Carlos Fuentealba nació en 1966 en Junín de los Andes, en la zona cordillerana de la provincia del
Neuquén, República Argentina. Creció en el campo de una
familia humilde, cerca del lago Lácar, en San Martín de los Andes, a unos
400 km al sur de la ciudad de Neuquén, donde realizó los estudios
primarios. Se trasladó a la capital de la provincia para realizar sus estudios
secundarios en una escuela industrial, donde se recibió de técnico químico.
En los años siguientes trabajó en diferentes
empleos: en un laboratorio, en un supermercado y en una fábrica de jugo. En la década del 80 trabajó en el Sindicato de
la Construcción (UOCRA). Patricia Varela, directora del secundario donde él
daba clases, comenta que:
Desde adolescente consiguió un trabajo de
administrativo en la UOCRA, donde empezó a involucrarse en las luchas por un
mejor salario y mejores condiciones de vida, después se recibió de docente,
hace dos años y desde ahí acompañó a sus amigos activistas en cada lucha.
De esos años data su afiliación al Movimiento al
Socialismo (MAS) del que se alejó en 1993.
Recibido de docente en 2005, a los 38 años, comenzó a trabajar como
profesor de química en el Centro Provincial de Enseñanza Media (CPEM) Nº 69 de
la Cuenca XV, uno de los barrios más pobres del oeste de Neuquén. Allí fue
elegido por sus compañeros como delegado
sindical. En 2006 recibió el premio del “Rey del Colegio” como
mejor profesor, distinción otorgada por los estudiantes.
El día en que murió Carlos Fuentealba tenía 40
años y dos hijas de 10 y 14 años.
Remera con la imagen de Fuentealba y leyenda alusiva a su muerte.
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La
manifestación de Arroyito y su muerte a manos de un policía
Durante una huelga del
sindicato docente ATEN, perteneciente a la CTERA,
se decidió hacer un corte de la ruta 22 a la altura de Arroyito el 4 de abril de 2007,
como medida de protesta. La decisión fue tomada en asamblea por
la mayoría de los afiliados al sindicato.
Fuentealba no compartía la
decisión de hacerla en ese lugar porque lo consideraba peligroso, pero accedió
a la voluntad de la mayoría. Ese día la policía provincial recibió la
orden del Gobernador Jorge Sobisch de impedir que los
manifestantes cortaran la ruta, para garantizar el libre tránsito en la misma.
Al llegar al lugar y antes de
que se efectivizara el corte de ruta, los docentes fueron desalojados con balas
de goma, gases lacrimógenos y un carro hidrante en dos ocasiones. Muchos se
refugiaron en una estación de servicio cercana y otros eran perseguidos por
policías a pesar de haberse retirado de la ruta. Tras una conversación entre
dirigentes y policías en la estación de servicio, se detuvo el accionar
policial y los docentes se retiraron en grupo, a pie y en autos, hacia la
ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales. Luego, sin
aviso, las camionetas policiales se adelantaron a la caravana, encerrándola y
reanudaron el uso de la fuerza.
Fuentealba se encontraba en el
asiento trasero de un auto Fiat 147 que se retiraba del lugar, cuando un
policía de nombre José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de
Operaciones Policiales (G.E.O.P.) de la ciudad próxima de Zapala,
disparó una granada de gas lacrimógeno hacia el auto, que se encontraba a unos
2 metros de distancia. El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el vidrio del
vehículo e impactó en la nuca a Fuentealba, causándole un hundimiento de
cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y finalmente
murió al día siguiente.
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