Escrito por José Camargo
Miércoles, 06 Marzo 2013
Los habitantes del Departamento de La Guajira
conocemos los gobiernos que son elegidos en procesos electorales, pero como
dice uno de los personajes de Juan Rulfo en su cuento Luvina, “de lo que no sabemos nada es de la madre
del gobierno”.
Los habitantes del Departamento de La Guajira
conocemos los gobiernos que son elegidos en procesos electorales, pero como
dice uno de los personajes de Juan Rulfo en su cuento Luvina, “de lo que no sabemos nada es de la madre
del gobierno”. Con el correr de los años nos damos cuenta que el gobierno
colombiano es una mala madre. De La
Guajira sólo se acuerda, porque sabe que estas tierras están preñadas de
riquezas. El inmortal compositor vallenato Hernando Marín definió con
certeza el drama del pueblo guajiro cuando en una de sus
canciones, La dama guajira, dice: “Ahora
que la dama tiene plata viene el galán a la casa y promete quererla”.
Los gobierno neoliberales y
centralistas durante décadas ha
resultado ser un galán patán y mezquino. El actual gobierno neoliberal de
Santos lo demostró cuando, sin
compasión, cercenó los derechos del pueblo guajiro sobre las regalías
del carbón.
Las empresas Ecopetrol y Chevron extraen cerca de 640 millones de pies cúbicos
de gas por día. A pesar de que la producción gasífera ha generado recursos
importantes para el departamento y algunos de sus municipios, esos no han
tenido un impacto significativo sobre el bienestar del pueblo guajiro ni ha coadyuvado
al desarrollo del departamento.
A los guajiros aun nos toca registrar hechos
como la muerte del niño Danuar Morelo de 5 años de edad, quien murió ahogado en
una alberca en el municipio de Maicao, porque estas, forman parte de las
estructuras de las casas a falta de un acueducto. El gobierno central acolitado
por el gobierno Departamental y los Municipales, miente a los guajiros con
proyectos de acueductos regionales que no son más que una quimera. A su vez,
los medianos y pequeños comerciantes del Departamento de la Guajira, tienden a
sucumbir ante los elevados costos de los servicios públicos, especialmente el
de la luz. Electricaribe hace, deshace y se pone de ruana a las Asamblea, Concejos y al mismo Gobierno
Departamental y Municipales. Ante la prestación de un servicio de luz tan
pésimo los usuarios acuden legítimamente a las acciones de hecho. En el mes de
febrero fallece el niño Andrés Luna tras caerle una línea de alta tensión en el
barrio La Majayura, en la ciudad de Riohacha. ¿Quién conmina a Electricaribe para
que responda por esa muerte?
En el año 2012, la Secretaria de Salud Municipal
reconoció la muerte de 12 niños por desnutrición y admitió que las condiciones
de saneamiento básico y los índices de pobreza, son algunas de las causas de la
muerte de los menores. Este mismo año, la guajira presento elevadas cifras de
mortalidad infantil, por encima de las 20 muertes de menores de 1 año por 1000
nacidos. A pesar de la copiosa legislación existente en Colombia sobre la protección
de los niños al nacer.
Por otro lado, la Administración Municipal de
Riohacha se ve en calzas prietas, para cumplir con su compromiso de asegurar
educación a niños del área urbana y rural través del sistema de contratación y
convenio. La educación, definitivamente, debe ser responsabilidad del Estado,
sin intermediario. Los maestros del Departamento de la Guajira estamos a las
puertas de un cese de actividades por la mala prestación de los servicios
médicos. La hora cero se define el 20 de marzo en reunión de Junta Directiva
Ampliada. A pesar de que el conflicto laboral del cerrejón parece estar cerca,
las injusticias laborales de la tercerización en la mina y las condiciones
precarias de salud de los obreros además
del deterioro del medio ambiente en la
guajira ameritan la discusión sobre un posible paro departamental, por la
dignidad y el reconocimiento.
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