Jessica Davies
Organizaciones
de derechos humanos y personas solidarias advierten del peligro de que los
tzeltales de San Marcos Avilés sean desplazados, al igual que en 2010.
Para las bases de apoyo zapatistas de San Marcos
Avilés, la pesadilla del desplazamiento no termina. Cuando terminó la campaña
internacional que puso el foco sobre la amenaza y la paró, el gobierno y los
partidos volvieron al ataque y se teme un desplazamiento forzado inminente.
El ejido San Marcos Avilés se
ubica en el municipio oficial de Chilón, en la región de los Altos, al norte de
Chiapas. La población, de alrededor de 140 familias tzeltales, cultiva maíz,
frijol, café, caña de azúcar y plátanos, y cuenta con un poco de ganado: vacas,
caballos, cerdos y pollos. En la comunidad viven familias bases de apoyo
zapatistas (BAZ), junto con simpatizantes de los partidos políticos Partido
Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD)
y Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La mañana del sábado 23 de
febrero de 2013 llegó el mensaje más preocupante para los compañeros solidarios
con los zapatistas en todo el mundo: “Urgente: riesgo
de desplazamiento forzado a bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional en San Marcos Avilés”. En este artículo se explican los
antecedentes de la pesadilla soportada por estas BAZ desde el 2010, y se
muestra la diferencia que puede hacer la solidaridad internacional en un
momento de resurgimiento del movimiento zapatista.
El desalojo
En agosto de 2010, como parte del Sistema de
Educación Rebelde Autónomo Zapatista y la lucha por la dignidad, libertad y
justicia, las BAZ de San Marcos Avilés construyeron su escuela autónoma, “Emiliano Zapata”. La educación es uno
de los pilares principales de la autonomía y autodeterminación zapatista, ya
que es completamente independiente del Estado. Sus escuelas autónomas operan de
forma anti-jerárquica y se basan en la cultura indígena local y su
cosmovisión. La educación se considera como un derecho fundamental de la gente
y como una forma de resistencia. “Queremos
una buena educación para nuestros niños, un buen aprendizaje, un buen ejemplo.
Vemos que el gobierno tiene sus escuelas, pero no es buena educación ni les
enseñan bien a nuestros hijos; no brindan buen aprendizaje, y lo que enseñan no
tiene nada que ver con nosotros. Por eso abrimos nuestra escuela”, se
señaló a propósito de la apertura de la escuela.
Los actos de agresión, acoso e
intimidación por parte de un grupo partidista de la comunidad, en conjunto con
las policías y las autoridades locales, siguieron a la construcción de la
escuela. Entre los actos están el robo y destrucción de alimentos y
pertenencias, amenazas físicas y de muerte y el saqueo de sus tierras. En sólo
unos días, 29 hectáreas de tierra y cultivos de las BAZ les fueron robados.
Menos de tres semanas después de la construcción de la escuela, 30 hombres,
fuertemente armados, y afiliados a PRI, PRD y PVEM, irrumpieron en las casas de
los zapatistas, y trataron de violar a dos mujeres. En seguida, 47 hombres, 50
mujeres y 77 niños fueron desplazados, y, para no dar respuesta a esta
agresión, se refugiaron en el monte, donde se quedaron sin comida ni refugio
durante 33 días, aguantando el frío, lluvia, hambre, y durmiendo en el barro
debajo de unas láminas de plástico. “Nos
tratan como animales, como perros. Esto es lo que sentí cuando mi hijo nació en
la montaña”, señaló una mujer.
El regreso
En respuesta al desalojo, simpatizantes de todo el
mundo se movilizaron rápidamente y una caravana de solidaridad se organizó para
llevarles alimentos, ropa, mantas y medicinas a los desplazados. Después de un
regreso acompañado a la comunidad, el 12 de octubre de 2010, las BAZ
encontraron sus casas saqueadas y sus pertenencias robadas, sus tierras
ocupadas, sus vallas rotas, sus animales sacrificados y sus cultivos quemados.
Además de esto, no habían cesado las amenazas de muerte, intimidación y
hostigamiento por parte de los partidistas, interfiriendo con la
realización de sus actividades cotidianas y socavando gravemente su salud
mental y física. Estos ataques se pueden ver claramente como otro intento de
parar el proceso autonómico zapatista, y de obligar a las BAZ a que abandonen
su lucha y se sometan a los proyectos del mal gobierno.
