Rebelión, 06-03-2013
Con hondo y lacerante dolor, nuestro pueblo y el
Gobierno Revolucionario han conocido del deceso del Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías y se aprestan a rendirle sentido y patriótico homenaje en su
entrada en la Historia como Prócer de Nuestra América.
Expresamos
sinceras condolencias a sus padres, hermanos, hijas e hijo y a todos sus
familiares que ya son nuestros, como Chávez es también hijo de Cuba y de la
América Latina y el Caribe, y del mundo.
En este
momento de profunda tristeza, compartimos los más entrañables sentimientos de
solidaridad con el hermano pueblo venezolano al que acompañaremos en todas las
circunstancias.
La
Revolución Bolivariana tendrá nuestro resuelto e irrestricto apoyo en estas difíciles
jornadas.
A nuestros
compañeros de la Dirección Político-Militar bolivariana y del Gobierno
venezolano reiteramos nuestro respaldo, aliento y fe en la victoria.
El
Presidente Chávez ha protagonizado una extraordinaria batalla a lo largo de su
joven y fecunda vida. Lo recordaremos siempre como militar patriota al servicio
de Venezuela y de la Patria Grande; como honesto, lúcido, osado y valiente
luchador revolucionario; como líder y comandante supremo que reencarnó a
Bolívar para hacer lo que él no pudo terminar; fundador de la Alianza Bolivariana
Para los Pueblos de Nuestra América y de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños.
Su heroica y
denodada lucha contra la muerte es un insuperable ejemplo de firmeza. La
admirable entrega de sus médicos y enfermeras ha sido una proeza de humanismo y
consagración.
El regreso
del Presidente a la Patria venezolana, que tanto quiso, cambió la historia.
“Tenemos Patria”, exclamó Chávez con emoción el pasado 8 de diciembre, y
regresó a ella para afrontar los mayores riesgos que imponía la enfermedad.
Nada ni nadie podrá arrebatar al pueblo venezolano la Patria rescatada.
Toda la obra
de Chávez aparece invicta ante nosotros. Las conquistas del pueblo
revolucionario que lo salvó del golpe de abril del 2002 y lo ha seguido sin
vacilación, son ya irreversibles.
El pueblo
cubano lo siente como uno de sus más destacados hijos y lo ha admirado, seguido
y querido como propio. ¡Chávez es también cubano! Sintió en su carne nuestras
dificultades y problemas e hizo cuanto pudo, con extraordinaria generosidad, especialmente
en los años más duros del Período Especial. Acompañó a Fidel como un hijo
verdadero y su amistad con Raúl fue entrañable.
Brilló en
las batallas internacionales frente al imperialismo, siempre en defensa de los
pobres, de los trabajadores, de nuestros pueblos. Enardecido, persuasivo,
elocuente, ingenioso y emocionante, habló desde las entrañas de los pueblos,
cantó nuestras alegrías, y declamó nuestros versos apasionados con perenne
optimismo.
Las decenas
de miles de cubanos que laboran en Venezuela le rendirán homenaje con el
ferviente cumplimiento del deber internacionalista y seguirán acompañando con
honor y altruismo la epopeya del pueblo bolivariano.
Cuba
guardará eterna lealtad a la memoria y al legado del Comandante Presidente
Chávez y persistirá en sus ideales de unidad de las fuerzas revolucionarias y
de integración e independencia de Nuestra América.
Su ejemplo
nos conducirá en las próximas batallas.
¡Hasta la victoria siempre!
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