La OCDE y las fábulas del desempleo: cortina de humo a la cruda realidad de desempleo, miseria, violencia…
Rebelión,
14-04-2013
Entre el universo de las fábulas inventadas por la
clase dominante figura la afirmación, sustentada por la OCDE (Boletín
Mensual, http://www.oecd.org/std/labour-stats/HUR_04e13.pdf,
abril de 2013) relativa a que México acusa una de las tasas de desempleo más
bajas del mundo; en particular, en relación con los integrantes de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo detrás
de Corea, Japón y Austria.
En febrero
de 2013 se informa que en el área de la OCDE hay 48.78 millones de
desempleados, 200 mil menos que en enero, pero 13.9 millones más que en julio
de 2008, previo a la crisis de finales de ese año. En la zona euro la tasa de
desempleo se sitúa en 12% (en febrero); 1.1% por arriba de su nivel máximo que
alcanzó a mediados de la década de los noventa del siglo pasado. Dentro de la
OCDE, España acusó la tasa de desempleo más alta (en febrero) con 26.32%;
Portugal, con 17.5%; la República Eslovaca, con 14.6%; Irlanda, con 14.2%;
Italia, con 11.6%; Francia, con 10.8% y Polonia, con 10.6%. Mientras tanto,
supuestamente, las tasas de desempleo más bajas se presentaron en Corea del Sur
(3.5%), Japón (4.3%), Austria (4.8%), México (4.9%), Islandia (5.1%) y Australia
y Alemania con 5.4% respectivamente.
Según el Reporte
Mensual de ese organismo internacional, en relación con el promedio de los
países de la OCDE, y que es de 8% computado durante febrero de 2013, la tasa de
desocupación en México pasó de 5.2 por ciento en enero a 4.9 por ciento en
febrero, en un contexto en que, supuestamente, la correspondiente a los adultos
mayores de 25 años se "redujo"
de 4% a 3.8% en el mismo período; mientras que la tasa de los jóvenes de entre
15 y 24 años bajó de 10.1% en enero a 9.5% en febrero. Sólo para reflexionar
sobre este último punto. Resulta que en su última convocatoria de ingreso a
licenciatura para el ciclo escolar 2013, la UNAM rechazó a más de 90% de los
aspirantes que se presentaron al "examen
de selección" y que son alrededor de 126 mil alumnos para ingresar a
alguna de las más de 100 carreras y licenciaturas que ofrece la casa de
estudios. Sólo fueron seleccionados y aceptados 10 mil 916 jóvenes. Obviamente
que estos últimos se agregarán a las filas de los (potenciales) desempleados,
presionando más al mermado mercado laboral precarizado sin perspectivas de
encontrar un empleo de ínfima calidad. Pero el problema se abulta y complejiza
debido a que se repite año con año sin que tenga solución, ni por parte de las
autoridades universitarias ni, mucho menos, de las federales encargadas de la
educación. Habría que preguntarles a los ideólogos de la OCDE qué opinan al
respecto.
Como se
desprende de lo anterior, el organismo internacional asegura que México —en
tanto país subdesarrollado y dependiente al igual que Corea del Sur y Chile,
miembros de la OCDE y que operan en la periferia capitalista— ostenta uno de
los "mejores panoramas"
relativos al desempleo que, ubicado por debajo de 5%, lo coloca como un paraíso
desarrollado de "pleno empleo",
por supuesto comparado, incluso, con otros países dependientes de la misma
periferia, como los latinoamericanos, particularmente, Brasil, Argentina, Perú,
Chile o Colombia.
La ideología
dominante no tiene empacho en ignorar y montar una cortina de humo a la cruda
realidad de desempleo, miseria, bajos salarios, informalidad, inseguridad y
violencia en que se debaten y conviven millones de mexicanos que se ven
obligados todos los días a incursionar en las calles y avenidas, en los mercados,
en los servicios públicos, en las oficinas y en cualquier espacio donde se
pueda procurar un ingreso para subsistir, por supuesto, en condiciones
paupérrimas de alta precariedad social.
La
polarización de clases sociales en México no sólo es un hecho, sino una
realidad que se extiende día a día por todos los espacios y rincones del país
conforme se profundiza la crisis económica y la aplicación de las políticas
neoliberales de franco contenido antipopular y antisocial por parte del
gobierno y de las empresas privadas nacionales y extranjeras que operan en el
país.
El salario
real ha perdido sistemáticamente su poder adquisitivo; el país se convirtió en
campeón de la informalidad al cubrir un espectro poblacional de alrededor de
60% de la Población Económicamente Activa (PEA); la desigualdad en los ingresos
se acrecienta; e indicadores como el índice de Gini (en una escala de 0-1)
alcanza en la actualidad más de la mitad configurando una de las desigualdades
de los ingresos más altas del mundo.