La Junta de Buen Gobierno
(JBG) de Oventic, en el Caracol II, hizo una declaración: “Si algo les pasa a nuestros compañeros y compañeras que ya están en su
comunidad, los responsables son los gobiernos municipales, estatales y
federales que asesoran, financian y arman paramilitares y manipulan a la gente
pobre y miserable.
“Los zapatistas no
molestamos a nadie, no desalojamos a nuestros hermanos de los partidos, no
perseguimos a nadie, no robamos las tierras de nuestros hermanos campesinos ni
cualquier otra pertenencia de otros hermanos pobres, solo defendemos lo que es
nuestro, lo que son nuestro derechos; nosotros vivimos y comemos de nuestro
propios sudor y trabajo, pero sí queremos luchar por la verdadera democracia,
libertad y justicia para todos. Y estos son nuestros delitos como zapatistas.”
Una pesadilla sin fin
En los meses de agosto y septiembre de 2011, la
Brigada de Observación y Solidaridad visitó ésta y otras comunidades
amenazadas, e informó de la desnutrición aguda y de un brote de fiebre que
resultó en la muerte de un niño. “Las
mujeres, en particular, expresan el sufrimiento como resultado de su
desplazamiento, y el dolor causado por no tener seguridad de ningún tipo, ya
sea para sí mismos y, sobre todo, para sus hijos. Como resultado directo de
hacer valer su legítimo derecho a la educación, no tienen comida, refugio o agua
para sus hijos”, informó la Brigada.
Sin embargo, también comentó: “Vemos que, de hecho, el proyecto de
autonomía zapatista afirma los derechos que están consagrados en las
declaraciones, convenciones y tratados relativos a los derechos de los pueblos
indígenas, en particular los relacionados con la autonomía y la libre
determinación. Fuimos testigos de los humillaciones terribles perpetradas por
el mal gobierno, pero también hemos visto con nuestros propios ojos que a pesar
de las amenazas de represión, el sufrimiento, el dolor y la pobreza, ninguno de
los compañeros quiere darse por vencido. Esta creencia en el proceso de
liberación significa que el movimiento zapatista es más fuerte que nunca”.
¿Un segundo desplazamiento?
Han existido amenazas recurrentes de otro
desplazamiento. Por ello, en noviembre de 2011, el Centro de Derechos Humanos
Fray Bartolomé de las Casa (Frayba) y el Movimiento por Justicia del Barrio,
una organización de migrantes mexicanos que lucha por la dignidad y en contra
del desplazamiento en el este de Harlem, Nueva York, emitieron la “Declaración mundial en apoyo a las Bases de
Apoyo Zapatista de San Marcos Avilés”, que fue firmado por grupos,
individuos y organizaciones de todos los rincones del mundo. El Movimiento por
Justicia del Barrio también difundió una declaración adicional de apoyo,
firmada por más de mil manifestantes de Ocupa Wall Street.
En 2012, la situación de
amenazas y agresiones se intensificó tanto que las BAZ enviaron a la comunidad
nacional e internacional un llamado urgente de ayuda. El Movimiento
por Justicia del Barrio respondió de nuevo, en julio de 2012, enviando un
mensaje urgente a los “compañeros del
mundo”, junto con un vídeomensaje conmovedor y poderoso proveniente
de los propios BAZ. “En este videomensaje,
que envían los compañeros zapatistas de San Marcos Avilés a todo el mundo…
Nuestros hermanos hacen un llamado a que se movilice la solidaridad y apoyo
nacional e internacional en su pro, ya que siguen aumentando las amenazas y
agresiones de modo alarmante… por parte del grupo de choque de partidistas
locales. Este grupo dijo que secuestrará a las autoridades comunitarias
zapatistas, y así, desplazará a la fuerza de bases de apoyo del ejido…. Por
todo esto, se teme un pleno desalojo forzado de la comunidad, al nivel del de
2010”.
Las BAZ explican en dicho
videomensaje que: “No podemos gozar del
fruto de nuestro trabajo con nuestros hijos, ya que los que lo consumen son
ellos, los partidos políticos…… por órdenes del mal gobierno…Los partidos no
quieren la organización zapatista en el ejido San Marcos. Según ellos dan mal
ejemplo. Mostraron que quisieron desaparecer de una vez la organización. Vamos
a seguir con nuestra lucha, no hay de otra, porque no estamos cometiendo ningún
delito… porque tenemos derecho a luchar para que nos tomen en cuenta. Libertad,
justicia, y paz eso es lo que estamos pidiendo. No tenemos miedo porque sabemos
con claridad lo que estamos buscando y como queremos vivir”.
