Rebelión, 18-04-2013
Posicionamiento
de artistas, intelectuales y organizaciones sociales frente a la crisis
humanitaria que enfrenta la población migrante
En diciembre pasado, más de 50
organizaciones y decenas de intelectuales y artistas, exigimos a la nueva
administración del gobierno federal usar la oportunidad que representa un nuevo
ciclo político para cumplir con la deuda histórica que tiene México con la
población migrante nacional y de tránsito.
Hoy, de cara a las movilizaciones en Estados Unidos por una
reforma migratoria incluyente y justa; y frente al silencio del Gobierno
Mexicano ante esta trascendental oportunidad, estamos obligados a hacer el
siguiente llamado, tomando en cuenta que:
1) En los próximos años,
la población mexicoestadounidense se convertirá en mayoría, tanto en Estados
Unidos como en México; y debemos asegurar que la justicia y la dignidad
acompañen esta integración. De otra manera, ciudadanos de ambos países
seguiremos perdiendo derechos.
2) Por otro lado, el
enfoque de Seguridad Nacional ha convertido a nuestro país en un verdadero
infierno donde las personas migrantes –mexicanas y centroamericanas– son las
principales víctimas.
3) Por su parte, la
propuesta de reforma migratoria del Senado de los Estados Unidos está poniendo
en el centro de su oferta la multiplicación de programas de “empleo temporal”, un modelo laboral sin
derechos ni libertades fundamentales, cuya aplicación en Canadá ha sido
ampliamente criticada por considerarse un esquema de esclavitud moderna. Y
mientras esta se discute, la administración federal de aquel país no ha
detenido las deportaciones que traen consigo la separación de padres, madres,
niños y niñas.
Ante este panorama, pareciera que el Estado
Mexicano olvida que los migrantes y sus familias son maestros, obreros, amas de
casa, policías, trabajadores de servicios, que contribuyen a la riqueza de
México y Estados Unidos, y a cambio, su imagen está siendo criminalizada y su
vida amenazada en ambos lados de la frontera. Se ha olvidado que quienes viajan
lo hacen para buscar trabajos dignos que en sus ciudades de origen no han
podido encontrar. Pareciera, también, que la condición geopolítica de nuestro
país, los intereses de los gobiernos neoliberales, la corrupción y el crimen
organizado, han privilegiado a intereses que provocan hoy el corrimiento de la
frontera sur de Estados Unidos hacia el sur de nuestro país, y que los
migrantes sean carne de cañón para el narcotráfico y foco de extorsión,
maltrato y violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades.
Prueba de ello, es el preocupante nombramiento
de Ardelio Vargas Fosado como Comisionado del Instituto Nacional de Migración,
quien -entre 2008 y 2011- acumuló ocho expedientes por faltas a la integridad y
a la seguridad personal, y cuya trayectoria dentro de la policía pone en riesgo
que la perspectiva de Seguridad Nacional esté por encima de los Derechos
Humanos en el tema migratorio.
Así,
considerando que todos los mexicanos gozamos de la riqueza que la migración
genera y todos disfrutamos de las contribuciones de los migrantes a nuestros
pueblos y ciudades, debemos reconocer que todos tenemos la responsabilidad de
ayudar a dignificar este sector. La ciudadanía debe exigir la regionalización
de los derechos y la dignidad para todos los que vivimos y circulamos por estos
países.
Llamamos a los actores políticos y sociales, a
los medios de comunicación comerciales y alternativos, a personalidades de
reconocida opinión en la sociedad, a las universidades, a los artistas
solidarios, a las organizaciones civiles, a los movimientos sociales y a la
sociedad mexicana en general, a firmar y dar los pasos necesarios, cada quien
desde sus espacios y formas de acción, para impulsar las demandas contenidas en
la “Declaración por los derechos de las y
los migrantes”, respaldadas por más de 50 organizaciones, artistas e
intelectuales, el pasado 18 de Diciembre.
• Alto inmediato a las políticas de
criminalización y detención hacia las personas migrantes, sus familias y sus
comunidades.
• Desvincular el fenómeno migratorio de la
Estrategia de Seguridad Nacional y establecer un enfoque de Seguridad Humana
que ponga en el centro de las políticas públicas a las personas migrantes, sus comunidades y sus familias.
• No a la criminalización de la asistencia
humanitaria y solidaria que se ofrece en los albergues y casas del migrante del
país.
• Libre tránsito a personas migrantes, sus
familias y comunidades, a través de la eliminación de visas o la implementación
de una visa transmigrante latinoamericana.
• Que el gobierno mexicano exija una reforma
migratoria inmediata para que garantice la libertad de trabajo, de residencia y
de acceso a los derechos sociales básicos de los mexicanos y centroamericanos viviendo en los Estados
Unidos.
• Respeto y garantías a la labor de las
personas defensoras derechos humanos de los migrantes y a periodistas que
documentan la grave situación de estos.
• Políticas públicas participativas,
transversales y con presupuesto con enfoque en comunidades de origen en México
y Centroamérica, con un espíritu de solidaridad internacional, que ataquen las
causas de migración para hacer de ésta una opción y no una necesidad y donde
aquellos que se quedan gocen de oportunidades y derechos que aseguren su pleno
desarrollo
Proponemos, además, la creación de una
Defensoría del Pueblo con atributos y mecanismos explícitos, que aseguren la
exigibilidad de derechos y el acceso a la justicia para las personas migrantes.
De poco sirve ofrecer programas de atención y expedir leyes, en un país donde
no existen mecanismos para asegurar su aplicación y correcto uso.
Y en este ánimo de justicia, es que vemos en la
próxima visita del Presidente Obama una oportunidad para que la ciudadanía
presione al gobierno de México para que éste asegure que los dos países
comiencen a dar los pasos para descriminalizar a la migración y reconocer sus
aportes en todos los ámbitos de desarrollo; para abrir las fronteras no sólo a
las mercancías sino, sobre todo, a las personas; para -en reciprocidad a las
medidas implementadas que permiten que con la visa estadounidense se tenga
acceso irrestricto a territorio nacional-, se permita el tránsito en sentido
inverso; para transformar los acuerdos de libre comercio en acuerdos solidarios
de desarrollo que eviten que los países sean expulsores de mano de obra barata
y para evitar que la acumulación de unos sea la exclusión de otros.
Desde aquí, convocamos a todos los
individuos, organizaciones y movimientos sociales, a construir juntos una
movilización para el próximo 3 de mayo en la ciudad de México. Diseñemos
juntos una acción pacífica, con fuerte contenido artístico y cultural, en donde
todos nos encontremos para fortalecer nuestras demandas y nuestra capacidad de
articulación para incidir juntos en un tema que atraviesa varias dimensiones y
que, quizás, puede ser punta de lanza de una articulación social más amplia que
asegure que nunca más se castigue la movilidad humana, y que la dignidad sea
compañera inseparable de los hombres, mujeres y niños que transitan por el
continente americano.
Firmantes:
Alejandro Solalinde, Raúl Vera, Javier Sicilia, Sergio Aguayo, Adolfo Gilly,
Magdalena Gómez, José Humberto Montes de Oca, Miguel Concha, Alfredo López
Austin, Daniel Giménez Cacho, Ilse Salas, Sophie Alexander, Jorge Fernández
Souza, Miguel Alvarez, Dolores González, Gonzalo Ituarte, Gilberto López y
Rivas, Roco y otros.
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