Rebelión, 10-03-2013
"Nosotras,
mujeres del mundo, transformamos nuestro dolor en fortaleza"
Nosotras, mujeres de todos los
pueblos, edades, clases y sexualidades, hacemos frente a la creciente
criminalización de nuestras protestas y propuestas y de nosotras mismas. ¡La
calle y demás espacios públicos son nuestros! Nos organizamos en movimientos
sociales, sin doblegarnos ante la presión para que nos mantengamos en el
espacio doméstico. Seguimos en la lucha por leyes progresistas que refuercen
nuestros derechos, a pesar de la violencia gubernamental e instituciones
religiosas a la que nos enfrentamos. ¡Todas somos mujeres en resistencia y
celebrando los avances que logramos! ¡Todas somos mujeres filipinas, celebrando
el avance de la ley sobre la salud reproductiva!
Decimos
“BASTA” a las violencias hacia
nosotras las mujeres. Una y otra vez tomamos la iniciativa y las calles para
protestar ante toda forma de violencia y su normalización en nuestras
sociedades. Denunciamos la violencia como elemento estructural del sistema
patriarcal, neocolonialista y capitalista y herramienta de control de nuestras
vidas, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades. ¡Todas somos mujeres indias y
bangladeshís, haciendo frente a violaciones y violencia sexual, así como a la
posterior impunidad de los perpetradores! ¡Todas somos mujeres mayas rompiendo
el silencio en las cortes exigiendo justicia! ¡Todas somos mujeres
mozambiqueñas, en la lucha exitosa para aprobar la ley sobre violencia
doméstica!
Nosotras,
mujeres indígenas, seguimos luchando, movilizándonos en masa a nivel local e
internacional. Usando de forma creativa las herramientas de lucha de las que
disponemos, exigimos a nuestros gobiernos que respeten nuestros derechos y los
de nuestros pueblos y territorios. ¡Todas somos mujeres B’laan filipinas y
mujeres mayas, xincas y mestizas guatemaltecas protegiendo nuestros territorios
–nuestras tierras y nuestros cuerpos- de la industria minera e hidroeléctrica!
¡Todas somos militantes de Idle no More y todas somos mujeres de los pueblos
originarios de Canadá, haciendo frente a la discriminación e injusticias a las
que se enfrentan los pueblos indígenas desde tiempos inmemoriales!
Nosotras,
niñas y jóvenes, resistimos a las ofensivas del patriarcado: en nuestras
propias familias –donde las ideas de “apropiado”
y “correcto” coartan nuestros
movimientos-, y en la sociedad en general –donde el acceso a la educación,
salud reproductiva y salud pública de calidad se nos niega o es limitado…
Seguimos desafiando estas restricciones, organizándonos, debatiendo,
movilizando y respaldando nuestras luchas. Seguimos dando dinamismo a nuestra
lucha. ¡Todas somos jóvenes paquistaníes yendo a la escuela a pesar de las
amenazas físicas a las que nos enfrentamos! ¡Todas somos estudiantes chilenas
gritando “NO” ante la privatización
del sistema educativo y reclamando una educación gratuita y de calidad!
Nosotras,
feministas, seguimos luchando por la autonomía de nuestros cuerpos, sexualidad
y fertilidad. Exigimos la legalización del aborto en aquellos países en los que
se nos criminaliza por ejercer nuestro derecho a no ser madres. No aceptamos
retrocesos en materia de aborto ni de derechos reproductivos conseguidos con
nuestras luchas en las últimas décadas. ¡Todas somos las miles de mujeres de la
Turquía, levantándonos ante las acusaciones gubernamentales que nos tachan de
asesinas! ¡Somos todas jóvenes europeas luchando contra las ofensivas contra el
derecho al aborto en todo el continente! ¡Todas somos mujeres uruguayas,
celebrando la legislación del aborto en nuestro país y, al mismo tiempo,
manteniéndonos alerta ante el control ejercido sobre las mujeres que deciden
ejercer este derecho y ante posibles restricciones del mismo!
Nosotras,
activistas en sindicatos y partidos políticos, desafiamos el sexismo y
misoginia manifestados por nuestros hermanos en la lucha, al presionar
permanentemente por introducir nuestro feminismo anticapitalista y
anticolonialista y de base en debates, declaraciones y luchas. De forma colectiva,
seguimos reforzándonos, reforzando nuestras alianzas y nuestras demandas
feministas. ¡Todos somos mujeres presentes en los espacios de convergencia de
los movimientos sociales –por ejemplo, en el Firenzi 10+10, Italia– afirmando
nuestros análisis y demandas feministas!
Nosotras,
todas las mujeres, somos cada vez más rebeldes ante la ofensiva conservadora y
fundamentalista y ante la militarización de nuestras comunidades. ¡Todas somos
mujeres de Mali, desafiando la opresión islámica al montar en moto, al
abandonar nuestros hogares para desarrollar nuestra vida diaria en espacios
públicos, y al luchar contra la violación, la violencia sexual y la impunidad
de los agresores! ¡Todas somos europeas desafiando nuestros gobiernos al hacer
frente a medidas de austeridad! ¡Todas somos mujeres egipcianas desafiando las
amenazas graves de violencia sexual que nos enfrentamos al volver una y otra
vez para protestar en la Plaza Tahrir! ¡Todas somos mujeres de Tunes luchando
por la realización de las reivindicaciones de la revolución –el trabajo, la
libertad, la dignidad y la ciudadanía–, y contra las tentativas de imponer
mecanismos de discriminación hacia las mujeres desde la infancia (el pre
escolar no mixto, el uso del velo en el pre escolar y la incitación al
casamiento precoz)!
Nosotras,
mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres, estamos marchando este 8 de marzo
de 2013, como millares de nosotras lo hicimos durante las 24 Horas de Acción
Feminista a través del Mundo el 10 de diciembre. ¡En una ola de acción en todos
los continentes, estamos transformando nuestro dolor en fortaleza!
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