La
Haine
"Si algo hemos aprendido del 24 de marzo [de 1976] y de lo que siguió
después, es que el golpe intentó retornar a la edad de piedra un largo proceso
revolucionario"
“El pueblo
aprendió que estaba solo... El pueblo aprendió que estaba solo y que debía
pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio,
la astucia y la fuerza.”
Rodolfo Walsh
Rodolfo Walsh
El auditorio de
la sede nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) está colmado
de jóvenes, mujeres y hombres. Un migrante chileno, un periodista, un
asalariado más, uno que podría ser perfectamente peruano, boliviano, paraguayo,
colombiano, ecuatoriano, se reconoce en medio de las palabras y los rostros
cuando uno de los convocantes invita a que “hay
que comenzar a actuar diferente, alejándonos de las viejas políticas. Por eso nos
juntamos aquí. Para intentar explicarnos qué fue lo que sucedió el 24 de marzo
de 1976, antes, después y ahora mismo. Y no sólo en la calle, sino que en los
barrios, las universidades, en los sindicatos, en los lugares de trabajo”,
y remata con la voluntad de quien no escogió atajos: “Hay dos formas de ver la historia: o la leemos o la escribimos. En
este caso, la escribiremos. Por eso precisamente fundamos la Resistencia (®)”.
Leo, que oficia
de presentador espontáneo, aclara que “El
golpe de Estado no fue una casualidad. Fue una arremetida brutal de la
burguesía y el imperialismo tras un proceso de lucha popular que venía
gestándose desde hace muchos años antes y que había logrado desestabilizar al
capitalismo en Argentina a través de todas las organizaciones del pueblo y sus
propias fuerzas armadas”.
Inmediatamente
ofrece el micrófono al dirigente político Eduardo Soares.
“NO TENEMOS OTRA ALTERNATIVA”
El ‘Negro’ Soares señala que le interesa
hablar desde la Convocatoria por la Liberación Nacional y Social, una de
fuerzas que componen el Frente de Resistencia Nacional.
“Si algo hemos aprendido del 24 de marzo y de lo que siguió después, es
que el golpe intentó retornar a la edad de piedra un largo proceso
revolucionario. Pero hay que acentuar el hoy y las tareas que tenemos por
delante. No sólo para que nunca más se repita un 24 de marzo, sino para que
podamos resolver de una vez por todas aquello que quedó inconcluso en marzo de
1976: construir una Argentina sin explotadores ni explotados, construir una Argentina
socialista. Y esa arquitectura pasa por nosotros mismos. Pasa por multiplicar
la ® en los barrios, en los lugares de trabajo, estudio y en la juventud, que
será cabeza y heredera de otras juventudes que llevaron lo más lejos posible
las banderas de la liberación y el socialismo”.
El ‘Negro’ ubica en contexto el horizonte
de la actual situación cuando arguye que “Para
nosotros este 24 de marzo de 2013 es un desafío. Poco está quedando de las
agrupaciones que florecieron hace casi 15 años (‘Argentinazo’). Gran parte de
ellas fue cooptada por proyectos que continúan profundizando la explotación y
la miseria, como el kirchnerismo. Y otro costado social y político donde
pusimos y ponemos esperanzas permanentes, hoy no logran superar las luchas
aisladas, reivindicativas, postergando el aspecto fundamental de la
construcción política: luchar por el poder para terminar y desplazar a los
representantes de las clases dominantes que hoy imponen un país de exclusión,
miseria, explotación y represión. Necesitamos una construcción fuerte. No
tenemos otra alternativa”.
Soares asegura
que “El FRN y sus organizaciones hermanas
y aliadas, allegadas y compañeras –fuerza impensable hace un año, un año y
medio-, tenemos que juramentar que no
puede darse un solo paso atrás en esta herramienta dotada de características
estratégicas. En estos momentos estamos enfrentando una política de exclusión,
productora de pobres. Si hay algo que nos enseñó el 24 de marzo es que la
oligarquía y el imperialismo mediante las fuerzas armadas tuvieron que
enfrentar el nivel más alto de resistencia del pueblo en la historia argentina.
De aquello, justamente, carecemos hoy. Muchos de los que estamos construyendo
el FRN estamos realizando un gran esfuerzo para ampliarnos con otras organizaciones.
