En el Golfo de Tehuantepec, pueblos indígenas
enfrentan la imposición de más de 100 aerogeneradores, lo que se consideraría “el parque eólico más grande de América
Latina”.
Desde 2004 empresas llegaron a
San Dionisio del Mar con engaños, en contubernio con las autoridades y líderes
políticos. En su visita a la ciudad de Xalapa Veracruz pobladores afectados
atestiguaron: “Le echaron el ojo porque
hay vientos durante todo el año. Eso nos vuelve vulnerables ante las
trasnacionales”.
Un campesino relata: “ellos llegan y dicen que van a hacer un
estudio de factibilidad. Nosotros somos un pueblo indígena ikoots, ellos entran
abusando de ese consentimiento. Generan actas apócrifas”. Ante el Registro
Agrario crearon acuerdos de los que el pueblo nunca estuvo enterado: “Como la del usufructo donde dicen
estamos recibiendo dinero”.
Ningún representante de
gobierno les informó del proyecto ni de los riesgos. “Nadie dice nada”. Las comunidades se dieron cuenta que “algo pasaba” en 2009 cuando hubo una
muerte masiva de peces en la laguna.
La barra de Santa Teresa tiene
manglares y está ubicada en la ruta de aves migratorias. La laguna es un área
es considerad por la CONABIO como prioritaria para la conservación, el proyecto
eólico ponen en peligro las especies de esta zona.
En San Dionisio del Mar llevan
más de un año en lucha porque “La laguna
es nuestra fuente de alimentos, de ingresos”. Defienden: “Nuestra cultura, nuestra lengua, está en
peligro”.
La colonia Álvaro Obregón de
Juchitán lleva meses en la resistencia argumentan que al estar cerca son los
más afectados: “La Barra de Santa Teresa,
ahí llevamos nuestro ganado a pastar. Ahí existe la salinera explotada por
nosotros. En la laguna superior nuestros ancestros se han dedicado a la pesca
desde hace muchos años”.
José Pedro Orozco, zapoteca,
comparte: “Mareña prácticamente nos va a
quitar fuentes de empleo, lo más grave es la fuente de alimentación. Esa es
nuestra preocupación”. Por eso “desde
hace unos meses estamos plantados evitando el paso de Mareña”.
La respuesta de los gobiernos
ha sido de represión contra los pueblos organizados: “Estamos siendo hostigados por Mareña Renovable coludidos con los
gobiernos, nos están hostigando tratando de aniquilarnos como pueblos indígenas.
Nosotros somos Binniza’a”.
Hay tensión constante y
zozobra en los pueblos. En San Dionisio del Mar tres campesinos están
resguardados por Amnistía Internacional para protegerlos. Ha habido intentos de
homicidio contra los opositores al proyecto eólico. La transnacional y los
gobierno generan terror en la población: “Ha
habido una campaña de amenaza, desprestigio. Han levantado a compañeros,
enfrentamientos con la Secretaria de Marina; han creado grupos de choque”.
En Álvaro Obregón fueron
sitiados por 300 policías y ya no creen en las palabras del gobierno. Llaman a
ser apoyados porque: “Toda la comunidad
zapoteca está amenazada. Quieren invadir nuestro patrimonio cultural y nuestros
recursos naturales. El objetivo es aniquilarnos, borrarnos del mapa
definitivamente”.
Los pueblos oaxaqueños
afectados por Mareñas Renovables exigen “la
cancelación del proyecto eólico, que se retire de la Barra de Santa Teresa”.
Al concluir el foro sobre
conflictos sociambientales, convocado por LAVIDA y realizado el 26 de febrero,
en la biblioteca Carlos Fuentes, en la capital Veracruzana, ante un
representante de la ONU, solicitaron “su
intervención para la solución de este conflicto”.
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