x Mario Hernández
6/5/2013
La Haine
La Haine
Cuando alguien recuerda la vida le
gana la partida a la muerte por un instante. Entrevista con Vicente Zito Lema sobre el escritor
revolucionario argentino
(Entrevista realizada a Vicente Zito Lema al cumplirse el 36
aniversario)
Mario Hernández (MH): Estábamos comentando sobre
Haroldo Conti, desaparecido el 5 de mayo de 1976, hace 36 años.
Vicente Zito Lema (VZL): Contento de que se hable de
Haroldo Conti y al mismo tiempo triste porque para mí fue un gran amigo.
Estamos movidos por la contradicción, siempre es así. Alguna vez los griegos
enseñaron que en realidad la muerte es el olvido y entonces cuando alguien
recuerda a alguien la vida le gana la partida por un instante a la muerte, o
sea, que me tengo que poner contento que recordemos a Haroldo porque como
alguna vez he escrito sobre los humanos y sus ceremonias de resucitación,
trayendo a los amigos a nuestras mesas, así con alegría los recordamos.
MH: Me quedé en algo que dijiste
como al pasar: “luchaban por el socialismo”. Lo quiero resaltar porque a
menudo, cuando se aborda el tema de los Derechos Humanos, se diluyen los
aspectos que tienen que ver con el compromiso político de estos militantes, se
acentúa el aspecto represivo, la represión ilegal, etc., pero no se los
reivindica como luchadores.
VZL: Ese es el tema de fondo y te
aclaro que me ha traído muchos problemas. Recuerdo en un homenaje a Haroldo
Conti hará unos 15 años lo reivindiqué en público como militante del Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
Haroldo Conti fue un militante
del socialismo que creyó que la transformación debía ser por una vía
revolucionaria total, creyó y soñó en eso, no fue un hombre que empuñara las
armas pero lo secuestraron porque había un militante del Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP) perseguido que va a buscarlo a Haroldo porque
sabía de su fraternidad. Haroldo no salió al mundo a combatir solo con su
palabra y escritura que eran potentes, también creía en los ideales que
llevaban adelante los compañeros del PRT, entonces le abrió la puerta de su
casa y lo escondió. Los servicios secretos del Ejército lo andaban persiguiendo
y es así como llegan a la casa de Haroldo Conti.
Hay que decir las cosas como
son. No llegan porque escribió 'Mascaró'
o porque era parte de la redacción de nuestra revista 'Crisis', entran a su casa porque buscaban a un militante que era
un alto cuadro del ERP. Por supuesto, cuando se dan cuenta que allí vivía
Haroldo Conti se genera toda una contradicción. No estoy hablando cualquier
cosa porque allí estaba Marta, la compañera de Haroldo, y ella lo ha contado
muchas veces. Yo lo he escrito cuando volví del exilio en un texto llamado “Los últimos días de Haroldo Conti”.
Llegué al país en 1984 y una
de las primeras cosas que hice fue escribir ese texto donde explico el
secuestro. Lo que pasa es que muchas cosas que uno escribe no gustan y se las
ocultan, pero yo siempre he hablado de quién fue verdaderamente Haroldo Conti
porque si no es como asesinarlo dos veces ya que queda como un niño a quien
sorprenden los malos.
Haroldo Conti era un gran
intelectual que tomó partido por la revolución, soñaba con el socialismo y lo
secuestraron, lo torturaron y lo vejaron hasta con perros, porque lo llevaron a
San Justo, donde había un cuartel policial especializado en amaestrar perros de
policía y lo vejaron de la forma más brutal, insisto, lo sorprenden dando
refugio a un compañero del ala militar y cuando se dan cuenta de quién era y
ven sus escritos, de gran calidad, pero también de un fuerte índice de
impugnación al modo de vida capitalista salvaje en el que vivimos.
Todo lo que nosotros podemos
ver como positivo, las fuerzas represivas lo vieron negativamente y Haroldo
pagó con su cuerpo. Esa es la realidad, pero no me olvido de ese día del acto
de homenaje en que algunos se levantaron y hasta me llamaron provocador, que yo
era un loco suelto que decía que Haroldo era un revolucionario y estaba dando
elementos para justificar que lo habían secuestrado, es decir, hay gente que no
quiere entender la realidad, quiere presentar todo como que fueron unos
militares locos que vinieron en un acto de demencia general a causar daño.
MH: Recordaba al “Gringo” José
Luis Mangieri cuando decía que no eran “carmelitas descalzas”.
VZL: Para nada. Eran militantes y
Haroldo Conti debe ser reivindicado como un militante revolucionario que pagó
con usura monstruosa su compromiso con la vida. Eso es lo real y concreto y que
además de ser un militante revolucionario, fue un gigantesco escritor, eso es
lo que nos atrapa de Haroldo, porque escribe muy bien. Me decía siempre: ‘Mirá Vicente, nos debemos plantar en el
medio del camino y contar las cosas que nos pasan’. Y Haroldo se plantó muy
bien en ese camino de la vida y registró cosas desde una sensibilidad extrema
que ya son parte del patrimonio de nuestra cultura para siempre.
MH: Te agradezco mucho haber
recordado en “Ciudad Cultural” de esta forma a Haroldo Conti.
VZL: Al contrario, gracias a Uds.
por hacerme recordar a Haroldo, y no ponerme demasiado triste.
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