La Campaña Eco
Después de haber llamado la atención al mundo
entero sobre la situación vigente de las BAZ de San Marcos Avilés, el
Movimiento por Justicia del Barrio lanzó una campaña internacional llamada “Eco Mundial en Apoyo a Los Zapatistas”,
con una convocatoria difundida el 27 de julio de 2012. Esta iniciativa se
desarrolló en dos etapas: la primera, llamada “Caminando la Palabra Verdadera”, se enfocó en la educación popular
y sensibilización comunitaria; y la segunda, “De la Verdad a la Acción, Parando la Represión”, se enfocó en
realizar protestas dirigidas por las mismas comunidades que se educaron y
sensibilizaron durante la etapa anterior. Desde el inicio, en la convocatoria
se propuso que estas comunidades, organizaciones, y personas se organizaran
en “Comités de la Palabra
Verdadera”. Al final se habían formado comités en apoyo a los zapatistas en
29 países, muchos de ellos compuestos por personas que previamente desconocían
la lucha zapatista.
Aunque la campaña brindó
solidaridad a todos los pueblos zapatistas amenazadas y al recién liberado
preso político Francisco Sántiz López, la confluencia de la constante difusión
de información mediante vídeomensajes, eventos, declaraciones, cartas, artículos,
declaraciones de apoyo de pensadores reconocidos, y una gran variedad de
actividades y acciones, logró mantener a San Marcos Avilés en el ojo público.
Los dos sitios web que se hicieron, uno en español y otra en inglés, para
compartir información actualizada en 11 idiomas, fueron llamados
por este ejido.
“Estos ataques”, escribió
el luchador social peruano Hugo Blanco, en apoyo a la Campaña
Eco, “constituyen la punta de lanza
del ataque para aplastar a la zona liberada del neoliberalismo, donde se gobierna
la gente a sí misma a través de las Juntas de Buen Gobierno. Ellas son vistas
como un gran enemigo por las empresas transnacionales pues son una muestra viva
de que ‘Otro Mundo es Posible’, ‘Un mundo donde quepan muchos mundos’…. Es de
interés directo para la humanidad defender la isla de libertad, que es la
zona zapatista”. La campaña no dejó ninguna duda de que los ataques son
parte de una guerra integral de desgaste que el Estado mexicano ha llevado a
cabo en contra de los zapatistas desde 1995, con el objetivo de extirpar todo
el movimiento de la faz de la tierra, y la esperanza que encarna.
En su segunda carta de apoyo a
la Campaña, la feminista mexicana Sylvia Marcos elaboró las razones detrás de
los ataques de los paramilitares. “¿A qué
le temen como para que desplieguen tanta fuerza destructiva? ¿Cuál es el
peligro de la propuesta, la resistencia y la supervivencia zapatista para el
orden capitalista imperante? ¿Será porque demuestran positivamente que otras
formas de vida en justicia y dignidad son posibles? ¿Que las satisfacciones de
la vida y la alegría de ser no tienen que regirse por el consumismo y la
mercantilización? ¿Que se puede “vivir bien”, como lo aseguran las comunidades
andinas en Suramérica, con otras formas de organización, de gobierno y de
producción campesina en las que la mejor forma de vivir no es la acumulación de
bienes materiales, sino la solidaridad comunitaria y el compartir lo que hay?”
Las mujeres del grupo
Filipinas por los Derechos y Empoderamiento (FiRE) agregaron su perspectiva. “Estas comunidades indígenas son el blanco
del gobierno de México porque los zapatistas están construyendo otra forma de
vivir en donde la gente tenga soberanía sobre la tierra y busque la justicia
para los pueblos indígenas. A nuestras compañeras y compañeros de San Marcos
Avilés, quienes fueron desplazados de su comunidad por más de un mes: nosotras
nos solidarizamos con ustedes en su lucha contra el gobierno corrupto que
impone tal crueldad”. Mientras tanto, miembros del movimiento de base
comunitaria más grande de Sudáfrica, el Abahlali baseMjondolo, o Movimiento de
Habitantes de Casas de Cartón, señalan que hay que mantenernos unidos y firmes
en nuestros compromisos y metas, y darnos cuenta de que todas nuestras luchas
se basan en una sola, ya que la meta principal de la represión es la de
destruir nuestros vínculos como movimientos y comunidades.
