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Rebelión, 08-04-2013
1. Desde los años setenta
comencé a enterarme de la existencia de una economía informal (también le
decían subterránea o emergente) que iba desarrollándose en el mundo
capitalista. Sólo había una explicación: la necesidad de la gente, de las
familias, de comer, de tener un ingreso ante el brutal incremento del
desempleo. El apoyo (no limosnero) a todos los necesitados siempre lo consideré
una obligación. Por ello jamás condenaré a aquellos que roban o asaltan por
necesidad de comer o vivir; aunque siempre combatiré con todas mis fuerzas a
los explotares, a los políticos desfalcadores del erario y a todos los
negociantes de “cuello blanco”, sean
banqueros, industriales y grandes comerciantes. La economía informal ha
superados en número de trabajadores a quienes poseen trabajo y salarios fijos;
hasta allí nos ha llevado el funesto capitalismo.
2. Cientos de miles en
México, por no decir millones de seres humanos, se “buscan la vida” vendiendo lo que sea en las calles para poder
comer, pagar renta o vestirse. Es sin duda una muestra de la incapacidad del
capitalismo para asegurar ingresos suficientes a sus trabajadores, para
proporcionar empleo a todos los que lo necesitan. ¿Conoce alguien alguna ciudad
en el mundo capitalista donde no haya vendedores ambulantes y semifijos que
sufran todas las inclemencias del tiempo y que no estén huyendo de la
persecución policiaca? La realidad es que no es nada agradable pasarse todo el
día en condiciones desastrosas cuando el trabajo debe satisfacer la vida de los
seres humanos; pero esto nunca será en el capitalismo. ¿O alguien cree que
vender en las calles es agradable, más que tener un cómodo empleo y recibir un
pago que alcance para vivir con decencia?
3. Los grandes
comerciantes establecidos se han dedicado a combatir a los vendedores
ambulantes pidiéndole a la policía que los persigan y exigiendo que paguen
impuestos; repiten que si no se trabaja en combatir la economía informal, no
habrá esquema fiscal que funcione. ¿Olvidan acaso que el 70 por ciento de las
mercancías que revenden los “ilegales”
se las venden en los grandes comercios? Pareciera que se construye una escala:
los que se transforman en comerciantes fijos se convierten en los primeros en
gritar contra los ambulantes y semifijos. Actualmente más del 60 por ciento son
trabajadores informales y por ese hecho son combatidos; pero se da el caso que
cuando éstos logran la formalidad se convierten automáticamente en enemigos de
sus excompañeros; esto se prueba cuando exigen que no haya vendedores
ambulantes frente a sus nuevos puestos fijos.
4. Mi amigo Lorenzo Peraza
me ha enviado esto: El centro histórico de Mérida lo están limpiando de
ambulantes, (y hablar de limpiar es
ya insultante) y cientos de personas se están quedando sin el espacio para
conseguir el sustento diario. ¿Serán los artesanos los –que se mantienen en el
parque Hidalgo los jueves y domingos- los últimos? Han sido levantados por la
policía los venteros: marques teros, perreros, guayaberas, abanicos, hamacas;
los chiapanecos son perseguidos y por las noches los vemos escondidos en calles
aledañas y tras los matorrales de los parques. Hay grupos que no son dueños del
carrito ni de las prendas que venden, pero son afectados al quedarse sin lo
poco que les pagan. La prensa ha justificado la persecución "limpieza" del Centro
Histórico. El problema es que piden ayuda pero no luchan, no asisten a las
reuniones; prefieren buscar padrinos,
favores, incluso creen que si cumplen
con algunas cosas como estar callados remediarán su problema.
5. En la ciudad de México,
con casi 15 millones de habitantes más los conurbados, los ambulantes que son
millones, saben defenderse muy bien; han logrado un grado de organización que
cuando deciden enfrentar a la policía la hacen correr. Más aún han obligado a
los gobiernos a construirles locales donde puedan vender. En México hay decenas
de líderes –generalmente mujeres- que les cobran cuotas por pertenecer a una
organización que al primer “grito” o
aviso, se plantan cientos para enfrentar a la policía. ¿Cuántas veces a la semana,
al mes, los tepiteños, lagunilleros, los de la Merced o
Xochimilco, deben defenderse con palos, piedras, incluso armas de fuego, de la
policía, incluso del ejército? ¡Qué chistoso! El capitalismo crea el desempleo
y luego el mismo capitalismo los reprime y asesina porque son ambulantes, contrabandistas o ladrones.
6. Los ambulantes o
semifijos son acusados por los grandes comerciantes, por los medios de
información y por el gobierno, de vender mercancías ilegales. ¿Qué mercancía venden? Un 70 por ciento es la que compran
en los grandes comercios establecidos, un 20 por ciento es artesanía que ellos
mismos fabrican y otro 10 por ciento es mercancía de origen extranjero que
entra legalmente, con autorización del gobierno, a México. Los acusan de no pagar
impuestos ¿De dónde pagar impuestos si tienen que dar “mordidas” a inspectores y vigilantes, además que no ocupan un piso
fijo? A mí me parece que es una campaña sucia contra ellos porque son la clase
explotada y marginada que busca desesperadamente de qué vivir. Sin duda hay
algunos que han convertido el ambulantaje en un gran negocio, pero es una
minoría.
Rebelión ha publicado
este artículo con el permiso del autor mediante una licencia
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