FÁBRICA DE VIO.ME. La
recuperación de un centro de trabajo en Tesalónica ha desencadenado un
movimiento de solidaridad. / http://biom-metal.blogspot.com.es
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La plantilla de trabajadores
gestiona una fábrica de materiales de construcción tras el abandono de los
empresarios. La iniciativa desata una red de solidaridad
La primera fábrica recuperada
bajo control
obrero en Grecia entró en funcionamiento el pasado 12 de febrero.
Después de dos años en lucha, los trabajadores de la empresa Viomijanikí
Metaleftikí (Vio.Me), en Tesalónica, que elabora materiales de construcción,
han dado otro paso y han empezado a producir prescindiendo de los empresarios y
organizándose de manera horizontal. Hablamos con Theodoros Karyotis, de la
Iniciativa de Solidaridad con Vio.Me.
¿Cómo era la situación
anterior, antes de que la plantilla se hiciera con el control de la fábrica?
Este conflicto viene desde
hace dos años. Los trabajadores, como en cualquier otra lucha obrera, de las
tantas que hay en Grecia, intentaron primero conseguir el pago de los sueldos
que se les debían. Pero no tuvimos éxito, la empresa estaba en quiebra. Entonces
surgió entre los trabajadores la idea de cobrar en acciones, pero se dieron
cuenta de que heredarían con ellas todas las deudas de la empresa. Por eso
trataron de llegar a un acuerdo con los propietarios. Pero éstos no quisieron
darles información ni facilitarles nada y finalmente abandonaron la fábrica.
Pero Vio.Me, en sí, no había quebrado, porque elaboraba materiales de
construcción para la empresa matriz, Filkeram.
Cuando ésta quebró, Vio.Me
pasó a ser uno de sus activos, bajo el control de un administrador, que intentó
liquidar la fábrica para pagar a los acreedores. Entonces los trabajadores
estaban en contacto con este administrador y negociando todo por la vía legal.
Pero se dieron cuenta de que pasarían años antes de que se celebraran los juicios
y, mientras, sus familias pasarían hambre. Por eso decidieron asumir la
producción, sin tener la aprobación de los propietarios.
¿Fue entonces cuando se
generó la solidaridad con los trabajadores?
Cuando tomaron esta decisión,
a mediados del año pasado, los trabajadores intentaron buscar alianzas. No
tenían ninguna filiación política, sólo un proyecto claro en su cabeza: asumir
el control de la empresa empleando la democracia directa. Por eso la mayoría de
los partidos políticos no querían vincularse, les parecía demasiado radical. La
izquierda institucional no se pronunció o más bien lo hizo con muchas dudas e
incluso algunos lo rechazaron. Sí respondieron los movimientos sociales,
especialmente los que luchan por la autogestión.
¿Qué experiencias se han
tomado como referencia?
Para recuperar la fábrica nos
guía el ejemplo
de Argentina, es un referente de autogestión. Por eso trajimos a
Lalo Pared, del Movimiento de Empresas Recuperadas de Argentina, que nos
aportó su experiencia y calor humano. Nos dijo que no es fácil recuperar una
fábrica, pero que es una experiencia transformadora, que te cambia como
persona.
Y fue entonces, en septiembre
pasado, cuando los últimos trabajadores que no estaban convencidos, finalmente
se decidieron a continuar con la recuperación de la fábrica.
¿Qué forma legal han
adoptado para poder seguir con la fábrica?
Por ahora operan la fábrica
como sindicato de trabajadores. La batalla legal que como sindicato mantienen
con los propietarios les ha permitido confiscar de manera legal todos los
materiales y los productos ya manufacturados que estaban dentro de la fábrica.
Los productos ya fabricados los sacaron a subasta para pagar una parte de los
sueldos que se les debían y parte de las deudas que la empresa tenía con otros
acreedores. Esta forma legal permite, de momento, poder vender el producto.
Pero ahora están trabajando con un equipo de expertos para encontrar la forma
legal más apropiada, y pronto formarán una cooperativa.
¿Cómo se organiza el
trabajo en la fábrica recuperada?
El trabajo se reparte a través
del sindicato de base. Éste, legalmente debe tener una serie de cargos, como
el presidente, el tesorero, etc. Pero los propios trabajadores decidieron no
darles validez a estas figuras. Trabajan y toman las decisiones de manera
asamblearia; cada trabajador tiene un voto. Makis Anagnostu, el presidente del
sindicato, funciona a modo de portavoz, transmitiendo las decisiones de la
asamblea a los medios de comunicación y a otras organizaciones, pero no tiene
ningún poder propio.
¿Cuál es la viabilidad
económica del proyecto?
Un equipo procedente de la
Iniciativa de Solidaridad está colaborando con los trabajadores para elaborar
un plan de negocio y establecer cómo se va a colocar el producto en el mercado
y el volumen necesario para garantizar unos salarios dignos. La situación es
difícil, no sólo para Vio.Me, sino para la economía griega. Con las últimas
medidas neoliberales que sufrimos en Grecia los sueldos han bajado mucho. La
meta de los trabajadores no es volver a tener sus sueldos anteriores, sino
simplemente poder sobrevivir y sacar adelante a sus familias. No estamos
seguros de si podremos recuperar a los clientes mayoristas, se intentará vender
también a minoristas. Pero hay alternativas que surgen de la relación de los
trabajadores con el movimiento de solidaridad. Otra idea es modificar la
producción para sacar nuevos productos, como por ejemplo detergentes ecológicos
de uso doméstico que se distribuirían a través de tiendas y estructuras del
amplio movimiento de economía social y solidaria que ahora mismo está
floreciendo en Grecia. Ya hay alrededor de mil o 1.500 organizaciones de
economía social y solidaria: cooperativas de consumo, de producción, todo tipo
de centros sociales, etc. Además, el producto es bastante más barato que antes
porque no existe el coste del empresario. Al desaparecer ese beneficio, el
producto se abarata dos tercios.
¿Estas iniciativas son
una alternativa para combatir la crisis?
Sí, además son una alternativa
a la organización social. Estamos construyendo un nuevo mundo. El 11 de febrero
tuvimos un concierto para recaudar fondos para comenzar con la producción. Fue
un éxito. Uno de los trabajadores explicó que lo que están haciendo no es sólo
para sacar adelante a sus familias, es una visión de lo que debería ser la
sociedad, una sociedad basada en valores como la solidaridad, la proximidad, la
justicia social. Es otra manera de hacer política, desde abajo.
Diagonal
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