ALAI, América Latina en
Movimiento
México, 2013-04-15
México, 2013-04-15
Opositores rechazan
un plan minero por considerarlo dañino; la empresa asegura que todo está bajo
control
TEMIXCO.- Desde la cúspide de la pirámide más alta
de Xochicalco, un centro prehispánico a media hora de Cuernavaca, Morelos, don
Juan Jiménez, cuya piel está labrada por la tierra y el sol, extiende su brazo
y apunta hacia el horizonte, rumbo a los cerros del Jumil y de Colotepec, a dos
kilómetros de distancia, concesionados a la minera canadiense Esperanza Silver
Resources.
"¡Da coraje! ¡Mi terreno está dentro de las concesiones mineras y
tiene más de 100 años en mi familia!", dice el
campesino de Miacatlán sobre la minera, que de acuerdo con su portal de
internet planea extraer del cerro de Colotepec 100 mil onzas de oro al año.
El hombre
integra el creciente movimiento opositor en 16 comunidades de los municipios de
Miacatlán, Temixco y Xochitepec contra el despojo de 15 mil hectáreas de
carácter comunal, que el gobierno federal concesionó a la empresa por 50 años
-extensibles a 100 años- sin haberles consultado.
No sólo hay
comuneros inconformes. El gobernador Graco Ramírez asegura que impedirá que la
minera, tras nueve años de trabajos de exploración en los cerros, con
autorización de la comunidad Tetlama, su posesionaría, los explote.
La minera "no se va a abrir, es decisión política
del gobernador y voy a hacer todos los recursos legales a mi alcance para que
esto ocurra", afirma en entrevista en el Palacio de Gobierno en
Cuernavaca, pues considera que los daños ambientales, a la salud de los
pobladores y a Xochicalco serán irreversibles.
Se trataría
de la primera mina en Morelos a "tajo
abierto", es decir, que utiliza un método para dinamitar el cerro y
desintegrarlo con un proceso que usa cianuro en grandes extensiones al aire
libre.
Sin embargo,
Ana María González, vicepresidenta de Relaciones Sociales y Gubernamentales de
la empresa, desestima los reclamos del mandatario y del movimiento de comuneros
para que la concesión federal se derogue porque, dice, todo lo tienen en regla.
"Es muy difícil que se cancele -opina-. Aparte, lo ha dicho nuestro presidente:
bienvenida la inversión".
Impacto
negado
La empresa Esperanza Silver planea extraer oro y
plata de 60 hectáreas del cerro de Colotepec de Tetlama, y construir talleres,
oficinas, dormitorios y los patios de lixiviados para procesar los minerales en
700 hectáreas más de la comunidad.
En
septiembre pasado, la minera firmó con 156 comuneros de Tetlama un contrato de
explotación por 15 años.
Luis
Achondo, geólogo de la empresa, dice que no planean explorar ni explotar las 15
mil hectáreas de las otras comunidades, por ahora. Las usarán de cinturón de
seguridad "para que no llegue otra
compañía y se vaya a poner al lado".
El
gobernador asegura que las concesiones se otorgaron a la firma canadiense desde
un escritorio federal, mediante planos satelitales, sin importar que delimiten
a medio kilómetro con las pirámides de Xochicalco, declaradas patrimonio
cultural de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 1999.
"Puedo recurrir a la Unesco y pedir que no se haga la mina. México
está obligado a respetar sus convenios internacionales", apunta.
La
vicepresidenta de Relaciones Sociales y Gubernamentales de la minera niega que
la zona arqueológica de Xochicalco vaya a sufrir repercusiones y dice que si
bien hay basamentos prehispánicos en los cerros de Jumil y Colotepec, estos no
serán tocados en la extracción de minerales.
Rechaza
también que el cianuro usado en el procedimiento para extraer el oro
contaminará los mantos friáticos u originará enfermedades.
"Que les va a provocar cáncer, es falso -dice-. El cianuro tendría que ser
de cantidades estratosféricas para que te pueda matar".
