de una solución sencilla.
No basta con creer en la Ley o en la justicia; estamos en medio de una lucha.
Me veo obligado entonces a pedirles el más grande favor que un hombre puede
pedir, y es que pido luchen en mi beneficio. Si deciden aceptarlo, si creen que
la causa es justa, les pido que luchen con respeto, humildad, perseverancia,
autocontrol y espíritu indomable. Concretamente necesito que nos conduzcamos
con inteligencia, astucia y perspicacia. Atacar sin control, frustrarse o
lamentarse no son buenas herramientas para la lucha.
Me llegan comentarios del entusiasmo que tienen y los logros conseguidos,
pero tengamos siempre calma, cuidemos de no atacar o desacatar al juzgado
séptimo o al Juez, pues son el árbitro de quien dependemos para un resultado
justo.
No dirijamos nuestra ira contra Mariana García Vía de Monte, ella no es el
enemigo; las autoridades de seguridad pública lo son. Si se ven obligados a
referirse a la mujer, les conmino a considerarla en su dimensión de persona
ignorante y por tanto, cobarde.
Prometo aguantar con el mayor aplomo que me sea posible asumir en esta
situación. Me enorgullece tener su apoyo y más, ver como lo han traducido en
acciones efectivas. No se lamenten pues. Siéntanse muy orgullosos de quienes
son.
Marduk
La vida en el Reclusorio
Norte de la Ciudad de México no es nada fácil, nada de lo que podamos imaginar
se acerca a la triste y deshumanizante realidad. Luchar por la vida día a día,
desde una postura positiva ahí adentro, no cualquiera lo logra, Marduk no ha
perdido la sensibilidad y el buen sentido del humor que lo caracteriza y a
través de sus ilustraciones nos deja ver este submundo lleno de paradigmas.
Austin tv. La libertad es una elección. Austin ya lo
dijo, Marduk ya lo eligió.
Teoría de pascal. Un poco más de presión y las gotas bucarán
su salida. Tal parece que los reclusorios son una bomba de tiempo. Cuarenta
hombres en una celda, es una sensación que debe multiplicarse por el número de
celdas. Por grande que sea la fuerza de contención, la presión interna puede
tornarse incontenible. Parece que esa es la observación física de Marduk.
Soy un hombre libre. Nadie determina lo que somos y la manera en
que asumimos las circunstancias, nadie más que nosotros mismo. Su familia, el
estudio, el deporte, le han dado a Marduk elementos para entender la
realidad. Ahora, las circunstancias lo han orillado a definirse.
Mar adentro. Acababa de llegar al reclusorio, sus
papás aún no sabían que lo habían trasladado. Tenía que buscar la manera de
decir: aquí estoy. Aún parecía una broma.
Espero a dios. No basta con creer en la ley o en la
justicia, se trata de una lucha. Todos sabemos que la vida dentro de un penal
es infrahumana. Los jueces lo saben, pero han optado por ser insensibles a ello
porque los tiempos burocráticos no les permiten ser eficientes. ¿Qué otra señal
necesitan para renovar el pervertido sistema judicial?
Dos ventajas. Marduk es selectivo con sus gustos musicales
y le irritan las simplificaciones comerciales, más aún cuando se dirigen a los
niños.
Injusticia. Este dibujo forma parte de una carta
dirigida a Enrique Peña Nieto, en donde señala que algo más grave que la
impunidad es la fabricación de delincuentes por los agentes del Estado, un
fenómeno que nos acecha cada vez con más constancia, con más cercanía.
Carácter
peculiar. Para los profesores de guión: ¿Cómo se
define el carácter de alguien que convive con ratas y perros negros? ¿Qué se
puede esperar de alguien que debe reinsertarse en la sociedad habiendo tenido
que sobrevivir en un medio por demás hostil, expuesto a los “cuidados” de mentes enfermas?