Las recientes
reformas laboral y educativa (para la primera véase en estas mismas páginas mi
artículo: "La reforma laboral
consagra la precariedad social", http://www.rebelion.org/noticia.php?id=157018,
03 10 de 2013) aprobadas por el Congreso de la Unión al amparo de sendas Iniciativas
de Ley enviadas por los ejecutivos de los gobiernos saliente (PAN) y
entrante (PRI); al no venir acompañadas de una estrategia integral de
desarrollo y de una auténtica consulta a la población involucrada, no harán más
que exacerbar la precarización del trabajo y de la vida social en un entorno de
mayor inseguridad en el empleo, de bajos salarios en constante deterioro desde
la década de los setenta del siglo pasado y de condiciones precarias de
enseñanza-aprendizaje para los maestros, que ahora tendrán que ser forzosamente
"evaluados" por comisiones ad
hoc constituidas desde arriba por el gobierno federal con criterios aún
desconocidos. No se sabe, por ejemplo, si participarán empresas privadas
(nacionales o extrajeras) para tal fin.
Es menester
señalar que dicha reforma (educativa) desencadenó el descontento gremial y
poderosas movilizaciones de lucha por parte de los mentores de las
organizaciones independientes de los trabajadores de la educación en varios
Estados de la república mexicana (como en Guerrero, Oaxaca y Michoacán), contra
las medidas impositivas, represivas, antidemocráticas y francamente
autoritarias adoptadas por el gobierno priísta con la incondicional anuencia de
los principales partidos políticos de la llamada partidocracia: PAN, PRI Y PRD.
Viene a
colación lo anterior porque son estas las realidades que presiden y envuelven
al Informe del organismo internacional y que, a la par, constituyen parte de la
realidad del desempleo y subempleo en México que quedan de esta manera
desconsiderados por las políticas neoliberales vigentes en el país y al "libre" arbitrio de las
llamadas "fuerzas del mercado",
es decir, de los negocios y de la dinámica de la tasa de ganancia del capital
en general.
Sobre el
procedimiento que utiliza el INEGI para calcular la tasa de desempleo en
México, dice el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de
Economía de la UNAM, "…es dividiendo
a la población desocupada entre el total de la PEA y multiplicando el cociente
por cien, pero dejando fuera a todos los demás…Por lo tanto, el INEGI no calcula una verdadera tasa de
desempleo, lo que hace es medir una tasa de desocupación que excluye a
la gente vencida por no encontrar empleo, o a quien simplemente tiene un
panorama laboral incierto" que, por cierto, son millones de personas
las que se enfrentan a ésta última situación desesperante.
Por lo
tanto, en su Informe de Investigación N° 103 de noviembre de 2012
(http://enlacezapatista.ezln.org.mx/archivos/reportescam/reporte103.pdf,
cursivas nuestras) y corrigiendo estos criterios metodológicos extremadamente
restringidos y ambiguos, el mismo Centro de Análisis Multidisciplinario indica
que la Tasa de Desempleo en México, computada en ese mes de noviembre de 2012,
es de 15.1% y la población total desempleada, de 8 millones 671 mil personas,
es decir, 2 millones 137 mil personas más respecto al inicio del sexenio de
Felipe Calderón (2006), lo que representa un aumento absoluto de 32.7% en el
sexenio. Y pensamos que esta situación no ha cambiado desde ese mes hasta la
actualidad, es decir, abril de 2013 ya con el nuevo gobierno del PRI; incluso
se ha exacerbado debido a los despidos estacionarios de personal que realizan
las empresas y las oficinas públicas por costumbre durante los primeros meses
del nuevo año.
Lo que
configura y determina el desempleo en un determinado país es el ciclo económico
de reproducción que corresponde a la lógica capitalista; es decir, la que
requiere de la existencia permanente de un ejército de desempleados y
subempleados para funcionar adecuadamente en concordancia con los intereses
estratégicos de sus clases dominantes. En su cuantificación interviene el tipo
de indicadores utilizados para su medición y evaluación y, en México,
desafortunadamente se ponderan criterios oficiales esgrimidos por el INEGI
extremadamente restringidos como dijimos, cuyo fin
político y estadístico consiste en reducir al máximo su existencia para
presentar un sistema económico "vigoroso"
que "avanza" y es "modelo" de desarrollo en el
mundo, aun comparándolo con países pertenecientes al espacio imperialista de
los países del capitalismo avanzado como son la mayoría de los que constituyen
a la OCDE.
Es el todo
social, o sea, la totalidad de múltiples relaciones y determinaciones, el que
debe primar en el análisis integral, crítico y alternativo del fenómeno del
desempleo, y no sólo de alguna de sus parcelas que, más bien, terminan por
nublar los resultados finales y distorsionar el conocimiento de la naturaleza
del fenómeno y su configuración histórico-estructural.
Rebelión ha publicado este
artículo con el permiso del autor mediante una licencia de
Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
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