Autorización
pendiente
El estudio de manifestación de impacto ambiental
que Esperanza Silver presentó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat), elaborado por los despachos Planeación y Proyectos de
Ingeniería y Ordoñez Profesional, reconoce una afectación en la zona.
El texto de
500 cuartillas asegura que la mina tendrá una vida de 12 a 15 años y que "si bien creará temporalmente
condiciones favorables para los habitantes de la comunidad en el sentido social
y económico, la repercusión en el medio físico y biológico será
desfavorable".
Los
despachos señalan que las toneladas de materiales contaminados "permanecerán en el predio al irse la
minera, lo que podría repercutir en la salud de los pobladores y de las comunidades
de flora y fauna del lugar y más allá por el transporte de las aguas y el
acuífero".
La Semarnat
detuvo las labores de la mina, porque le hizo observaciones a su manifestación,
y resolverá para el 21 de mayo si le autoriza la de explotación.
Ana María
González dice que es común que un documento de este tipo presente observaciones
por parte de la Secretaría, pero externa que todos los comentarios serán
resueltos por la empresa.
Cuando se
vayan dice que en lugar del cerro de Colotepec, que desaparecerá del paisaje,
dejarán un parque ecológico y un jardín botánico. "Todo se va a remediar, vamos a dejar un lugar hermoso",
dice.
Comuneros
enfrentados
Desde las faldas del Jumil y Colotepec, pobladas de
huizaches y guajes, las pirámides de Xochicalco se ven diminutas.
A los pies
de los cerros está la pequeña comitiva encabezada por Julián Hernández,
presidente de Bienes Comunales de Tetlama, y Doroteo Leyte, al frente de la
ayudantía municipal.
Ambos
consideran que las comunidades circunvecinas están enojadas contra Tetlama, no
por motivaciones ambientales o de la salud, sino por celos de que los empleos
de la mina serán para ellos.
La empresa
planea crear 500 empleos directos y mil 500 indirectos. Hernández asegura que
sólo rechazarían los trabajos de la mina si el gobierno estatal les resolviera
la subsistencia permanentemente.
"Que ofrezca empleos, pero no de tres meses", apunta el comisario.
La empresa
asegura que también prepara su retirada desde este momento para no dejar sin
subsistencia, de un día para otro, a los 500 empleados. Por tal razón organiza
talleres para impartir diversos oficios.
Edmundo
Durán, geólogo de la compañía, explica: "Sí,
es cierto que la mayoría va a perder el empleo, pero son 500 trabajadores que
van a estar muy bien capacitados para trabajar en otra mina, o van a ser
mecánicos, electricistas, choferes, que puedan trabajar en otro lado".
El día de
hoy se desconoce si la minera entrará o no en funciones.
Por lo
pronto, la empresa ya tiene los planos para construir su centro comunitario
donde impartirá los talleres a los comuneros de Tetlama y se alista para
empezar las obras.
No obstante,
los comuneros inconformes, acompañados de ambientalistas, arqueólogos y
activistas de los tres municipios citados y de Cuernavaca ya crearon el "Comité ciudadano ¡Sí a la vida! ¡No a
la minera!", que alista una caravana de protesta por varios
municipios.
Juan
Jiménez, el campesino del municipio de Miacatlán, participará en la caravana
porque su lucha, dice, es por la defensa de la tierra. "Lo que duele bastante es que vengan estos extranjeros a
devastarla cuando ésta no tiene precio por la tradición familiar",
sostiene.
Agrega: "Sin tierra, yo sería el equivalente a
ser desterrado de este país".
La caravana
que de la Paloma de la Paz de Cuernavaca, capital del estado saldrá a las 8:00
de la mañana y pasará por Temixco, Alpuyeca, Coatetelco, Mazatepec, Miacatlán,
El Rodeo para culminar en Xochicalco, al sudoeste del estado.
Domingo 14 de abril de 2013
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