Hay algunas con las que podemos coincidir mucho en ámbitos de la
política y lo organizativo, pero todavía nos cuesta concordar en un aspecto
esencial: luchar por la toma del poder. Porque el socialismo no se edifica
solamente desde las bases. Avanzar hacia una sociedad sin clases sociales
implica necesariamente hacerse del poder, en la actualidad en manos de los
grandes monopolios, la megaminería, la industria sojera, los nuevos ricos, que
están devorando los recursos y el trabajo del pueblo argentino. No hay otra
manera para enfrentar el despojo si no es con organización. En eso estamos. Ese
es el desafío y compromiso al que nos obligamos”
‘HOY LA HUMANIDAD ESTÁ EN CRISIS. Y DE ESA
CRISIS LA VAMOS A SACAR NOSOTROS, NO EL CAPITALISMO’
Kike, representante
de Militancia Guevarista, vibrante y franco explica que “Los que formamos este panel somos, de alguna manera, los exponentes de
las luchas de las décadas de los 60’ y 70’. De esa lucha queda una deuda muy
profunda. Nos quedó la deuda del accionar y el combate unido de las fuerzas
revolucionarias”.
-¿Y ahora?
“Pensamos en el futuro; no venimos con nostalgia. Venimos para construir
en el futuro una sociedad mejor, sin explotadores ni explotados. Y como la
historia parece propiedad privada cuyos dueños son los mismos dueños de todas
las cosas, como decía Rodolfo Walsh, nosotros tenemos que plantear con claridad
desde dónde hablamos. Nosotros decimos y actuamos desde un compromiso
ineludible, de vida, de corazón, de cuerpo con la clase trabajadora ocupada y desocupada.
Con los campesinos pobres del campo y con los marginados en la villas”.
Kike analiza y
pasa revista a que “El genocidio comenzó
mucho antes del golpe de Estado. La historia de la dominación de una clase
sobre otra viene desde lejos. En América Latina y Argentina basta recordar el
genocidio contra los pueblos originarios y agregarnos a sus demandas actuales.
Y cuando hablo de la unidad de los revolucionarios, tengo presente al
comandante Mario Roberto Santucho (http://www.youtube.com/watch?v=vBZ03I3qUCc) que cayó tratando de unir a los
revolucionarios. En aquel entonces, los trabajadores estaban en la calle,
luchando por mejores condiciones de vida. Pero también estaba muy presente la
lucha por el socialismo. Toda América Latina bullía al calor de los movimientos
revolucionarios. Ya el ‘Che’ había planteado como estrategia crear uno, dos,
tres, mil Vietnam, para derrotar al imperio y desmantelar a la burguesía. En
toda Latinoamérica el imperio regó de dictaduras militares y nuestro país no
fue una excepción. Por eso el objetivo final de la ® es pasar a la ofensiva con
los trabajadores hasta llegar al poder y construir una sociedad mejor”.
-¿Y en la
actualidad?
“Nosotros no estamos con la oligarquía agraria, no estamos con los
hacendados ni los latifundistas. Estamos con los campesinos. Tampoco estamos
con la llamada burguesía industrial, que se supone que representa Cristina
Fernández. La misión de esa burguesía es explotarnos como trabajadores. Y
todavía tienen la ilusión de generar un poder económico independiente. Ello es
una imposibilidad histórica. De las 500 grandes empresas que operan en nuestro
país, el 70 % son transnacionales. La burguesía argentina no tiene poder para
decidir. Es totalmente dependiente. Más aún cuando estamos en medio de una
crisis mundial donde el capitalismo ya no puede resolver más los problemas de
la población. Hoy la humanidad está en crisis. Y de esa crisis la vamos a sacar
nosotros, no el capitalismo. La concentración del capital nunca había sido tan
extrema e inhumana. Está destruyendo al planeta. Nos encontramos frente a una
crisis multidimensional, de producción, alimentaria, energética, ambiental,
financiera. Por otra parte, el gobierno actual habla mucho de los DDHH, pero
casi el 60 % de las muertes ocasionadas por las balas policiales desde la
vuelta de los gobiernos civiles se ha provocado bajo los gobiernos
kirchneristas. ¿Dónde están los DDHH entonces? Hay más de 6 mil personas
procesadas judicialmente por luchar. Y hasta tenemos un Papa argentino que proviene
de la alta curia y que bendecía los ‘vuelos de la muerte’ de la dictadura. El
Papa dice que va a combatir la pobreza, pero en la realidad la alta jerarquía
católica ha combatido siempre a los pobres. Además, la caridad del actual
gobierno, a través de sus programas asistenciales, es producto de las luchas
que ofrecimos el 2001. De lo contrario ni esa caridad existiría”.
“¿SI LA
EXPLOTACIÓN Y LAS INJUSTICIAS SIGUEN EXISTIENDO, POR QUÉ EL SOCIALISMO AHORA
NO?”
Leo es un ex
combatiente del Ejército Revolucionario del Pueblo (http://www.youtube.com/watch?v=HGciTxTxECw).
