Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 19 de abril de 2013
“Sé de sueños
que pasaron
Y de otros que
pasarán,
Más tus sueños
se quedarán,
Porque en amor
se afincaron”
Nicolás Guillén
Al Profesor Alberto
Patishtán Gómez
A la comunidad del
Bosque, Chiapas
A la familia Patishtán
A las Juntas de Buen
Gobierno de las Comunidades Autónomas Zapatistas
A la Sociedad Civil
nacional e internacional
A los medios de
comunicación alternativos
A los Organismos
independientes de derechos humanos
A la prensa nacional e
internacional
A todos aquellos que
creen que otro mundo es posible
Hoy viernes 19 de abril, el profesor Alberto
Patishtán Gómez cumple 42 años de Edad y en esta fecha también cumple 4 mil 686
días de una prisión injusta acusado de homicidio calificado, portación de armas
de uso exclusivo del ejército y lesiones calificadas y sentenciado a 60 años de
prisión.
En el marco de la
campaña internacional “Luchando por la
#LibertadPatishtan, festejemos su cumpleaños”; el Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad envía una felicitación por su cumpleaños número 42 al
profesor Alberto Patishtán, quién es para nosotros un merecedor ejemplo de
quiénes encarnan la dignidad del ser humano y desde este lugar le reiteramos
nuestra solidaridad y compromiso de acompañarlo hasta lograr su libertad así
como la reparación del daño del que ha sido objeto por ser víctima del sistema
político del País.
Parafraseando al obispo
Vera López, en México se vive un mundo al
revés, un verdadero mundo a través del espejo donde lo que es, no es y lo que no
es, es: a los justos los llevan a la cárcel y a los criminales los liberan,
los reciben como héroes es sus países de origen y a otros en sus comunidades de
origen el gobierno estatal les regala casas para poder vivir; a las personas
que tienen calidad ética las encierran y a las que son deshonestas y que están
ligadas al gobierno y al crimen organizado ahora las premian. Ironías del
sistema de justicia mexicano, que 13 años después, continúan violando al debido
proceso en contra de Patishtán Gómez y se le mantiene en la cárcel. Una
justicia que encarcela a los hijos de la madrecita tierra -Tonantzin Tlalli- a los que la defienden y la cuidan, pero deja en
libertad a los que la destruyen, para usarla como mercancía. No son
equivocaciones, ni desviaciones del sistema de justicia, sino el verdadero
sentido de la justicia del Estado Mexicano: proteger a los de arriba y condenar
a los de abajo. Buscan así quitarnos el habla, separarnos, intimidarnos, pero
no van a lograrlo, porque hasta dentro las cárceles podemos seguir luchando y
el ejemplo más digno es Alberto Patishtán Gómez, quién es un modelo y símbolo
para todos nosotros.
Patishtán, en sus casi
ya 13años de encierro, ha demostrado ser un ciudadano ejemplar al ayudar a
otros reos en su estancia en los penales en los que ha estado.
Liberar a Alberto
Patishtán es decir nuevamente ¡Ya basta!,
ya basta, de que las personas justas y que hablan con libertad y verdad, estén
presas y que las personas que son criminales hagan lo que se les antoja.
El Caso Patishtán,
simboliza a todos los presos políticos indígenas; representa ahora todos los
pueblos originarios de México y del mundo. Patishtán nos abre los ojos para
darnos cuenta de que los pueblos originarios de nuestro país no caben dentro de
las leyes mexicanas, por lo que nos preguntamos ¿cuándo serán reconocidos los
derechos y culturas de los pueblos y comunidades originarias? ¿Llegara ese día?
A pesar de la ausencia
del debido proceso, como en los casos de Florence Cassez y los confesos autores
materiales de la masacre de Acteal quiénes –por cierto- si han sido liberados;
a pesar de que ha sido demostrada la fabricación absurda de pruebas en su
contra y a pesar de su tarea en favor de la gente durante sus 13 años en
prisión impulsando la organización de los presos y siendo instrumental en la
formación de los grupos “La Voz del
Amate” en CERESO # 14 en Cintalapa y “Solidarios
con La Voz del Amate” en CERESO #5 cerca de San Cristóbal de las Casas. A
pesar de que estos 2 grupos han ocupado los patios de las prisiones como forma
de protesta, a pesar de que Patishtán y los dos grupos de presos, realizaron
varias huelgas de hambre que resultaron en la liberación de más de 130 presos
indígenas; a pesar de que en 2010 Samuel Ruiz le entregó en la cárcel el premio
JTatic Samuel JCanan Lum—; hoy se le
sigue castigando con saña y rencor porque Alberto ha hecho de cada prisión una
trinchera, concientizando a los presos y luchando -con y por ellos- contra las
brutalidades del sistema de injusticia del Estado Mexicano.
