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Tercerainformación
En las casas del barrio se pueden leer versos de los poemas que escribiera
el alicantino o incluso “trabajos” relacionados con la situación actual
Miguel Hernández murió un 28
de marzo de 1942, lo que quiere decir que ahora se cumplen 71 años de aquel
día. Estamos ante la figura de uno de los poetas más importantes, que mezclaron
en su persona un fortísimo carácter reivindicativo con un amplio talento literario.
Por segundo año consecutivo,
aprovechando dicha onomástica, el barrio popular de San Isidro, ubicado en
Orihuela, ciudad natal del escritor, se ha engalanado con pintadas y murales en
hasta cuarenta y cinco fachadas de sus edificios, convirtiéndose en un
improvisado museo en homenaje a su más ilustre ciudadano. Además del calado
artístico y simbólico de la acción, ha servido para dar trabajo a muchos
habitantes de la zona, encargados de limpiar o adecuar algunas de las fachadas
para poder ser trabajadas.
En las casas del barrio se
pueden leer tanto referencias al poeta ("¿Qué
diría Miguel? Iros a tomar vientos del Pueblo"), versos de los poemas
que escribiera el alicantino o incluso “trabajos” relacionados con la situación
actual y en una actitud clara de denuncia social.
Esta original acción está
basada en una idéntica realizada en 1976 cuando artistas de diferentes disciplinas
y en una época de gran tensión e incertidumbre decidieron, tras la muerte del
dictador Francisco Franco, homenajear a Miguel Hernández y a todo lo que
representó pintando en las fachadas de los edificios del mismo barrio obras
alusivas al poeta. Incluso algunos de los que participaron en la idea original
como Ramón Garza o Antonio Ballester se han presentado también este año,
completando una nómina en la que se incluyen otros artistas, alumnos o asociaciones
culturales.
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