Documentos de
persona no criminal. Para quienes se preguntan
¿qué hacía Marduk caminando tan tarde y tan solo? O incluso, los que a favor de
su inocencia se preguntan ¿qué hacía caminando por la calle una mujer sola a
altas horas de la noche? La respuesta es que no sabíamos que hubiera toque de
queda, que ser peatón fuera sinónimo de ser sospechoso.
Al menos ahora ya
sabemos, sin lugar a dudas, que ser un joven en la Ciudad de México es ser
blanco de hostigamiento policiaco. Sin embargo, creemos que las calles son
nuestras y serán más seguras en tanto no dejemos que nos las arrebaten por
temor a volvernos sospechosos.
A saltar. Marduk siempre ha sido creativo con el lenguaje. Ska.
Cuando mi prima y yo descubrimos este dibujo en su diario, no pudimos evitar
una ola de tristeza. Ambas bailarinas, sabemos del poder liberador de la danza.
“Casi me ayuda cuando el abogado me habló de cuatro meses a un año”, nos hizo
saber que la angustia que siente cuando todo parece obligarlo a abandonar
su vida para que todos se olviden de él, es aún mayor que nuestra angustia por
volverlo a ver sano, alegre, afectivo.
Ska. Cuando mi prima y yo descubrimos este dibujo en su
diario, no pudimos evitar una ola de tristeza. Ambas bailarinas, sabemos del
poder liberador de la danza. “Casi me
ayuda cuando el abogado me habló de cuatro meses a un año”, nos hizo saber
que la angustia que siente cuando todo parece obligarlo a abandonar su
vida para que todos se olviden de él, es aún mayor que nuestra angustia por
volverlo a ver sano, alegre, afectivo.
Y pensamos: mientras pueda bailar, podrá encontrarse a sí mismo….pero,
¿Cómo bailar si te castigan por eso? ¿Cómo bailar en nueve metros cuadrados con
40 hombres adentro? ¿Cómo ser individuo, sujeto, cuerpo gozoso, si un
reclusorio está pensado para dejar de ser persona y convertirse en masa
contraída, inflexible, llena de dolor? ¡Si al menos supiéramos que puede seguir
bailando!
Marduk Hernández: un reflejo
de la sociedad mexicana que padece el sistema de justicia
Producción: Agencia SubVersiones
Marduk Hernández, estudia la carrera de
Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
(UACM), Diseño y Comunicación Visual en la UNAM, es instructor deportivo con
remuneración económica en dos instituciones: la Escuela “Héroes de Veracruz”, y el Centro “El Árbol”, además de ser atleta de alto rendimiento en la
Asociación Capitalina de Tae-Kwon Do AC, cuya particular filosofía es el
rechazo a la violencia y el respeto a la dignidad humana.
Para Marduk, los últimos meses
han sido difíciles pues ha sido acusado, sin prueba alguna, de haber robado un
celular y hasta ahora lleva más de un mes dentro del Reclusorio Norte.
Fue el 15 de marzo cuando
Marduk fue detenido por policías de la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal (SSPDF) de la delegación Azcapotzalco; “regresaba de haber acompañado a su hermana a la parada del autobús en
la colonia Clavería cuando fue interceptado por las patrullas P-10-24 y P-10-10
con el argumento de que se acababa de suscitar un robo en la zona, por lo que
los policías le exigieron esperara para que la supuesta ofendida lo
identificara o no. El motivo de la sospecha es que portaba un ‘pants azul’. Una
vez trasladado al Ministerio Público fue privado de su libertad, pese a que no
se le encontraron los objetos robados; entre ellos un teléfono celular, cuando
él portaba el propio adquirido con el fruto de su trabajo, con un valor
económico cuatro veces más caro que el costo del objeto reportado como robado;
de que no fue reconocido como el agresor y de que él se encontraba a cientos de
metros del lugar de los hechos”.
Consulta la nota completa de Ivonne Cedillo para
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