Escrito por: Tejido de Comunicación - ACIN
Martes, 16 Abril 2013
El pasado lunes 8 de abril, las
autoridades de los resguardos de Tacueyó, Toribio y San Francisco convocaron
una audiencia pública para denunciar los hechos de atropellos y violación de
derechos humanos ocurridos en el Municipio de Toribio.
El Proyecto Nasa
denuncia públicamente atropellos al Pueblo Nasa y convoca una Minga de
resistencia por la autonomía y armonía territorial. El pasado lunes 8 de abril,
las autoridades de los resguardos de Tacueyó, Toribio y San Francisco
convocaron una audiencia pública para denunciar los hechos de atropellos y
violación de derechos humanos ocurridos en el Municipio de Toribio.
“Las grandes movilizaciones populares
de los últimos años han tenido origen en esta parte del país: la Minga social y
comunitaria, acciones de liberación de la madre tierra, las huelgas de los
Corteros de caña, la Consulta Popular contra el TLC con los Estados Unidos, el
congreso de los pueblos realizado en el mes de octubre de 2010 en la ciudad de
Bogotá y acciones de control Territorial para la defensa de la vida”, plantearon las autoridades del
Proyecto Nasa (Cabildos de Toribío, Tacueyó y San Francisco). Además,
analizaron que: “este contexto, generó
una necesidad en el capital transnacional, de atacar sin descanso este proceso
organizativo y así actuar en un escenario social debilitado para sus propios
intereses”. Por lo tanto y desde los mandatos de Ambaló en 1996 y de
Jambaló en el año 2002, se viene destacando el papel de las multinacionales, de
los grupos armados y de los narcotraficantes que llegan a despojar a los
territorios y enriquecerse con la explotación de los recursos naturales.
En consecuencia,
en esta audiencia pública se reiteraron posiciones políticas determinadas por
el proceso indígena, con los siguientes puntos:
1. Los armados no nos representan, no pueden hablar ni
mucho menos realizar acciones en nombre nuestro o de nuestros intereses.
2. Reclamamos la desmilitarización total de nuestros
territorios de parte y parte.
3. Tanto el Estado como la guerrilla y demás grupos armados,
los gremios económicos, narcotráfico y multinacionales y demás actores externos
deben respetar nuestro territorio y autonomía.
4. Exigimos la recuperación de la armonía y nuestros
territorios indígenas y en general de la nación colombina, por ello construimos
una ruta de solución política al conflicto armado donde la sociedad civil sea
un actor fundamental.
En primer lugar,
esa audiencia pública se convocó como espacio para denunciar los atropellos a
los derechos humanos, a la vida y a la autonomía del territorio, que se han
vivido en el municipio de Toribio, que aparece como uno de los lugares más
afectados por el conflicto armado.
“Hemos sufrido las afectaciones por
parte de la fuerza pública, el ejército nacional y también de los grupos de izquierda
como son las FARC, porque hay amenazas a nuestros líderes, a nuestras
comunidades, también porque el ejército tiene una emisora en la torre, que es
un sitio sagrado para nosotros, tienen una emisora que se llama Colombia Estéreo
y por medio de esta emisora han venido haciendo daño a la comunidad porque
hacen acusaciones falsas, dicen mentiras de nuestra población, de nuestra
comunidad, de nuestros líderes y eso es preocupante para nosotros porque en
realidad nosotros no somos lo que informan por esa emisora”, comentó una comunera de Toribio.
De acuerdo con
las investigaciones y las estadísticas que se vinieron realizando, podemos
resaltar unas cifras que demuestran la amplitud de la violencia y del terror
que se viene implantando en estos territorios. Por ejemplo, entre el año 2000 y
2013, 71 personas perdieron la vida, asesinadas en el Municipio, y en este
mismo periodo se contaron 660 hostigamientos en la zona. En un periodo más
corto, del 2005 al 2013, se reportaron 215 personas heridas en acontecimientos
relacionados con el conflicto armado. También, cabe decir que desde 1983 el
casco urbano de Toribio sufrió 14 tomas guerrilleras. Esos son algunos ejemplos
dentro de muchos, también se reportan bombardeos, ocupaciones de lugares
sagrados y predios por parte del ejército, amenazas por parte de ambos grupos
armados, señalamientos y demandas por rebelión, afectación de viviendas,
masacre como la de Gargantillas, etc. que se pueden consultar en el documento
presentado por el Proyecto Nasa. (link documento denuncia) También se denunció
la agresión
por parte del Ejército, contra el comunero Gerardo Tombe, coordinador de la
guardia indígena del resguardo de Jambaló cuando se desplazaba a caballo por la
vereda la Esperanza, el pasado 6 de abril de 2013.
Esa audiencia
fue también la ocasión para recoger más denuncias y dar la palabra a los
comuneros y las comuneras, a los que viven el conflicto armado cada día en
carne propia.
“Los grupos armados, tanto la
guerrilla como el ejército, nos incluyen en cosas que no debemos, metiéndose en
las casas, para las tomas guerrilleras, incluyéndonos como guerrilleros, como
milicianos”, testimonia un
habitante de la vereda de Pueblo Viejo.