A lo largo de este período
intenso de organización, inspiración y concienciación, ocurrido de julio
a noviembre del 2012, la situación en San Marcos Avilés permaneció
relativamente tranquila, sin intentos de desplazamiento. Los agresores se
dieron cuenta de que la situación era observada. Esto puede darnos esperanza a
todos y mostrarnos que la organización nacional e internacional puede ayudar activamente
a evitar la represión, que podemos hacer el cambio, y que el trabajo duro
sí vale la pena. Además, estas campañas ayudan a que se den cuenta nuestros
compañeros zapatistas de que no están solos, que cuentan con aliados en todas
partes, y desde luego, que el conocimiento y la comprensión de su lucha se
extiende ampliamente. A nosotros ellos nos ayudan a encontrarnos todos.
Las nuevas amenazas de desplazamiento
Desde febrero de 2013 la represión en San Marcos
Avilés se intensificó, aumentando las preocupaciones de un nuevo ataque. Ahora
se teme que otro desplazamiento de las BAZ sea inminente, después de una
demanda de las autoridades y la policía de la comunidad por el pago del
impuesto predial de las BAZ. Éstos respondieron: “Hemos sufrido mucho por todas las agresiones por parte de estos grupos
partidistas y el gobierno no ha hecho nada. Ahora no es el momento de pagar,
pues estamos en resistencia y exigimos el respeto a nuestro derecho a nuestras
tierras; si no recibimos nada del gobierno, no vamos a pagar impuestos”.
Los partidistas amenazaron con
detener a las BAZ y llevarlos a las autoridades, así como cortarles la luz y el
agua. Después, pusieron en marcha el proceso de desalojo con el respaldo del
presidente municipal de Chilón, Rafael Leonardo Guirao Aguilar, y la
Procuraduría Agraria en Ocosingo, encabezada por Luis Demetrio Domínguez López.
La amenaza parece inminente, y el ejido se llena de terror creciente.
En las palabras del Frayba, “este Centro de Derechos Humanos manifiesta
su preocupación por el inminente riesgo a la vida, integridad y seguridad
personal que sufren las BAEZLN, habitantes del ejido San Marcos Avilés,
derivado de las amenazas de muerte y hostigamientos que han aumentado en el
curso de las últimas semanas; además del desplazamiento forzado y despojo de
sus tierras de sustento que desde el 9 de abril de 2010 no pueden trabajar,
situación que los ha llevado a una crisis alimentaria y de amenazas constantes
contra su proceso de autonomía. Hacemos notar la responsabilidad del gobierno
de Chiapas que por omisión deliberada, no han actuado para garantizar la
integridad y seguridad personal de las BAEZLN y el acceso a la tierra a pesar
de las diversas intervenciones enviadas”.
Resurgimiento zapatista
Una gran señal de esperanza que puede impactar la
situación en San Marcos Avilés es la reaparición pública de los zapatistas
después de un período largo de silencio. Una marcha masiva silenciosa de unas
50 mil BAZ enmascaradas se llevó a cabo durante un día muy significativo, el 21
de diciembre de 2012, el final del Baktun 13. Según el calendario maya, este
día marca el fin de un ciclo y el comienzo de otro, un momento en que
tradicionalmente se cambian los mundos y se transforma el poder. “¿Escucharon?” escribió el Subcomandante
Insurgente Marcos: “Es el sonido de su
mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue día,
era noche. Y noche será el día que será el día. ¡Democracia! ¡Libertad!
¡Justicia!”. Desde entonces, se han publicado 24 comunicados, y la palabra
zapatista volvió a nacer.
Cultivando la esperanza y la acción
Recientemente se vio que la campaña de solidaridad
contribuyó de manera importante a la liberación del preso político zapatista
Francisco Sántiz López. Como resultado de la organización muy eficaz, el nombre
de San Marcos Avilés ahora es bien conocido. Hay personas que, sin haber
visitado a dicho ejido, se preocupan por lo que ocurre allí. Aunque la Campaña
Eco se haya terminado, los Comités de la Palabra Verdadera siguen activos.
Cuando el Frayba lanzó su Acción Urgente, produjo una respuesta inmediata
de informes, cartas, declaraciones y artículos. Cualquier desalojo no podrá
hacerse sin hacer ruido. Se anima a que la gente le escriba inmediatamente al
presidente municipal de Chilón, así como al gobernador de Chiapas, Manuel
Velasco Coello, y al presidente de México, Enrique Peña Nieto, haciéndoles
responsables de las agresiones que puedan ocurrir.
Urge no bajar la vigilancia,
mantener las acciones de organización, escribir cartas y difundir información.
Hay que mantener el nombre de San Marcos Avilés, nuestra solidaridad con las
BAZ, y, por supuesto, la esperanza, vivos.
Publicado el 4 de marzo de 2013
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