Es el último
panelista del acto político del presente FRN.
-Esta fecha
feroz reivindica una reflexión de sus causas…
“Lo que pasó el 24 de marzo de 1976 no sólo tuvo como objetivo destruir
las organizaciones guerrilleras que combatíamos entonces, sino a todo el pueblo
argentino. Y la ® existió durante la dictadura. Aún en momentos
extraordinariamente difíciles, los argentinos se levantaron contra aquellos que
los masacraban y aterrorizaban desde el Estado. Pero también es preciso
considerar que después del 83, cuando se inició la llamada democracia
capitalista, muchos de los que participaron de la dictadura se instalaron con
sus prácticas, con su ideología, dinero y empresas en las distintas
combinaciones que llegaron a la administración del Estado. Y digo administrar,
porque el poder del Estado está bajo control de las multinacionales y el
imperialismo. El poder está resguardado por el ejército, la marina, la fuerza
aérea, la gendarmería y la prefectura, las policías nacionales y provinciales,
que son los custodios de la riqueza producida por todos, pero apropiada por
unos pocos. Por eso, como pueblo debemos volver práctica concreta nuestras
propias ideas. La ® debe servir para levantar los cimientos de un posterior
equilibrio de fuerzas que nos acerque a nuestro objetivo principal: el poder;
no una parte del poder, sino todo el poder para la mayoría explotada,
malviviente, humillada y víctima de la injusticia en todo el orden de las cosas
en Argentina”.
-El objetivo
estratégico es claro. La cuestión política es el cómo…
“¿Será a través puramente de las elecciones, metiendo a uno o dos
diputados en el congreso? Siempre ha habido diputados de izquierda en los
parlamentos de la burguesía y no hemos triunfado. En todo caso, pueden ser un
apoyo secundario para nuestros objetivos estratégicos. Pero las formas
determinantes se encuentran en la lucha, en la calle, en los campos y montañas.
La guerra de clases se resuelve definitivamente fuera de los parlamentos y
mediante la razón y la fuerza populares tanto para defenderse, como para pasar
a la ofensiva”.
-¿Cuál es el rol
de los revolucionarios de los 60’ y 70’?
“Los luchadores vivos de los 60’ y 70’, como los tantos que ya no están,
no somos héroes ni nada que se le parezca. Somos comunes seres humanos que
vivimos situaciones poco comunes en momentos poco comunes. Hicimos lo que
teníamos que hacer. Cuando no teníamos nada, como dijo San Martín, combatimos
‘en pelotas’ como nuestros paisanos, los indios. Porque lo importante es ser
libre”.
-El socialismo ha sido vilipendiado como alternativa por todos los
medios del poder e incluso por muchos que no sólo defendieron el socialismo,
sino que participaron en la lucha por su construcción…
“De la primera Independencia en adelante, nos queda la segunda
Independencia, aquella necesaria para crear entre todos una sociedad justa y
libre, una sociedad socialista. Ahora hay algunos que dicen que el socialismo
es algo viejo. ¿Si la explotación y las injusticias siguen existiendo, por qué
el socialismo ahora no? La ® no es sólo para quienes integramos hoy el FRN,
sino para todos quienes prestan oído y ponen en acción el legado del ‘Che’, que
siempre es nacional en su forma y mundial en su contenido. Por eso sostenemos
el internacionalismo, y nos solidarizamos de manera militante con los
prisioneros políticos encarcelados por el capital de cualquier parte del mundo.
Y el poder popular no sólo se construye desde abajo sino en todos los sentidos”.
El
periodista-migrante-chileno abraza a los panelistas y como si fuera una
patología sin vuelta, piensa no sólo en la unidad de los revolucionarios. Se
cabecea con la unidad de los trabajadores y el pueblo y sus expresiones
políticas ampliadas; con la articulación de todas las formas de combate según
dicte la lucha de clases en un momento dado. Sabe que la autodeterminación de
los pueblos indígenas, el ambientalismo consecuente, el antipatriarcado, el
internacionalismo -ya no como pura solidaridad, sino como constelación orgánica
de los pueblos sin más fronteras que la situación objetiva de la grandes
mayorías de Latinoamérica, Asia, Medio Oriente, África y los empobrecidos de
Europa y Estados Unidos- son núcleos insoslayables para la emancipación del
género humano. Que el imperialismo financiero determina la actual fase del
capitalismo, que la voluntad concreta de mujeres y hombres concretos son la
variable que determina las posibilidades de una sociedad postcapitalista.
El
periodista-migrante-chileno sabe que eso lo sabe la ®. Por eso con ella marcha
por la avenida Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, al final de la tarde y a
37 años del golpe de Estado en Argentina.
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