Nos cuenta su
experiencia, para romper el silencio e incitar a que los demás compañeros que
también han sufrido violaciones a sus derechos y violencias en sus cuerpos se
animen para hablar. “El caso que me pasó
a mi cuando trabajaba en la IPS, en el 2010, yo venía con una compañera de un
ritual que siempre se hace por acá, me cogen a mí, me bajan, y a la que venía
manejando la moto, la bajan a ella, le quitan la maleta y la patean, y a mí
también me hacen lo mismo, me dice que somos guerrilleros, que somos
informantes de la guerrilla y que si no me tiraba al piso me mataban. Entonces
me tiré en el piso, me pusieron el fusil en la cabeza y me tuvieron media hora
ahí”.
Otra comunera
alza una pancarta donde se puede leer: “Por
la pervivencia y autonomía del Pueblo Nasa ¡Resistencia!”. Otro comunero
muy preocupado manifiesta que: “Es maluco
que siempre le tengamos miedo a eso, a estas amenazas, tenemos que sacar estas
audiencias para ir a hablar, o sea no soy el único, eran muchos, pero pues les
da miedo declarar eso, porque en sí, uno abre la boca y le están mirando que es
un informante”. Si hoy tiene la fuerza para hablar, la vida de este
comunero ya está en riesgo y la muerte es la pesadilla de cada una de sus
noches, “uno nunca vive tranquilo, pero al
igual uno es de aquí, para donde se va a ir. Uno vive atemorizado porque a uno
ya lo amenazaron, en cualquier parte lo pueden coger y decirle usted es esto, y
lo pueden matar a uno, uno sin saber”, dijo un habitante de Toribio.
La fuerza para
resistir, el pueblo nasa la lleva caminando desde más de quinientos años. Una
fuerza que nace desde el territorio, la cultura y la unidad. Porque, como dice
el comunero de Toribio, no se va a ir del territorio, pues el territorio es de
los pueblos que lo habitan y no es de los grupos armados, ni de las
multinacionales. El Pueblo Nasa no se va a desplazar para dar paso a los
intereses económicos y políticos transnacionales. Seguirá caminando la Palabra
y construyendo el Plan de Vida hasta que se apague el sol.
Es con este
propósito que la comunidad y las autoridades del Proyecto Nasa, manifiestan
que: “Llamados a los actores armados para
que respeten la autonomía de las comunidades, la vida de las personas y las
leyes de la guerra, no han sido escuchados”. Decidieron convocar la Minga
de resistencia por la autonomía y armonía territorial y por el cese de la
Guerra. Por medio de esa Minga se quiere exigir la desmilitarización del
territorio por parte de todos los actores armados, guerrilla como ejército y
reiterar que no se acepta el establecimiento de Batallones de Alta Montaña en
los territorios indígenas, anunciados por el gobierno nacional.
Alrededor de
esta Minga, se realizaran acciones desde lo ancestral, con los mayores, para
armonizar el territorio, así como medidas para rescatar a los jóvenes indígenas
involucrados en los grupos armados, en particular por la realización de dos
acciones: “en primer lugar, profundizar
nuestros planes de Retorno a Casa, mediante el diálogo, la discusión política,
la armonización y el remedio, para que se reencuentren con el camino de la
lucha indígena por la dignidad; y en segundo lugar, emprenderemos Misiones de
exigencia para que los niños y niñas reclutados regresen a casa”.
Se seguirá
fortaleciendo la Guardia Indígena, la cual es “la única que tiene derecho a cuidar al territorio”, recordó una
comunera de Toribio. “Frente a esto,
tanto los cabildos como la comunidad tenemos que pararnos firmes y defender
nuestros procesos, nuestras organizaciones”, añadió.
Para poder acabar
con este conflicto armado, que ya se llevó tantas vidas, se debe construir la
resistencia desde las comunidades y los territorios, haciendo conciencia,
conociendo y reconociendo a los responsables de la agresión -actores económicos
y políticos- y fortaleciendo los Planes de Vida. “Piensen en que no es lo mismo que se sienten allá [en la Habana] a hablar, a que nosotros que vivimos acá en
los territorios que lo estamos sufriendo, a pesar de que ellos hacen las
negociaciones, muchos de ellos no lo han sufrido mientras que nosotros lo
sufrimos en carne propia, día a día”, reflexionó una comunera de Toribio.
Como ya lo
escribió el Tejido de Comunicación el año pasado, después de la recuperación
del Cerro Berlín, “la
verdadera paz de los pueblos es la libertad de sus territorios”; y de
plantear: “esta lucha no es sólo para
sacar a los uniformados que se matan y nos matan en nuestra casa, es para sacar
la guerra, para sacar las locomotoras minero energéticas que avala el gobierno
a las empresas extractivas y para las que envían ejércitos a reprimir a los
pueblos que son un estorbo en su macro-negocio. Ya estamos cansados de que todos
vengan a hablarnos de paz, ¿cuál paz? Hay muchas paces según cada interés. La
única paz que queremos es la de nuestros territorios libres de empresas
extractivas y concesiones mineras”.
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