Recientemente, el 6 de
marzo de 2013 para ser exactos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) rechazó el recurso de inocencia que el profesor Alberto Patishtán Gómez
presentó ante esta instancia, resolviendo no reasumir
la competencia para revisar su caso. Después de 12 años de un calvario inhumano
ya que el profesor Tzotzil ha sido llevado, primero, al penal de Cerro Hueco, al desaparecer éste fue
llevado al penal de El Amate, después
al de San Cristóbal de Las Casas y posteriormente a la cárcel de alta seguridad
de Guasave, Sinaloa, situación de encierro que le llevó a generar un tumor
cerebral que estuvo a punto de dejarlo ciego de por vida, la Suprema corte
-lavándose las manos como un moderno Poncio
Pilatos- derivó el caso al Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito,
con sede en Tuxtla Gutiérrez en el cual deberá resolverse, si libera o no al
indígena originario de la comunidad de El Bosque en los altos de Chiapas,
último hueco legal para conseguir su libertad o, de lo contrario, ratificar su
sentencia y condenarlo a otros 48 años es decir a vivir el resto de sus días en
una cárcel, acusado de crímenes que no cometió, actos que confirman la
constante y sistemática violación a los derechos humanos en contra de Alberto
Patishtán y su caso ha expuesto todo el entramado ilegal y tramposo que fue
armado en su contra para acusarlo injustamente de un hecho que nunca cometió y
que no se investigó. Con la decisión de la Suprema Corte de Justicia ha quedado
expuesta la falta de voluntad política de liberarlo, ya que de hacerlo, pondría
en evidencia a todos esos jueces y ministerios públicos corruptos que dejan en
la indefensión a los pueblos indígenas y originarios de este país.
Al C. Ministro Juan n.
Silva Meza, Presidente del Consejo de la Judicatura Federal, le pedimos tenga a
bien exhortar a los Magistrados que integran el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, para que al momento de resolver el Incidente de
Reconocimiento de Inocencia número 4/2012, promovido por la defensa del
Profesor Alberto Patishtán Gómez, se conduzcan con la debida independencia,
imparcialidad, objetividad, profesionalismo, transparencia, humanismo y
compromiso social a que los compele el Código de Ética del Poder Judicial de la
Federación, pero sobre todo en aras de garantizar los derechos humanos de
acceso a la justicia y a la libertad, pilares fundamentales en un Estado
democrático de derecho y tomen en cuenta para su dictamen que el procedimiento
que se le siguió al profesor Alberto Patishtán Gómez estuvo viciado y fue
fraudulento desde un inicio, vulnerando sus derechos fundamentales al debido
proceso y a la presunción de inocencia.
A los
señores magistrados del primer tribunal colegiado del vigésimo circuito, con
residencia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: Freddy Gabriel Celis Fuentes, Manuel
de Jesús Rosales Suárez y secretario en funciones de magistrado les solicitamos
que en el momento en que se aboquen al análisis del Incidente de Reconocimiento
de Inocencia número 4/2012, promovido por el Profesor Alberto Patishtán Gómez,
revisen de manera minuciosa los argumentos vertidos en ese documento en
relación a las violaciones al debido proceso tomando en consideración la
interpretación más amplia de los derechos humanos del peticionario de
conformidad con lo establecido en los párrafos primero y segundo del artículo
primero constitucional. Si actúan con estricto apego a la legalidad que el caso
amerita, estarán contribuyendo a enderezar la nave que sus antecesores no
quisieron o no pudieron hacer, para que por fin en este país -lo que es, sea y lo que no es, no sea-.
Un saludo afectuoso y
lleno de reconocimiento a la comunidad del Bosque, Chiapas; a la familia del
profesor Alberto Patishtán y a las organizaciones e individuos de buen corazón
quienes se solidarizan y actúan por su liberación y que en este momento
realizan una peregrinación en Tuxtla Gutiérrez, enviándoles desde la ciudad de
México todo nuestro reconocimiento por su ardua labor.
Este país no puede ya
vivir sin justicia. Pero la justicia necesita hechos claros para que volvamos a
creer en ella. Mientras eso no llegue, nosotros continuaremos exigiéndola.
Es tiempo de tomar la
agenda de la justicia y de la paz con dignidad, es tiempo de unir a la nación y
de terminar con la corrupción y la impunidad del Estado.
Atentamente
Movimiento
por la Paz con justicia y Dignidad
Comentarios